Tras el 0,5%, la inflación en doce meses saltó a 4,4%. Atrás quedaron las opciones de acercarse al centro de la meta en diciembre. Mañana la UF llegará a $ 25.001,96.

Por Denisse Vásquez H.

Una mañana de sobresaltos vivió ayer el mundo financiero nacional. Tras amanecer preocupado por la caída de las bolsas en China, pronto tuvieron que lidiar con la sorpresiva alza de 0,5% que registró el Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante junio.

Conforme a este incremento informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) -mayor al 0,3% anticipado-, la inflación en doce meses llegó a 4,4%. Es decir, tal como se preveía, volvió a ubicarse sobre el techo del rango meta del Banco Central (2%-4%) y, al mismo tiempo, activó alzas en los pronósticos privados para el cierre del año.

Si hasta mayo las expectativas apuntaban a la posibilidad de que el IPC del año se ubicara en torno a 3%, ahora las apuestas se acercan al 4%. Un promedio nada halagüeño si se considera que los alimentos, por ejemplo, suben 7,5% en el último año y ya 2014 terminó con una inflación de 4,6%.

Aún más, la Unidad de Fomento (UF) llegará a $ 25.001,96 mañana.

«El resultado retrasa una perspectiva de retroceso inflacionario más intenso, incluso para quienes esperaban una disminución muy moderada, al tiempo que descarta cualquier recorte en la tasa referencial del Banco Central en los próximos meses», dijo el economista Scotiabank Chile, Benjamín Sierra.

Tampoco, advirtió el experto, es suficientemente alto como para que la política monetaria gire hacia un discurso más agresivo, «ya que las débiles cifras de actividad y el menor ritmo de las remuneraciones sugieren ser prudente».

De hecho, los análisis de distintas entidades financieras evidenciaron ayer el matiz sobre lo puntual o no que serían las alzas de junio.

«La evaluación de esta cifra debiese ser benigna (…), por cuanto una serie de efectos por una vez incidieron en el elevado registro de junio», sostuvo BBVA Research. Añadieron que la dispersión inflacionaria retrocedió a 52,6% (54,2% el mes pasado), indicando una caída en el número de productos de la canasta del IPC que registraron alzas en el mes.

Desde BTG Pactual señalaron que el dato de junio sugiere que «la firmeza de inflación cede». «Llama la atención la persistencia de la inflación de servicios considerando la moderación en el crecimiento de los salarios nominales y la debilidad en la actividad económica, creemos que una brecha de capacidad acotada es una causa posible», dijo el economista senior de la entidad, Mario Arend.

Banchile Inversiones, en cambio, reparó en que sigue habiendo algunos efectos de segunda vuelta específicos en la variación del IPC que impiden que empiece a moderarse en el actual contexto de desaceleración.

Decidor, en esta línea, fueron los aumentos de 0,4% en el IPCX1, que excluye productos volátiles, de precios regulados y algunas indexaciones; y en el IPCSAE, que excluye alimentos y energía, como comentó Sierra.
En este contexto, BCI Estudios aludió a que la Encuesta de Operadores Financieros del Banco Central de la primera quincena de julio comienza a configurar un escenario de prolongación del actual estímulo monetario. Así, la mediana de expectativas a doce meses para la tasa de interés retrocedió desde 3,25% a 3,0%.

¿Podría ejercer mayor presión el dólar en este escenario? «Sólo de persistir su fortalecimiento, pero es algo poco probable», dice el economista de EuroAmerica, Felipe Alarcón. Explicó que Grecia y China, los dos elementos que están impactando hoy al tipo de cambio, responden más a un fenómeno transitorio que permanente. «Despejando estas dos variables, deberíamos ver un tipo de cambio retrocediendo a niveles de $ 630 o menos», concluyó.