Las altas temperaturas que se han sentido en la capital tan sólo son el preámbulo del caluroso verano que se nos viene, por lo que las piscinas cada vez más se convierten, como todos los años, en la mejor alternativa para capear el calor. A pesar de lo sano que pueda resultar nadar o simplemente disfrutar del agua, las piscinas pueden resultar un peligro si no se toman las medidas de precaución adecuadas. En ese sentido, aprender a nadar es un gran aliado a la hora de evitar accidentes lamentables, tal y como destaca Gabriel Romero, académico de Preparador Físico de la Universidad Santo Tomás.

“Saber nadar consiste en mantenerse a flote en el agua, mediante la ayuda de ciertos movimientos corporales realizados en forma racional. Es decir, sumergirse a voluntad y maniobrar en la posición y dirección que uno desea. Además nos ayuda con el desarrollo de cualidades físicas, mejora el sistema respiratorio y fortalece nuestro corazón”, indica.

Néstor Morales, especialista en prevención de riesgos de la Mutual de Seguridad CChC, recomienda “no usar alargadores o artefactos eléctricos en el borde de la piscina. Es mejor usar artefactos de batería si es posible. También es importante que se controlen los juegos, empujones al agua y saltos mortales, ya que podrían causar lesiones”. Morales también destaca la importancia de delimitar las diferentes profundidades de las piscinas y que los filtros de limpieza cuenten con sus respectivas protecciones, para evitar succiones de extremidades o cabello (ver recuadro).

En este último punto concuerda Renato Canabes, prevencionista de riesgos de la Universidad Diego Portales (UDP), quien resalta que una gran cantidad de accidentes se deben a los filtros de limpieza, algunos de los cuales tienen una gran potencia de succión. Por eso, Canabes recomienda no acercarse a estos puntos de la piscina.

“Hay que tener mucho cuidado con los toboganes también, sobretodo si la persona no sabe nadar. También hay muchos niños que se quedan en el mismo lugar donde aterrizan, lo que puede provocar un accidente considerable si la persona que viene después en el tobogán lo choca”, detalló. Canabes explica que la limpieza es otro factor a considerar para evitar accidentes, ya que la suciedad que se puede juntar en el fondo y paredes de las piscinas puede provocar resbalones.

“La cloración también es importante, y más aún si uno tiene una piscina particular, porque la gente usa una pastilla de cloro y las concentraciones tienen que estar muy bien medidas, porque si se echa más de la cuenta puede provocar alergias”, aseguró. El prevencionista de riesgos de la UDP aconseja realizar una lista con medidas de seguridad, y cada vez que se inaugure la temporada de piscinas revisar que todo esté en orden.

 

Fuente: La Hora