Fonasa estima que este año ahorrarán cerca de $2 mil millones por este concepto:

Nuevo modelo apuesta por la solución completa del problema del paciente, y no por el pago del día cama. Expertos piden asegurar que las prestaciones que se entreguen sean de calidad.

Por C. SAID y N. CABELLO.

Hace unos días cerró la licitación que Fonasa realizó para la compra de camas a clínicas, con el fin de enviar a estos recintos a aquellos pacientes críticos que el sistema público, por exceso de carga, no puede recibir. Pero este año el seguro público cambió el formato de compra de servicios, ya que le pagará al sector privado por la solución completa del problema de salud del paciente, y no por el valor del día cama, como se ha hecho hasta ahora.

Según dijo la directora de Fonasa, Jeanette Vega, este nuevo modelo le permitirá al Estado ahorrar cerca de $2 mil millones anuales, y a pesar de que el concurso público -al que se presentaron 37 clínicas- aún no realiza su adjudicación, es posible ver cómo los precios base exigidos por las clínicas son menores que los que pedían en el sistema antiguo.

Por ejemplo, los recintos piden en promedio $5,1 millones por paciente para la atención médica de adultos críticos. Esto es más que los $689 mil que costó el promedio de día cama entre 2010 y 2013. Pero si se considera que un paciente está cerca de 9,4 días internado en el sector privado -con lo que la atención por paciente salía $6,5 millones-, se observa que la nueva solución es 20% más barata que en el esquema antiguo.

La tendencia a la baja también se da con las atenciones para pacientes pediátricos y neonatales (ver infografía), y los expertos coinciden en que el nuevo formato es mucho más barato para el Estado.

El director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, Héctor Sánchez, dice que «cuando a las clínicas se les pagaba por día cama, les convenía tener a los pacientes más días. En cambio, cuando se les paga por la solución integral, ellos buscan la forma de tener la solución», para dar de alta a ese paciente y desocupar la cama.

Así, dice Sánchez, las instituciones privadas están obligadas a «mejorar sus protocolos» para solucionar el problema de los pacientes que reciban.

La jefa del Programa de Políticas, Sistemas y Gestión de Salud de la U. de Chile, María Soledad Martínez, explica que se trata de una herramienta de gestión clínica, porque «se les dice a los recintos que tienen que mejorar al paciente sin gastar de más o de menos, porque si gastan menos, el paciente no se mejora; y si gastan más, eso no se lo van a pagar».

Héctor Sánchez explica que el sistema también sirve para ayudar a contener los costos de la salud, a pesar de que estos están dados por varios factores, como el avance de la tecnología. «Se ha demostrado que el pago por acto médico -consulta, examen, día cama- es un modelo inflacionario. En cambio, el nuevo sistema pone el incentivo en buscar soluciones efectivas», dice el académico.

María Soledad Martínez coincide en que el modelo también es un instrumento financiero, porque Fonasa les traspasa el riesgo a las clínicas. «El prestador sabe más o menos cómo se comportan los casos (si determinados pacientes se sanarán o no), pero de todas maneras toma un riesgo», dice.

Por eso, Martínez dice que el Estado «debe tener mecanismos para monitorear el riesgo transferido, porque eso puede ir en desmedro de la calidad» en caso, por ejemplo, de que las clínicas den de alta a pacientes con antelación, para liberar camas y recibir nuevos casos. De todas maneras, cuenta que algunas clínicas, como la Dávila, tienen departamentos que revisan que eso no ocurra.

Complejidad del paciente

El presidente de la Asociación de Clínicas, Mario Rivas, explica que los precios de los recintos privados son los base y que corresponden a la atención de pacientes con una complejidad promedio. «Si tengo un paciente con el doble de complejidad, también se duplica el precio a cobrar», explica.

Rivas detalla que esto quedó definido en las bases de licitación del modelo. Así, por ejemplo, el precio para un paciente con «ventilación mecánica de largo plazo y con traqueotomía» es 11,4 veces más caro que el precio base que piden las clínicas.

Sobre el cambio de modelo, Rivas dice que Fonasa «avanza en la dirección correcta, porque ambos sectores (público y privado) se complementan. Aquí lo que importa es la resolución del problema del paciente», afirma el ejecutivo, quien añade que «indudablemente este mecanismo tiene que apuntar a la contención de costos».

ISAPRES

Héctor Sánchez dice que los seguros privados deben adoptar el nuevo modelo.