Alfredo Schönherr, presidente del gremio de prestadores:

Líder gremial dice que debe considerarse al sector privado, ya que este realiza el 47% de toda la actividad de salud del país.

Por René Olivares.

Con preocupación ven las clínicas que el debate previo al envío del proyecto de ley de reforma al sector privado de salud se ha centrado en las isapres, sin considerar que además de los usuarios de ese sistema, una parte importante de aquellos que pertenecen al sector público también se atienden en sus diferentes recintos.

Así lo explica el presidente de Clínicas de Chile, Alfredo Schönherr, quien cuenta que existe mucha preocupación entre sus afiliados -entre ellos, las clínicas más grandes del país- porque el Gobierno no les ha dado espacio para plantear sus inquietudes, pese a requerirlo varias veces.

Dice que pidieron ser parte de la mesa técnica entre el Ministerio de Salud y las isapres, pero que se les negó la participación. Y que en la única reunión que han tenido con Salud, «la señora ministra de Salud (Carmen Castillo) nos invitó, pero no hemos conversado. Nosotros fuimos y escuchamos. Es como que tú me invites y me leas una cartilla y me digas ‘mire, Alfredo, de todo lo que hemos pensado, estas son mis conclusiones. Yo quería que las supiera. Gusto de verlo, hasta luego'».

Schönherr afirma no entender la poca apertura al diálogo. «Me gustaría tener la posibilidad de que nos escuchen, de que nos contesten, o de que nos muestren sus números», plantea.

«No sé, pero me da la impresión de que las autoridades no están conscientes de que prácticamente la mitad de la población se atiende en el sector prestador privado (…) No es que el 20% de la población (que está en isapres) se atienda en el sector privado, el 20% sí está asegurado en el sistema privado, pero en cuanto a las prestaciones de salud totales, el 47% lo hace en el sistema prestador privado», añade.

Según la asociación gremial, las clínicas atienden a ocho millones de personas, de las cuales cinco millones son pacientes Fonasa.

Uno de los focos de preocupación sobre la reforma es el plan universal que pretende instalar el Ejecutivo, que se llamará «Conjunto de Beneficios en Salud» (CBS).

Lo que se sabe hasta ahora es que las isapres solo podrán ofrecer tres versiones de este plan, diferenciadas únicamente por las redes de clínicas donde las personas podrán atenderse.

«Cuando se habla de redes, por ejemplo, hemos dicho -y se lo mandamos por escrito a la ministra- que nos preocupa (…) Está bien, hagamos redes, obvio, que haya una cobertura para la clínica 1, 2 y 3, pero si yo me quiero atender en la clínica 4, queremos que la isapre me dé la misma cobertura que me daría en las clínicas con convenio, y del sobreprecio me hago cargo yo. Pero no que me cubra cero. Es un detalle, pero es importante para nuestros asociados, porque los prestadores que por cualquier motivo no queden dentro de las redes que deben negociar las isapres quedarán excluidos de los pacientes privados, y entonces se acabará la libre elección», argumenta Schönherr.

Isapres validadas

El presidente de la Asociación de Clínicas tiene un diagnóstico claro sobre el sistema privado de salud: lo cree tan necesario como el sector público, clave para que la salud del país se desarrolle, pero también afirma que tiene problemas.

Según plantea el dirigente, «nos gustaría ver que existe un sistema asegurador público fortalecido, porque yo creo que es buena la competencia, y un sistema asegurador privado validado por la ciudadanía, tal como a los prestadores privados, que estamos tranquilos porque los resultados de distintas encuestas nos avalan (…) Me gustaría ver un sector asegurador privado que también pudiera mostrar que está validado. Nos inquieta que sea un sector que, la verdad, está muy vilipendiado, y lo peor, en mi opinión, es que con cierta razón».

»Me da la impresión
de que las autoridades no
están conscientes de que
prácticamente la mitad
de la población se atiende
en el sector prestador
privado».
»Me gustaría ver un
sector asegurador privado
que también pudiera mostrar
que está validado. Nos
inquieta que sea un sector
que, la verdad, está
muy vilipendiado, y lo
peor, en mi opinión, es
que con cierta razón».