LA ENTREVISTA de la ahora ex superintendenta de Pensiones Tamara Agnic a El Mercurio el fin de semana no vino más que a ratificar el duro conflicto y las presiones que la reguladora enfrentó con la ministra del Trabajo, Ximena Rincón. A juicio de Agnic, lo solicitado por la ministra respecto de la posición que debería tomar la Super en futuras fusiones de AFP se traducía en un incumplimiento de la normativa, lo que no contribuía más que a erosionar las confianzas dentro del sistema.

La renuncia de la superintendenta por los duros cuestionamientos que enfrentó tras la fusión Cuprum-Argentum es una mala señal para el mercado y el sistema en general, considerando el desafiante escenario que debería enfrentar este año con una serie de cambios a raíz de las conclusiones de la Comisión Bravo.

“Atacar el sistema de pensiones vende”, dijo Agnic, dando cuenta de su descontento respecto de las constantes críticas (muchas no técnicas) que viene sufriendo el sistema previsional. Por lo mismo el nuevo superintendente, Osvaldo Macías, de probada y conocida trayectoria en el sector, no solo tendrá como tarea seguir avanzando en la modernización y actualización de la Super, sino también la de trabajar en la defensa de su institucionalidad y las ventajas de un sistema que, por perfectible que sea, es un referente en el mundo.

 

Fuente: Editorial de Pulso