Consejo General extraordinario del gremio analizó indicaciones del Gobierno:

Internamente, los consejeros mostraron «desazón» por la posición del Gobierno de cumplir el compromiso inicial que asumió con la CUT pese a las críticas transversales.

Por M. Penaforte y D. Pradel.

Pese a que fue un Consejo General extraordinario post Fiestas Patrias, el interés fue alto. Fueron 55 los consejeros que llegaron ayer hasta el edificio de la Industria, sede de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), más siete gremios regionales que se sumaron por videoconferencia, para una reunión exclusivamente dedicada a revisar y debatir las indicaciones que presentó el Gobierno al proyecto de ley de reforma laboral, consideradas como un retroceso por el gremio.

Para muchos de los asistentes, la sensación fue de «desilusión» y «desazón» por el rumbo de la iniciativa. Y eso se hizo notar durante el encuentro de ayer. Para los consejeros, llevar a cabo los principales ejes de este proyecto fue un compromiso que el Gobierno asumió con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y que cumplirá. «Aunque esto se apruebe y traiga consecuencias desastrosas para el país, la economía y el empleo, se va a vender como un triunfo por parte del Gobierno», comentó un asistente.

Sin embargo, la Sofofa agotará todas las instancias y explorará reuniones con parlamentarios y con la propia Presidenta Michelle Bachelet. «Vamos a seguir insistiendo hasta el último día», comentó a la salida del Consejo el presidente del gremio, Hermann von Mühlenbrock. Agregó que si el proyecto vuelve a la Cámara, seguirán conversando con los diputados. «Vamos a seguir planteando nuestras ideas, y esperamos que se escuchen. Si no, será malo para el país», dijo.

Los temas tratados

Al inicio del encuentro, que partió a las 17:00 horas, Von Mühlenbrock detalló el trabajo que la Sofofa ha hecho en los últimos meses en esta materia, junto a encuentros públicos y privados que han sostenido.

Luego, los abogados que integran el Comité Laboral de la Sofofa, Enrique Munita y Felipe Sáez, hicieron una exposición, en la que detallaron las indicaciones que ingresó el Gobierno y que «no siguen los estándares OCDE ni de la OIT», según plantearon. Los tres puntos que más preocupan a los industriales son la imposibilidad del descuelgue, el fin del reemplazo en huelga y la prohibición de extender beneficios por parte del empleador.

Luego de las intervenciones de los abogados, los consejeros hicieron comentarios y algunas preguntas, donde se criticó el hecho de que el Gobierno no haya escuchado al sector privado en esta materia.

Respecto a las indicaciones propymes ingresadas por senadores y que respaldó el Ejecutivo, Von Mühlenbrock dijo que «llama la atención» que el Gobierno haya decidido que el reemplazo interno «es bueno para una empresa de 49 trabajadores y malo para una de 50». «Es una buena noticia para las pymes, pero demuestra claramente que si eso es bueno para las pymes, también esa flexibilidad debería ser buena para las grandes», insistió.

Von Mühlenbrock también respondió los dichos del presidente de la Cámara de Diputados, Marco Antonio Núñez, quien afirmó que el sector privado debería seguir el ejemplo del Gobierno, y no reajustar los sueldos de los altos ejecutivos. «Me parece un poco extralimitar una función, en este caso del Parlamento, a cómo se administran las remuneraciones en el sector privado», sentenció.

Tras reunión extraordinaria, gremio de la Construcción acudirá a senadores
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) realizó ayer una reunión extraordinaria de directorio para analizar las indicaciones presentadas por el Gobierno al proyecto de ley de reforma laboral. Tras el encuentro, los socios del gremio acordaron solicitar una reunión con los senadores a cargo del proceso, hoy radicado en la Comisión de Trabajo del Senado, que lidera el PS Juan Pablo Letelier.

«Tenemos que juntarnos con los senadores que son los responsables de legislar y votar para producir una mejora a algo que no es bueno desde sus inicios», dijo Jorge Mas, presidente de la CChC, quien subrayó la necesidad de equilibrar el proyecto. Insistió en que la reforma laboral no es conveniente para los trabajadores ni para el país, y que los legisladores «deben ponderar adecuadamente los daños que esto pueda significar».

Sobre las indicaciones presentadas por el Gobierno, el gremio manifestó que así como hubo algunos avances en aspectos como la negociación colectiva de trabajadores por obra y faena, también existen algunas modificaciones que hacen referencia a derechos ya consagrados en la ley, y otras que deberían ser perfeccionadas.

«Lo más importante aquí es hacer un esfuerzo de las partes, del Gobierno y de los legisladores, para corregir situaciones que no son adecuadas», enfatizó Jorge Mas.