Dos expertas de Finlandia, país considerado un referente en la materia a nivel global, visitaron la zona para evaluar el desarrollo del programa que busca cambiar estilos de vida.

Curaco de Vélez, comuna de 3.800 habitantes ubicada en la provincia de Chiloé, es desde noviembre pasado el centro de un proyecto que busca que su población logre alcanzar un envejecimiento activo y saludable mediante cambios en el estilo de vida. Los resultados de esta intervención, que se extenderá inicialmente por un año, servirán para replicar el modelo en otras localidades del país.

Una iniciativa que se gestó hace tres años y que, pese a la pandemia, logró ponerse en marcha gracias al esfuerzo de una serie de instituciones, públicas y privadas, y que se inspira en lo realizado por la U. De North Karelia, en Finlandia.

En los años 70, la tasa de muertes causa de enfermedad cardíaca en dicho país era la más alta del planeta, lo que motivó a especialistas, autoridades y toda la comunidad a buscar un cambio. Y lo lograron con éxito: al cabo de dos décadas el riesgo cardiovascular y el de cáncer se redujeron en 80% y 65%, respectivamente. “Todo comienza desde la cooperación. Pero lo más importante es la participación activa de la comunidad local desde el inicio, de manera que puedan empoderarse, adoptar cambios y mantenerlos a través del tiempo”, dice Lisa Timonen, jefa del proyecto de Envejecimiento Activo de la universidad, entidad que participa de la iniciativa local.

Junto a Raija Kuisma, fisioterapeuta y experta del mismo centro, visitaron el país durante las últimas dos semanas para participar en una serie de reúne Santiago y visitas de campo a Curaco de Vélez, para ver los avances del proyecto. “La relación que se debe establecer entre los equipos de trabajo y la gente debe ser muy fuerte y armoniosa; sin eso, este tipo de intervenciones no funcionan. Es evidente que aquí se ha dado un buen ejemplo de ese trabajo colaborativo”, sentencia Kuisman, horas antes de abandonar Chiloé.

Cambio cultural

Intervenciones que buscan cambiar los estilos de vida a través de la alimentación y el ejercicio, controlar la salud de los adultos y lograr una mejor calidad de vida con los años fueron aspectos claves para cambiar la realidad de la población finlandesa —y situar al país como un ejemplo global en materia de prevención— y que ahora se replican en la localidad sureña.

“La visita de estas expertas es tremendamente importante porque estamos utilizando el mismo modelo que diseñó la U. de North Karelia. Entonces importante que vean los avances y nos entreguen eventuales modificaciones o sugerencias”, cuenta Miguel Berr, médico del Hospital Clínico de la U. de Chile y jefe del proyecto en Chile, en el que también participan el Senama, las universidades de Los Lagos y Austral, el INTA, la CCHC, la CPC, la Mutual de Seguridad, la Sociedad Chilena de Geriatría y Gerontología, la Municipalidad de Curaco de Vélez, Riolab y empresas salmoneras de la zona, entre otros. “Es importante tener expertos detrás del proyecto, que ayuden a que la gente local pueda desarrollar sus propias habilidades y conocimientos”, plantea Kuisma. La iniciativa considera la participación de un grupo importante de profesionales de distintas áreas, así como de autoridades locales y organizaciones comunitarias.

Berr destaca que la elección de Curaco de Vélez se basó en que es una comunidad pequeña y bien organizada, “con autoridades cercanas a la gente, motivada y solidaria”.

En estos cuatro meses ya se han comenzado a implementar talleres de alimentación saludable y de actividad física para niños y adultos, así como intervenciones a nivel arquitectónico, educativo y de atención de salud. “Es importante ir avanzando paso a paso, para hacer todo más manejable y obtener mejores resultados”, dice Timonen.

Aunque las intervenciones involucran a todas las edades, Kuisma agrega que “no es fácil cambiar los hábitos de la población, por eso el modelo considera fundamental la educación en la gente más joven. Ellos crecerán en una nueva cultura”.

Timonen concuerda: “Toma tiempo hacer cambios culturales, pero a nivel concreto puedes comenzar a ver algunos cambios muy rápido, como medir el nivel de felicidad de la población, si se han comenzado a ejercitar más o están comiendo más sano”.

Fuente: El Mercurio