El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, planteó hace unos días que el endeudamiento de los hospitales públicos se volvería un tema relevante este año, ya que está alcanzando niveles similares a los US$ 540 millones comprometidos en el ajuste fiscal. «Empieza a ser tan importante como el ajuste fiscal mismo», advirtió.

Eso ocurre porque la cifra proyectada para 2016 equivale a $365 mil millones, aunque el último informe público respecto de los pasivos hospitalarios, a diciembre de 2015, lo situaba en $139 mil millones.

Ese monto, en todo caso, no refleja el déficit anual que generan los hospitales públicos, debido a que durante 2015, el Ministerio de Hacienda liberó, en varias ocasiones, recursos adicionales para los hospitales, en negociaciones con la cartera de Salud, que involucraron $280 mil millones.

Sin embargo, las proyecciones de déficit que se manejan al interior de Salud indican que este año hacer funcionar los 183 hospitales de la red de salud pública significará una deuda de $340 mil millones.

Por qué persiste

El pasivo se origina principalmente por tres factores.

Primero, problemas en la gestión de compra de medicamentos e insumos, que lleva a los hospitales a adquirir directamente cerca del 60% del total, mientras que el 40% restante se compra vía la Central Nacional de Abastecimiento del Ministerio de Salud, que puede conseguir mejores precios y hacer más eficiente el uso de los recursos.

El segundo factor es la escasez de oferta de médicos especialistas en la salud pública, que obliga a comprar prestaciones al sector privado para resolver, por ejemplo, las atenciones garantizadas en el plan AUGE o el uso de camas de cuidados intensivos, las que más escasean en la red pública.

Y el tercer motivo tiene que ver con la capacidad de gestión de recursos de los recintos, y que hace que los rendimientos que se logran en ámbitos clave, como el uso de los pabellones quirúrgicos, no sea el óptimo, pese a contar con la capacidad instalada para hacerlos funcionar.

Brecha estructural

Gisela Alarcón, subsecretaria de Redes Asistenciales, entidad a cargo de la gestión de los hospitales, explica que la deuda de los recintos se está trabajando en conjunto con la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, Fonasa y la Contraloría. «Reinstalamos una mesa de trabajo conjunto y estamos buscando cómo revelar y develar, y dejar muy instalado, cuál es la brecha estructural del sistema, y también cuánto podemos aumentar de eficiencia en el gasto. Y en ese tema, estamos mirando dos grandes áreas: la compra a privados y la gestión farmacéutica», asegura.

Un problema de enfoque

Para el académico de la U. Andrés Bello Manuel Inostroza hay un problema de enfoque. «Este Ministerio de Salud sigue diciendo que el problema del financiamiento de los hospitales es estructural. Es como decir ‘aquí lo único que cabe es que nos den más plata’, pero hay un quiebre de diálogo técnico, que finalmente hace que el ministro de Hacienda les diga: ‘no les recortaremos el presupuesto, pero no les pasaremos más plata'», afirma.

De todas maneras, los $340 mil millones no consideran las remesas que Hacienda entrega a lo largo del año. En lo que va del año ya se han desembolsado $50 mil millones adicionales al presupuesto asignado a los recintos, y ya se negocia una nueva cuota, por $60 mil millones.

Según la subsecretaria Alarcón, «estamos trabajando y diseñando lo que será cómo avanzar el resto del año, entendiendo que tenemos (un escenario de) ajuste fiscal y que tenemos que avanzar en la eficiencia del gasto, con medidas de corto, mediano y largo plazo, porque también tenemos que lograr mirar finalmente cuál es el mejor sistema de financiamiento para el sector público de salud, lo estructural», y que para eso se está analizando desde 2002 en adelante, «para tener una mirada histórica sobre los factores que hacen que se necesiten recursos extra y que finalmente (el gasto) no se relacione con los presupuestos».

Los autogestionados concentran la deuda

Según la autoridad, hay especial cuidado en analizar la situación de los hospitales autogestionados, que concentran casi el 80% de la deuda hospitalaria. Esto porque Alarcón cuenta que los servicios de salud muchas veces prefieren mantener endeudamientos bajos en sus hospitales de menor complejidad y «consolidar» sus deudas en el hospital más grande de su red, pues se trata del que tiene mayores espaldas financieras.

 

Fuente: El Mercurio