Para el proceso que queda este año y los que vienen en 2016

Una de las preocupaciones de la estatal es adelantar las negociaciones con sus trabajadores para lograr desactivar potenciales conflictos antes de que sea legal realizarlos.

Por Mario Riveros M.

Este año Codelco no tendrá conflictos importantes con sus trabajadores. O, al menos, no debería tenerlos. Es que si a principio de año eran cinco las negociaciones colectivas que tenía la estatal programada para 2015, tres ya se realizaron y una se postergó, por lo que solo queda afrontar el fin del contrato colectivo del Sindicato de Supervisores Rol A de Radomiro Tomic, que agrupa a 169 trabajadores.

«La idea es llegar a un acuerdo rápido y satisfactorio para los dos lados», explica su presidente, Hernán Aros, quien dice que las circunstancias actuales del precio del cobre y de las inversiones en proyectos estructurales de Codelco están contempladas en lo que serán sus negociaciones con la compañía, desde el 16 de agosto próximo.

Hasta ahora ellos son el único sindicato que dice que la minera no ha sido proactiva en el inicio de las negociaciones (buscando despejar el flanco antes de que comience la negociación reglada), probablemente, dice Aros, porque el sindicato es relativamente pequeño y ordenado, lo que «permite evacuar con rapidez cualquier negociación y un eventual acuerdo».

En el caso de los otros sindicatos, Codelco ha operado con celeridad, siguiendo una de las prioridades de Nelson Pizarro, su presidente ejecutivo, quien, tras echar a andar los proyectos estructurales, se ha enfocado en bajar costos y limitar los conflictos con su propio personal.

Y aunque históricamente la administración de la compañía siempre ha buscado adelantar todas las negociaciones, este año la empresa ha sido «muy eficiente» en esta tarea, como dice un dirigente de la Federación de Trabajadores del Cobre.

«Adelantando siempre gana el empleador», dice Pablo Fernández, presidente del Sindicato Unificado de Trabajadores de Andina, el que también ya cerró sus negociaciones.

Es que, explica el dirigente, si se negocia antes del período legal, los trabajadores pueden romper la mesa sin tener derecho a ir a huelga, por lo que es más probable un acuerdo pacífico que no entorpezca la producción de la minera. Además, «ya no están los tiempos para negociar como antes. Tenemos acuerdos sólidos que no se cuestionan, lo que asegura la gobernanza de la firma. Y eso es bueno para todos», comenta.

Aún así, las negociaciones de cada sindicato «no deberían mezclarse con el trato de (todos) los trabajadores con la empresa», dice un dirigente, por lo que por mucho acercamiento que haya, recién la FTC definirá una posición para las próximas negociaciones -principalmente para las que se esperan para 2016- entre 15 y 17 de abril, en el 66° Congreso General de la entidad, en La Serena.

«Nosotros no nos olvidamos de que hay un entorno del negocio; hay negocios que no están resultando o se están demorando más, y hay menos ingresos y excedentes en la compañía, que se ha tenido que endeudar para mantener su producción. Todo eso tenemos que analizarlo al momento de negociar», dice Manuel Cañas, presidente del Sindicato Unificado de Trabajadores de la División Andina de Codelco, la que negociará en marzo del próximo año.

«Hay negocios que no están resultando o se están demorando más y hay menos ingresos en la compañía, que se ha tenido que endeudar para mantener su producción».
MANUEL CAÑAS
PRESIDENTE DEL SINDICATO UNIFICADO DE TRABAJADORES DE LA DIVISIÓN ANDINA DE CODELCO