Las empresas que forman parte de alguna mutual subieron de 141.355 en 2014 a 170.566 el año pasado, esto es 20,7% de alza, según cifras de la Superintendencia de Seguridad Social.

Para el presidente de la Asociación de Mutuales, Ernesto Evans, este incremento se explica por la migración de público desde el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) hacia las alternativas que agrupa dicha entidad gremial: la Asociación Chilena de Seguridad, el Instituto de Seguridad del Trabajo y la Mutual de la CChC. «Estamos absorbiendo participación del ISL, que decreció en el mismo período un 1,2% en número de empresas», señala Evans.

A su juicio, la gran ventaja de la oferta de las mutualidades es su infraestructura médica, especialmente diseñada para recibir accidentes de trabajo. Como contraparte, los empleados afiliados al ISL deben acudir a hospitales públicos para atenderse, donde también se ven casos de salud común. «La alternativa estatal hoy no es competencia respecto de las mutualidades, considerando que se paga lo mismo, pero por el lado privado se tiene una mejor cobertura y atención», dice Ricardo Vásquez, director de Prevención de Riesgos de la sede de Puente Alto de Duoc UC.

Las empresas por ley deben afiliarse a cualquiera de las cuatro entidades, por lo que deben desembolsar el 0,9% del sueldo bruto de cada trabajador como base, más un canon adicional que se calcula sobre la base del riesgo de accidentabilidad. En promedio, las firmas pagan una tasa de 1,6% por este concepto.

Del total de organizaciones afiliadas, el 68% corresponde a entidades que tienen menos de nueve personas (115.256 firmas). Este segmento creció 30,1% entre 2014 y 2015, siendo el que incorporó el mayor número de empresas en 12 meses (26.685), según los datos de la Superintendencia de Seguridad Social.

«Las pymes son justamente las que tienen menos cultura de prevención. Ellas buscan a un trabajador multitarea y son tantas las tareas que hace cada persona, que se expone a una mayor cantidad de accidentes», indica Vásquez.

En 2015, el total de empleados protegidos llegó a 4.832.489, un 2,3% más alto que en el período anterior. Al desagregar la cifra según actividad económica, hay dos industrias donde el total de afiliados baja: construcción (0,5%) y minería (1,7%).

 

Fuente: El Mercurio