Este curso es parte del plan de formación médica, iniciativa comandada por el área curativa de la Gerencia de Salud, que tiene por objetivo potenciar y robustecer el programa de capacitación ACHS en este ámbito, promoviendo el desarrollo continuo de las competencias de los colaboradores.

Un equipo de expertos de McGillUniversityHealth Center de Montreal, Canadá, realizaron un curso de trauma rural a personal médico de la red ACHS y ESACHS en busca de homologar los criterios de atención primaria que se realizan en los policlínicos y agenciasubicados en zonas extremas, por medio de una metodología de trabajo en equipo,basada en el liderazgo y la práctica.Este curso es parte del plan de formación médica, iniciativa comandada por el área curativa de la Gerencia de Salud (GSA), que tiene por objetivo potenciar y robustecer el programa de capacitación ACHS para el ámbito de salud, promoviendo el desarrollo continuo de las competencias de los colaboradores.

El grupo de médicos extranjeros estuvo encabezado por el Dr. TarekRazek, director y jefe de la división de Cirugía del Trauma deMcGillUniversityHealth Center (MUHC), quien estuvoacompañado por el Dr. Daniel Roizblatt, médico cirujano del Hospital del Trabajador. Ambos fueron responsables de dictar el curso a83 personas entre paramédicos, enfermeras y médicos de ACHS y ESACHS.Parte de este equipo de trauma del Hospital McGill, comandados por el mismo Dr. Razek,ya habían visitado la ACHS durante marzo para realizar el curso “Desarrollo del Equipo de Trauma Rural”, instancia en la que visitaron las agencias de Maipú, Quilicura y Melipilla; donde además de impartir el curso se capacitó a profesionales de la ACHS para ser instructores de este mismo taller. En esta segunda visitase dictó el curso en los centros de Temuco y Calama, sumandomás profesionales ACHS como directores, quienes ahora quedan también con la facultad de impartir el curso en el resto de las agencias ACHS a nivel nacional.

Durante el curso, el Dr. Razekresaltó la relevancia que tiene para un paciente crítico accidentado en zonas rurales o extremas, que su atención primaria sea realizada por un equipo médico organizado, con buena comunicación y con un liderazgo marcado. “Los equipos médicos de zonas rurales se han acostumbrado a trabajar sólo ante la emergencia y se han olvidado del ABC de la atención clínica. Muchas veces en los equipos existen dos personas que cumplen el mismo rol o los suministros no están organizados. Y ante un paciente crítico estos detalles son vitales,cada minuto cuenta”, explica. Para el dr.Razek, un buen equipo debe determinar dentro de 15 minutos si el paciente excede sus recursos e iniciar el proceso de traslado. “Para ello se deben conocer los recursos.Esto no ocurre siempre, en EEUU realizamos un estudio y nos dimos cuenta que el 60% de los casos de muertes por trauma ocurren en zonas rurales a pesar de que sólo el 20% de la población vive allí. Y esto es porque los pacientes deáreasextremas tienen más probabilidades de morir que los de zonas urbanas, sencillamente porque es más difícil encontrarlos y pedir ayuda.Siempre existe el factor retraso”.

Para policlínicos ubicados en condiciones geográficas extremas el dr.Razekafirma que es necesario contar con equipos entrenados, compuesto por un líder de equipo, un primer miembro del equipo y un segundo miembro del equipo. Aunque esto varía de acuerdo a la realidad de cada centro de atención rural y su dotación. “El líder de equipo debe ser alguien capaz de mantener la calma, tener control, ser resolutivo, ver el panorama general y debe tener determinadas responsabilidades” asegura el experto canadiense.

Practicar, practicar, practicar

¿Pero cómo se construye un buen equipo? Es fundamental la práctica, y para ello el dr.TarekRazek da como ejemplo el reciente logro obtenido por la selección chilena en Copa América, donde el equipo nacional se coronó campeón, pero además logró dejar una impecable imagen en el trabajo táctico. “Lo que hizo la selección de Chile no es por suerte, es fruto del trabajo y la práctica. Cada integrante del equipo entrena su especialidad. El arquero entrena en su rol de guardametas, los defensas practican sus tareas de coordinación y el delantero la puntería. Luego, todos practican juntos. Y lo hacen una y otra vez. Nosotros, los equipos rurales, debemos hacer exactamente lo mismo, funcionar como una orquesta. Hay que saber los pasos que se van a dar, saber si cuento con los elementos para hacerlo, saber si tengo la práctica para hacerlo. No hay que improvisar. Siempre que llegue un paciente tenemos que haberlo practicado”.

Observatorio Alma

Durante su estadía en Chile, el equipo de médicos cirujanos canadienses,junto a profesionales de la Asociación Chilena de Seguridad, Hospital del Trabajador ACHS y ESACHS,viajaron hasta Calama para conocer la realidad geográfica a la cual se ven enfrentados los equipos de salud ubicados en el Observatorio ALMA,lugar donde se desempeñan a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar y con una sensación térmica que puede llegar a los -30ºC, con vientos de hasta 100Km/h.

En la oportunidad, el equipo visitante conoció las instalaciones y conversaron con Daniel Soza, paramédico coordinador del Policlínico ESACHS ubicado en ALMA. “Como ESACHS llevamos cuatro años trabajando en ALMA. Somos dos paramédicos y dos enfermeros que nos preocupamos de todo el ítem salud, tanto enfermedad común como enfermedades o accidentes del trabajo, además de los exámenes pre ocupacionales. Somos un socio estratégico para ALMA”, aseguró Soza.
“Ser parte de este proyecto, es un logro tanto personal como de la empresa. Hicimos un estudio fisiológico en altura junto a la Universidad de Berlín y la Universidad de Chile, donde tuve la oportunidad de ser parte.

Por ende, el crecimiento, no sólo ha sido en lo profesional, sino también en lo personal. Son las oportunidades que te entrega estar trabajando en este megaproyecto de nivel mundial”, agrega.

Respecto a la complejidad de trabajar en ALMA y ser responsable de la salud del personal nacional e internacional que sube al valle de Chajnantor, donde están emplazadas las 66 antenas, Daniel Soza asegura que no es fácil, pero que tienen la situación bajo control. “Acá hemos tenido situaciones bastante graves con pacientes afectados por la altura. Pero hemos reaccionado bien a pesar de estar muy aislados. Tomamos varias medidas para controlar estas situaciones, tanto del punto de vista fisiológico como psicológico. Un paciente afectado por mal de altura se puede morir sólo por dos causas, falta de oxígeno o hipotermia y acá tenemos provisiones necesarias para hacernos cargo de ambas. Por ende, trabajamos mucho el aspecto psicológico, cosa que el paciente sienta la seguridad de que si se ve afectado estamos haciendo algo por él”.

Finalmente, tras la visita al Observatorio ALMA, el equipo de extranjeros visitó la agencia Calama donde capacitó al personal médico y paramédico de las agencias y policlínicos ACHS de la zona.