En julio pasado, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) anotó una variación de 0,3%. Con ello, en los primeros siete meses de 2013 la inflación acumuló un avance de 1,1%, y en 12 meses el registro alcanza a 2,2%.

Sin embargo, el costo de la vida para los grupos más vulnerables sigue mostrando una brecha importante en relación con el IPC total y en comparación con los sectores de mayores ingresos.

Según un análisis de Libertad y Desarrollo (LyD), que considera los datos de precios del INE y los antecedentes sobre el gasto de un hogar en el Gran Santiago de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), la inflación para el 20% más pobre de la población registró en 12 meses una variación de 3%, mientras que para el 20% de mayores ingresos el alza de precios fue un punto porcentual inferior y llegó a 2%.

Desde el punto de vista del investigador de LyD, Francisco Klapp, “el alza de los alimentos afecta en mayor medida a los más pobres, por lo que es necesario que estos precios sean monitoreados de manera constante, para así analizar la evolución del costo de la calidad de vida de estas familias”.

El tema cobra mayor importancia si se considera que en la última encuesta disponible de Presupuestos Familiares, que corresponde a 2007, el 20% de los hogares más pobres destina el 37,4% de sus ingresos al gasto en alimentos y bebidas. Mientras que el 20% de los hogares de mayores ingresos destina solamente 14,5%.

En opinión de Klapp, esta composición podría comenzar a cambiar una vez que entre en vigencia, a contar del próximo año, la nueva canasta del IPC, que se basa en la encuesta de Presupuestos Familiares 2012 y que el INE debe entregar en agosto de 2013.

A partir de entonces, se mostrarán cambios en los patrones de conducta de los chilenos. “Es probable que el porcentaje de gasto que las personas del primer quintil destina a consumir alimentos se reduzca y la diferencia con el 20% de mayores ingresos se acorte, debido, principalmente, a que el mayor crecimiento económico de los últimos años ha permitido que segmentos de menores recursos presenten mayores ingresos”, asevera.

IPC de alimentos

Según el INE, la inflación de los alimentos presentó una variación de 0,3% en julio, mientras que entre enero y julio anotó 5,7% y 15,6% en 12 meses. Entre los productos que tuvieron mayores alzas destacan pimentones (22%), lechugas (21,3%), apio (8,6%), y verduras de estación (5,1%).

Respecto de la inflación de julio, el IPC de los pobres no varió en relación con la inflación total y registró 0,3%.

“La cifra es muy positiva después del fuerte incremento de junio pasado”, afirma Francisco Klapp. Asimismo, el economista dice que “con esta información del INE fue posible calcular cómo afecta al costo de la vida de la población de menores recursos en los últimos 12 meses. En ese período, el IPC total ha crecido 2,2%, en cambio, el precio de los alimentos y bebidas lo ha hecho en 5,7%”.

El estudio muestra que para el primer quintil la inflación de alimentos fue de 2,1%; para el segundo, 1,8%; para el tercero, 1,6%; para el cuarto, 1,3%; y para el quinto, que corresponde al de mayores ingresos, la variación alcanzó a 0,8%.