Ayer se cerró el ciclo de negociaciones en torno a las indicaciones de la reforma laboral:

Entre las restricciones para usar este mecanismo están que ello no implique un traslado del lugar habitual de trabajo. Tampoco será posible contratar trabajadores adicionales en la víspera del proceso de negociación colectiva.

Por Mariana Penaforte y Pablo Obregón.

Un acuerdo en el «grueso» de los temas para las indicaciones a la reforma laboral logró ayer el Gobierno con los senadores de las comisiones de Hacienda y Trabajo de la Nueva Mayoría. Desde temprano en la mañana los parlamentarios llegaron hasta Teatinos 120 para reunirse con el titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, y de Trabajo, Ximena Rincón, junto al equipo de asesores de ambos para tratar de acercar posiciones en lo que todavía no había acuerdo.

Avanzaron en la definición general de las indicaciones y, este fin de semana, los equipos técnicos de los ministerios trabajarán en su redacción. El objetivo es ingresarlas al Congreso el lunes a las 18 horas, en plazo autoimpuesto por el Ejecutivo.

Y, pese a que el Gobierno se vio obligado a descartar la opción del reemplazo interno ante el rechazo reiterado de la mayoría de los parlamentarios oficialistas -con la excepción del DC Andrés Zaldívar- sí avanzó en una fórmula alternativa.

La idea planteada busca permitir que durante la huelga los trabajadores que no adhieren a esta puedan cubrir tareas compatibles con lo que hayan pactado en sus contratos. En el fondo, que se pueda reasignar dentro de la firma trabajadores para que cumplan funciones similares.

Esa reasignación tendrá una serie de limitaciones: no podrá implicar un traslado del lugar habitual de trabajo y tampoco se podrán contratar trabajadores adicionales en la víspera del proceso de negociación colectiva.

Un mecanismo similar ya existe en la legislación actual. Hoy está dispuesto en el artículo 12 del Código del Trabajo, que «el empleador dispone de la facultad de alterar la naturaleza de los servicios o el sitio o recinto en que ellos deben prestarse, a condición de que se trate de labores similares, que el nuevo sitio o recinto quede dentro del mismo lugar o ciudad, sin que ello importe menoscabo para el trabajador». En Francia, por ejemplo, hay una norma similar, donde un trabajador no puede reemplazar a otro si la función que ejerce es de menor calificación.

Sin embargo, esta fórmula de reasignaciones no logró consenso entre todos los parlamentarios. Algunos aún plantean preocupación sobre la polifuncionalidad que podrían ejercer finalmente estos trabajadores. Tampoco hubo acuerdo acerca de la regulación que prohibiría contratar a trabajadores antes de la negociación colectiva.

Pactos de adaptabilidad

En los puntos en que sí hubo acercamiento están: sacar los pactos de adaptabilidad de la negociación colectiva y exigir un quórum de sindicalización de 30% para realizarlos. El pacto de horas extraordinarias tendría una gradualidad de, por lo menos, dos años para aplicarse. «Quedan los pactos y con una gradualidad distinta y mayor en el caso de las horas extraordinarias», dijo la senadora DC Carolina Goic tras la reunión ayer.

También se acordó una mejora en la definición de servicios mínimos: la Dirección del Trabajo tendrá la obligación de pedir informes técnicos a las agencias estatales que regulan sectores, como la Superintendencia de Bancos, Sernageomin, etc.

Allamand: Si Valdés cede, va a quedar igual que Arenas después de la tributaria
Andrés Allamand (RN), integrante de la Comisión de Trabajo del Senado, lanzó duras críticas al Gobierno por el contenido de la reforma laboral. A su juicio, si no se incorpora una fórmula que permita abiertamente el reemplazo interno en caso de huelga, el gran perdedor será el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.

«Los ministros de Hacienda tienen gravitación en la medida en que mantengan su prestigio en el plano técnico, y si Valdés cede a la presión de la CUT, del PC y del PS, va a quedar exactamente igual como quedó Alberto Arenas después de la reforma tributaria», afirma el senador.

A su juicio, el Gobierno y la Presidenta Bachelet, en lugar de quedarse con la evidencia de la OCDE sobre reemplazo en huelga, han optado por someterse al «chantaje de la CUT que, para estos efectos, es el parlante del Partido Comunista».

Sobre el rol que ha jugado la Democracia Cristiana, Allamand señaló que durante los últimos días la falange terminó cediendo: «La DC en esta materia ha resuelto mirar para el lado. En los hechos, no tienen la voluntad para defender las posiciones del equipo técnico».

«Si no se produce de aquí al lunes un golpe de timón en el Gobierno, finalmente el país tendrá una reforma laboral aún más negativa que la reforma tributaria y educacional», asegura.

Empresas estratégicas, acuerdos individuales y reajustes por IPC
Entre los temas y artículos del proyecto de reforma laboral analizados por el Gobierno y los parlamentarios de la Nueva Mayoría para hacer cambios se encuentran los siguientes:

Acuerdos individuales

Se estudian modificaciones a artículo 289, señalando expresamente que no constituye una práctica antisindical un acuerdo individual sobre remuneraciones basado en capacidades, calificaciones, idoneidad, responsabilidad o productividad del o los trabajadores.

Ajuste por inflación

También se evalúa que el reajuste del IPC sea la base para una negociación, solo si esto fue pactado en el contrato colectivo.

Empresas sin huelga

En la Cámara de Diputados se rechazó el artículo 361, que definía las empresas que, por ser de utilidad pública, no pueden irse a huelga. Eso sería restablecido ahora en el Senado.

Corte de Apelaciones

El Gobierno estudia que sea esta instancia judicial un órgano competente que pueda determinar la reanudación de faenas de una empresa en huelga.