Cálculos de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS):

Las cifras sugieren que las empresas han acomodado sus horarios en lugar de despedir, además de una creciente participación de adultos mayores y mujeres.

Por LINA CASTAÑEDA.

Las últimas cifras del mercado laboral entregadas por el INE dan cuenta de una reducción en las horas trabajadas, con lo cual la tasa de desempleo en junio-agosto llegaría a 9,5% en lugar de 6,5%, según estimaciones de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).

Los ocupados trabajan en promedio 38,3 horas efectivas por semana en 2015, en comparación con 39,6 horas en 2010.

El empleo creció 2,3% en los últimos doce meses, y las horas totales trabajadas en 1,7%.

No obstante, de los 178 mil nuevos empleos que generó la economía en este período, 48 mil corresponden a jornadas de 1 a 30 horas semanales, y 49 mil de 31 a 44 horas semanales. Las jornadas más extensas, por sobre 45 horas, anotaron una reducción de 86 mil.

El análisis surgió de preguntarse cómo es posible que el desempleo presente niveles estables en un contexto en que la economía crece poco, cuenta Pilar Cruz, economista del Departamento de Estudios de la CCS.

«Si se mide por horas ocupadas y las horas disponibles a través de la fuerza de trabajo, el índice de desempleo no es 6,5%, sino 9,5%», dice la economista.

Estos antecedentes sugieren que la economía chilena podría estar escondiendo un cambio estructural en el mercado laboral que no permite detectar a primera vista el debilitamiento del empleo, agrega.

El descenso en las horas promedio trabajadas se ha observado particularmente en períodos de crisis económica, como las de 1976-77; 1982-83 y 1998-99. También se produjo en 2005, aunque asociada con el impacto de la normas que bajó de 48 a 45 horas la jornada semanal de trabajo. En los últimos cinco años, dice Cruz, este fenómeno se ha registrado particularmente en 2011 y 2014.

De los 178 mil nuevos empleos generados en doce meses, el 40% correspondió a personas de 65 años y más que trabajaron 33,6 horas semanales y el 24% al rango de 55 a 64 años, con 38,5 horas semanales.

La edad promedio de los ocupados pasó de 41,6 años en 2010 a 43,2 años en 2015.

La economista de la CCS aclara que no se puede concluir de estas cifras que hay flexibilidad en el mercado laboral. Más bien las cifras sugieren que las empresas han acomodado sus horarios en lugar de despedir, dado el alto costo que involucra el despido y posterior reclutamiento. Los resultados también sugieren problemas demográficos.

Al final, los ingresos de los hogares se mueven por las horas trabajadas, y eso explica la debilidad de las ventas del comercio, dice Cruz.