Escribe Cristóbal Jiménez Opazo

En octubre de 2014 me dieron licencia médica por depresión y con ocasión del peritaje médico presenté antecedentes para acreditar que estaba sufriendo hostigamiento en mi trabajo.

Después, el psiquiatra me derivó a la Mutual de Seguridad, donde uno de sus especialistas diagnosticó estrés agudo. Allí me otorgaron más días de reposo y un tratamiento con fármacos.

Tiempo después calificaron mi enfermedad como de origen común y me derivaron a la isapre, quedando sin tratamiento. Entretanto, mi empleador me ofreció finiquitar el contrato y accedí.

Apelé ante la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) y acogieron mi patología como de causas laborales. Sin embargo, en la mutual solo me citaron a un nuevo análisis con un psiquiatra, quien recetó más fármacos. De haber recibido terapia a tiempo, hoy estaría con empleo.

ACLARADO. Nos informaron de la Mutual de Seguridad que el lector ingresó el 22 de noviembre, cuando le diagnosticaron una patología de origen común, por lo que fue derivado a su isapre. Luego de que la Suseso calificara esta como laboral, el paciente fue reingresado el 29 de julio para atención médica, la que se mantiene vigente hasta hoy. Añadieron que los subsidios se pagaron a través del sistema de convenio delegado, no así las atenciones médicas particulares, debido a que no ha presentado las boletas en original para su revisión y reembolso.