Por Carlos Alonso.

El economista e impulsor del movimiento reforma a la reforma tributaria, Bernardo Fontaine criticó las pocas señales que el Gobierno entregó el lunes luego de realizado el cónclave de la Nueva Mayoría. Si bien afirma que tenía pocas esperanzas de que saliera algo concreto de ese encuentro, sostiene que es clave para que el país retome el crecimiento que se realicen cambios profundos al sistema impositivo aprobado en septiembre del año pasado, y que a la vez se equilibre la Reforma Laboral.

¿Qué conclusiones saca después del cónclave de la Nueva Mayoría?

Después del conclave quedamos con la misma duda sobre el cambio de rumbo en la reforma. Lo que falta es que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, corrija la Reforma Tributaria y equilibre la reforma laboral, condiciones necesarias para que Chile vuelva a crecer.

El Gobierno reiteró que se realizarán cambios y perfeccionamientos a la Reforma Tributaria ¿es suficiente con esas modificaciones o deben ser necesariamente vía legal?

Los errores de la Reforma Tributaria necesariamente pasan por un cambio legal. Es un error pensar que la sola reducción de la renta atribuida va a solucionar los problemas del nuevo sistema impositivo. Lo que se debe hacer es mantener el impuesto de primera categoría en 25% y no en 27%, porque eso perjudica el ahorro. Asimismo, la imputación del crédito pagado por la empresa contra los impuestos personales tiene que ser 100% y no 65%, porque de mantenerse así significa una discriminación entre chilenos que ganan lo mismo. Tercero, se debe simplificar la reforma en la innumerable cantidad de registros innecesarios que se crearon. Y cuarto, hay que corregir los requisitos para el acceso a beneficios tributarios en las pymes.

¿Ve factible que el Gobierno acceda a este tipo de cambios que plantea?

Los cambios a la reforma tributaria y laboral son indispensables para que la actividad retome el crecimiento. Todos dijimos que estos cambios iban a afectar el crecimiento y las cifras lo están ratificando. Sabemos que tenemos una reforma laboral que afectará el empleo, pero espero que el Gobierno se afloje en su porfía de continuar reformas técnicas mal hechas.

Tras el cónclave ¿Cómo califica el rol que ha jugado el ministro de Hacienda?

El ministro Valdés es un gran economista y toda nuestra esperanza está puesta en él, pero tiene que ponerse los pantalones para equilibrar la reforma laboral y corregir la Reforma Tributaria. Hay muchas personas al interior de la Nueva Mayoría que comparte la idea de cambiar las reformas, y por otra parte, los Ministros de Hacienda, desde hace varias décadas, cumplen la función de ser filtros que aseguren que las reformas sean pro crecimiento y técnicamente correctas. Ese es el rol que tiene que cumplir todo ministro de Hacienda.

¿Y eso no lo está haciendo Valdés?

Está en eso, pero debe asegurarse que llegue a buen puerto. Si bien con éxito ha vuelto a establecer el crecimiento como prioridad en la agenda, ahora tiene que asegurarse que esa prioridad se concrete con cambios reales en las reformas en curso.

¿Lo ve empoderado para hacer esos cambios que plantea?

El ministro tiene grandes capacidades, pero depende del apoyo de la Presidenta de la República. La situación mediocre de crecimiento y creación de empleo hace inminente la necesidad de cambios en la dirección del Gobierno.

Para impulsar estos cambios ve a Valdés haciendo duplas con el ministro de Interior, Jorge Burgos y con el titular de la secretaría General de la Presidencia Nicolás Eyzaguirre?

Tiene a ellos, pero muchos otros también del Gabinete que deben estar dándose cuenta de que tiene que volver la sensatez al Gobierno.