Los trabajadores, por otro lado, afirmaron que negociación “fue la consecuencia de una labor seria y responsable”.

Por J. Catrón y C. Araya.

Ayer, la tónica para varios ejecutivos de BancoEstado fue responder al llamado de políticos de distintos partidos, que buscaban conocer la forma en la que se dio la polémica negociación colectiva y el pago del bono por término de conflicto, que terminó gatillando la salida del presidente de la entidad, Guillermo Larraín.

Según comentaron altas fuentes, el ex superintendente de Valores debió asumir el costo que implica desempeñar un cargo que está ligado al ciclo político, y que independiente de lo bien evaluada que estaba siendo su gestión, debió renunciar para contener la ola de críticas que significó que se hiciera público que el cuestionado bono equivalía a más de la mitad de las utilidades del semestre del banco (antes de impuestos).

«Él es una persona muy capaz, muy buen economista, pero se encontró en el escenario de tener un sindicato poderoso, que no tenía contrapeso, y que no dio su brazo a torcer», afirmó un ejecutivo, quien agregó que si bien el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, sabía de la negociación, no estaba al tanto del detalle de la misma.

Esto, en línea con lo que dijo el titular de la cartera, respecto de que la salida del ejecutivo se debía a que éste traspasó el marco presupuestario que habían acordado.

En todo caso, advierte uno de los directores de BancoEstado, el procedimiento en estas materias es bien claro. Sólo el Comité Ejecutivo -que está compuesto por Larraín y la gerente general, Jessica López- tiene la facultad para resolver en las negociaciones colectivas. Y son sólo esas dos personas las que se comunicaban con la comisión negociadora que se encargaba de replicar la información al sindicato.

Si bien el directorio en primera instancia respalda al Comité Ejecutivo del Banco, dando una señal de confianza -añadió el director-, no interfiere en la toma de decisiones y desconoce los detalles de las problemáticas colectivas.

Y entonces, ¿cuándo se reunía Larraín con Valdés? «Esa relación debiera ser permanente», dijo el mismo director de la entidad.

Una opinión similar existe entre los trabajadores que componen el sindicato, integrado por más de 9.000 personas.

Sindicato defiende acuerdo
En la otra vereda, el sindicato de BancoEstado defendió los términos del acuerdo que selló el proceso de negociación colectiva y cuya mayor consecuencia fue la salida de Guillermo Larraín de la institución financiera.

«El exitoso proceso de negociación, fue la consecuencia de una labor seria y responsable, donde cada logro representa la justa retribución al compromiso de miles de trabajadores que, en las distintas sucursales y áreas del Banco, contribuyen a diario a la consolidación de BancoEstado», dijo el sindicato en una declaración pública, denunciando además que ven con preocupación el «tono intimidatorio» de la «bajada» que realizan algunos ejecutivos del Banco, a sus distintos estamentos, sobre el proceso de negociación colectiva.

Directores conocieron la cifra del bono hace casi un mes

C. Araya / M. Bermeo

Los $ 6,3 millones que recibió cada uno de los trabajadores sindicalizados de BancoEstado, tras sus últimas negociaciones, también impactó a los directores de la entidad, quienes conocían la cifra hace casi un mes.
Y es que «un bono de ese nivel es bastante complejo», dice uno de los miembros de la mesa, quien señala que no puede respaldar ni rechazar la decisión, porque no le corresponde.

Ése, de hecho, es uno de los puntos que quiso dejar en claro otro de los integrantes de la mesa. «El Consejo Directivo, por la Ley Orgánica del Banco, no tiene injerencia alguna en las decisiones respecto de las negociaciones colectivas. Ello es atribución exclusiva del Comité Ejecutivo», dijo, agregando que éste se encuentra integrado por la gerente general, Jessica López, y el renunciado presidente, Guillermo Larraín.

En efecto, otro de los directores explicó que la polémica cifra se dio a conocer en el último directorio, del 27 de agosto, día posterior a la colocación de bonos por US$ 75 millones por parte del Banco.

Como sea, «se trataba de un cuadro delicado», comentó uno de los miembros de la mesa, «pese a que los ejecutivos del banco hicieron gestos, rebajando su salario, y el Consejo también, reduciendo sus dietas».

En esa línea, el director llama a los dirigentes a la reflexión. «El actuar de Guillermo Larraín en el banco fue bastante bueno, pero en esto había un margen que no se podía pasar. El gremio tiene que ser consciente de lo que está pasando el país, no podían tirar el tejo en ese nivel», comentó.