La próxima semana harán una consulta para definir cómo se movilizarán:

Aseguran que están cansados de «poner la cara» ante los pacientes por los problemas del sector público.

Por NADIA CABELLO y RENÉ OLIVARES.

Con una cuenta regresiva en las redes sociales, los médicos de todo el país buscan recordarle a diario al Ministerio de Salud el ultimátum que le dieron para que les entregue respuestas concretas a sus demandas. El plazo acaba el 30 de de junio.

Los profesionales se declararon «en alerta» a fines de mayo -descontentos porque aseguran que en la cuenta pública de la Presidenta Bachelet, Salud no fue prioridad y luego porque consideraron insuficientes las respuestas que la cartera entregó a sus demandas- y desde entonces han sostenido reuniones en la mayoría de los hospitales y servicios de salud del país.

El sentimiento que ha surgido en las asambleas, cuenta la presidenta del regional Santiago, Izkia Siches, «es que parece que nadie se da cuenta de que la Salud no puede seguir esperando y los médicos no aguantamos más. Está la idea de que si no nos movilizamos, vamos a seguir esperando por décadas».

Con ese diagnóstico, entre los médicos se ha crispado el ambiente: en todas las regiones se empieza a hablar de endurecer su postura y la opción de un paro a nivel nacional toma fuerza. «Hoy tenemos bases bien informadas y bien organizadas, que saben que un paro perjudicaría a los pacientes, pero que están dispuestas a parar tres días para mejorar la situación para el resto de los años», reconoce Siches.

Otra opción que ha surgido de los facultativos -donde se incluyen profesionales de hospitales, consultorios, especialistas y becarios- es la de una renuncia masiva, de al menos mil médicos a nivel nacional. «La postura es la de una movilización ascendente porque estamos cansados de que las cosas estén mal y seamos los médicos los que tengamos que poner la cara ante los pacientes», dice el consejero general del Colegio Médico representante de Punta Arenas, Gonzalo Sáez.

En cada región, además, hay malestares locales que los hacen inclinarse por un paro. En Arica, por ejemplo, dicen que el hospital no tiene recursos. En O’Higgins, son los médicos en etapa de formación y destinación (ex generales de zona), como también de profesionales de la atención primaria los que más están pendientes de una eventual movilización.

Este ambiente complica a la dirigencia del gremio, pues de producirse un paro, sería el primero desde 2007, cuando en todas las regiones (salvo la Metropolitana) los facultativos dejaron de atender por un día. Su presidente, Enrique Paris, reconoce que «estoy bastante aproblemado. No me gustaría un paro y se lo he transmitido al Ministerio de Salud, pero veo todos los días que los médicos ya no dan más».

Entre lunes y miércoles, los médicos harán una consulta nacional, en la que votarán el petitorio, definirán cómo llevarán adelante sus movilizaciones si es que al 30 de junio no obtienen una respuesta satisfactoria.

Qué piden los facultativos
Petitorio del gremio. Cinco puntos tiene la lista de demandas que hicieron los dirigentes del Colegio Médico y que ha sido aprobada en la mayoría de las asambleas locales. Corresponden a temas que afectan exclusivamente a los facultativos y son aumento del sueldo base, asignaciones de competencia para los especialistas, que exista un incentivo al retiro periódico, que se establezca la condición de funcionarios a quienes cursan una beca y la portabilidad de la acreditación.

Demandas globales. En las reuniones en los hospitales, los médicos han pedido que se integren otras peticiones al Gobierno que apuntan a abordar lo que ha sido denominada como una «crisis de la Salud». Entre ellos está el fortalecimiento del sistema público con la entrega de más recursos y mejor gestión, por ejemplo, respetando los concursos de Alta Dirección Pública para los cargos técnicos. Los profesionales también urgen porque se lleven a cabo cambios estructurales, entre los cuales mencionan la prometida reforma a las isapres.