El subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, aseguró que el proyecto respeta la libertad sindical y promueve los acuerdos entre las partes. Los expertos Zarko Luksic, Fernando Coloma y Francisco Tapia se mostraron divididos por los supuestos beneficios del proyecto y consideraron que hay espacio para cambios.
Por Juan Pablo Palacios.
El mercado laboral y su regulación es posiblemente uno de los temas que más pasiones y diferencias genera entre los distintos actores de la vida nacional.
Así quedó reflejado ayer en el seminario “Reforma laboral: ¿cómo beneficia a los trabajadores?”, organizado por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica y patrocinado por PULSO, donde expuso el subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, y debatieron en un panel de conversación los abogados Zarko Luksic, Francisco Tapia, y el economista Fernando Coloma.
Con gestos de aplausos y aprensiones, el auditorio del evento no quedó indiferente frente a temáticas como titularidad sindical, extensión de beneficios y fin del reemplazo en huelga, en las que los expositores mostraron diferencias respecto de los alcances de la normativa propuesta por el Gobierno que hoy se ve en el Senado.
El primero en tomar la palabra fue el subsecretario Díaz, quien partió su presentación explicando los diez principales titulares que agrupa la Reforma y entremedio aprovechó de ir refutando las críticas de los privados y expertos.
“De la conjugación de los principios de titularidad sindical, fin del grupo negociador y beneficios de los contratos colectivos, ha surgido una crítica y un debate interesante. La crítica apunta a que de esta manera se está forzando a los trabajadores a pertenecer a un sindicato, es decir, hay acá una especie de sindicalización forzada. A nuestro juicio no. Creemos que este proyecto es plenamente respetuoso de la libertad sindical, donde el trabajador en todo momento disfruta del derecho de afiliarse a un sindicato y de desafiliarse, de cambiar o de formar un sindicato nuevo, por tanto no creemos que se afecte de ninguna manera (la libertad sindical); lo que estamos haciendo es llevar las cosas a su justa medida”, dijo el subsecretario.
Sobre una eventual contienda de inconstitucionalidad derivada del texto, Díaz señaló: “Creemos que hay letras de la Constitución claras que nos permiten regular las modalidades y procedimientos de la negociación colectiva; y creemos que además hay una serie de tratados internacionales que aportan e ilustran sobre estas materias que razonablemente están incorporadas en nuestro ordenamiento constitucional. Acá va a haber una discusión, vamos a ver si nos llevan al Tribunal Constitucional, pero creemos que tenemos todos los argumentos para que esta reforma sea aprobada sin mayores problemas constitucionales”.
“¿Afecta la productividad y golpea al empleo la Reforma Laboral? A nuestro juicio, no”, se respondió así mismo la autoridad durante su presentación y agregó que: “creemos que este proyecto aborda la negociación colectiva y hay otros instrumentos que estamos llevando adelante por el tema de empleabilidad en mujeres y jóvenes; el fortalecimiento de la Dirección del Trabajo; se conformó una comisión de productividad, donde se abordará el tema del mercado del trabajo y la capacitación”.
Posteriormente, el subsecretario confirmó de todos modos que en las próximas semanas se presentarán indicaciones a la Reforma. Consultado por la petición de los senadores de la DC de acelerar el trámite del proyecto en la Cámara Alta, indicó que “todos compartimos el criterio de dar una discusión profunda, pero con celeridad. Adelantar tanto más el trámite es difícil, por las dinámicas propias de semanas distritales y porque hay mucho interés de los actores de exponer sus puntos de vista, pero creemos que siete u ocho semanas permiten una discusión acabada y con celeridad”.