Ministro Rodrigo Valdés tendría rol más relevante para conciliar proyecto con metas de crecimiento. Equipos técnicos de Trabajo y Hacienda se ajustan tras salida de asesores clave.

Por Nicolle Peña.

Una segunda tregua en menos de tres semanas ofrecerá el Congreso a los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, y del Trabajo, Ximena Rincón, en el debate laboral. Primero fue la “pausa reflexiva” que solicitaron al asumir en sus cargos, el 11 de mayo, y que llevó a la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados a suspender temporalmente la discusión del proyecto. Este lunes, el congelamiento general de las actividades legislativas, por la semana que los parlamentarios dedican exclusivamente a sus distritos cada fin de mes, vuelve a postergar el debate.

Lo cierto es que este espacio dará tiempo a Rincón y Valdés para afinar y coordinar su estrategia, en que éste último asumiría un rol más activo. Una de las materias que deberán zanjar en el corto plazo es si habrá o no un ajuste en los equipos que defenderán la reforma en esta especie de “segundo tiempo” que inauguró la llegada del nuevo gabinete.

El abogado Roberto Godoy, uno de los ideólogos del proyecto, dejará su puesto como asesor en Trabajo en las próximas semanas y ya se encuentra colaborando parcialmente en Justicia con la ex titular de la cartera, Javiera Blanco. Esta semana la ministra Rincón habría insistido en su intención de persuadir al abogado para que la acompañara al menos hasta que la reforma salga del Senado.

Tras la salida de Godoy -que también fue asesor del ex ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade- lo más probable es que Claudia Donaire y Ariel Rossel pasen a la primera línea línea técnica. Ambos llegaron a Huérfanos 1273 de la mano del subsecretario Francisco Díaz, en 2014, aunque Donaire trabajó en el primer gobierno de Bachelet como asesora de Andrade al igual que Rossel, que fue parte de la Dirección del Trabajo.

Desde el ministerio del Trabajo afirman que resto del equipo técnico ligado a la reforma laboral se mantendría intacto. Hasta el momento, sostienen, los únicos cambios se dieron a nivel de jefaturas. Cristián Cuitiño asumió como jefe de gabinete y Eliel Hasson es el nuevo jefe de asesores; ambos llegaron con Rincón desde la Secretaría General de la Presidencia.

Rol de Hacienda

Pero el reordenamiento también alcanzaría otras dimensiones. Si en la primera etapa de la reforma laboral fue la ex ministra del Trabajo Javiera Blanco quien lideró el debate, en esta nueva fase el control recaería Hacienda.

La primera señal fue dada el lunes pasado. En su primera participación en la comisión de Trabajo, Valdés cerró la puerta a la negociación ramal y a un reajuste por IPC del piso mínimo.

Así, el nuevo titular de Hacienda adquirirá un rol mucho más directo en la “ingeniería de detalles” del proyecto, para así reducir el riesgo de un impacto adverso en el crecimiento económico, tarea relevada en el discurso de la Presidenta este 21 de mayo. Eso sí, y tras la salida del asesor del ex ministro Arenas Julio Valladares -quien llevaba las negociaciones de la cartera en el Congreso- Valdés pidió a Macarena Lobos que continuara como coordinadora legislativa. Si bien la abogada asiste a cada sesión de la comisión, tomando nota rigurosamente de cada paso del proyecto, aún no tendría una decisión tomada. Cercanos a la cartera afirman que quien podría tomar un rol más relevante es Enrique Paris, quien pasó de coordinador general de modernización del Estado a jefe de asesores.

En cuanto al espacio de cambios, está previsto que hacia el fin de la discusión en la comisión de Trabajo ingresen nuevas indicaciones del Ejecutivo. Mientras en la CUT apuestan a que la mayoria de los cambios se hagan en la Cámara, los empresarios esperan tener una nueva oportunidad en el Senado, donde el oficialismo ya mira con buenso ojos la idea de explorar un acuerdo.

Según la senadora Adriana Muñoz (PPD), de la comisión de Trabajo, la reforma podría llegar a la Cámara Alta recién en julio.