Tanto el subsecretario de Previsión Social como el asesor de Trabajo, Roberto Godoy, expusieron en seminario en la Usach. Señalaron que las 819 indicaciones presentadas no retrasarán la tramitación de la reforma laboral.

Por Pía Toro.

Si bien el Gobierno ya había desestimado incorporar en el proyecto de reforma laboral la negociación colectiva por rama, pese a las presiones de los gremios sindicales y de los propios parlamentarios de la Nueva Mayoría, desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) han insistido en el tema, e incluso señalando que si no es tratado en este proyecto se podría resolver posteriormente en otra iniciativa.

Pero durante un seminario organizado por la Universidad de Santiago (Usach) sobre reforma laboral los representantes del ministerio del Trabajo dejaron las cosas muy claras. El subsecretario de Previsión Social, Marcos Barraza (PC), reiteró que la presentación de indicaciones de los parlamentarios de la Nueva Mayoría demandando negociación ramal “son posiciones legítimas. Sin embargo, las materias sobre el libro IV (del Código del Trabajo) son materias exclusivas del Ejecutivo y eso es algo que está muy claro. Si no hemos hecho indicaciones al respecto es porque no vamos a innovar sobre esto”.

Con ello cerraba la puerta a las aspiraciones de la CUT y al mismo tiempo enviaba una señal al empresariado, que ha visto en este debate una amenaza.

También así lo señaló el asesor del ministerio del Trabajo, Roberto Godoy (PS), durante el seminario en la Usach. “Dentro de los compromisos del programa de Gobierno no está el avanzar en una negociación colectiva más allá del nivel de empresa. El Gobierno no lo tiene previsto, no hay un compromiso en esa dirección y no lo tiene previsto en el tiempo que queda de administración, avanzar en un nivel distinto de negociación. No es que una vez terminada esta reforma se vaya a avanzar a una negociación sectorial”, dijo.

Pero el abogado, pieza central de la redacción de la reforma y ex jefe de gabinete del presidente del PS, Osvaldo Andrade, no sólo se quedó en justificar la decisión a través del programa de Gobierno, sino que también por medio de modelos internacionales.

“Hay muchos países desarrollados miembros de la OCDE con modelos de negociación colectiva a nivel de empresa. EEUU, Japón, Australia, la mitad de Canadá, tienen un modelo así, y son exitosos”, sostuvo.

En este contexto, Godoy hizo hincapié en que Chile, tradicionalmente ha desarrollado este modelo que tiene relación con la estructura productiva heterogénea del país. “En los países escandinavos donde hay sistemas centralizados de negociación, la estructura productiva es homogénea, no hay empresas ni muy grandes, ni muy pequeñas, sino que son empresas con tamaños muy similares. En Chile la estructura productiva es muy distinta: hay muy pocas empresas grandes que concentran gran parte de la producción y dan mucho empleo; y hay un gran número de empresas pequeñas, que sin embargo dan poco empleo (…) por lo que al establecer sistemas homogéneos de negociación puede que no terminen produciendo los efectos deseados”, señaló.

Además sostuvo que para avanzar hacia una negociación ramal, hay que construir un pacto social, tener actores que puedan enfrentar estos procesos, y en tanto eso ocurra, dijo, “lo peor es que quedemos inmovilizados”.

Urgencias

El miércoles recién pasado la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados terminó de votar las modificaciones al libro III del Código del Trabajo, relacionado con materias de sindicalización, por lo que recién el próximo lunes 4 de mayo comenzarán a tratar el libro IV respecto a negociación colectiva, y uno de los más polémicos hasta ahora.

Pero el proyecto tiene urgencia simple, es decir, se tendría que tramitar en un período de 30 días en la Cámara de Diputados, tiempos que ya estarían sobrepasados.

En ese sentido, y respecto a la consulta sobre la posibilidad de retirar dicha urgencia, el subsecretario Barraza señaló que “conforme se vaya haciendo la discusión se tendrá que hacer el trámite legislativo pertinente. Lo importante es que el libro III está aprobado, lo que significa que hemos tenido una eficiencia importante en la tramitación”.

De todas manera, y al inicio de su exposición, la autoridad dijo que las 819 indicaciones que se presentaron “no constituyen un obstáculo real para el avance del proyecto”.