Mayor tipo de cambio y aumento de alimentos por la sequía son algunos factores relevantes:

Zapallo italiano, paltas y limones presentan alzas de hasta 41%. Subieron igualmente los bienes importados, los cigarrillos -por los impuestos- y las tarifas eléctricas.

Por LINA CASTAÑEDA.

De los 321 productos que conforman la canasta de bienes y servicios que sirve de base para el cálculo del IPC, 213 han subido más de 3% en los últimos doce meses, siendo parte de la sorpresa que ha provocado un aumento en las expectativas inflacionarias, a niveles en torno a 3% anual en diciembre.

En noviembre y diciembre pasado, gran parte del mercado estimaba que la inflación iba a cerrar este año bajo el 3%, dice Sebastián Senzacqua, analista de BICE Inversiones, que ahora está proyectando una inflación anual de 3,6%.

Un alto porcentaje de productos presentó alzas en sus precios en febrero -en relación con el mes anterior-, lo que raramente ocurre, porque se trata de un período en que el IPC es estacionalmente bajo, dice Senzacqua. Su pronóstico es que en mayo o junio la inflación se situará en el techo de 4% que tiene el rango meta del Banco Central. La mayor inflación responde, en parte, al traspaso a precios del alza en el tipo de cambio, coinciden analistas.

El año pasado, la mayor preocupación era la desaceleración de la economía, mientras que el aumento de la inflación venía del costo de la energía y de efectos de segunda vuelta, señala Alejandro Alarcón, académico de la Universidad de Chile. Este año ya no están presentes las presiones que provocaba el alza de precios del petróleo, pero los alimentos están subiendo fuertemente, entre otras cosas por los efectos de la sequía. Ejemplo de ello es el caso de la leche, dice el economista. Menciona también alzas en el precio del vestuario importado, por efecto del alza del tipo de cambio, que igualmente está afectando a otros bienes importados.

Aunque la creación de empleo es más lenta, el mercado laboral no se ha deteriorado, los salarios nominales crecen cerca de 7% y ese es un tema de rigidez que a lo mejor impide que la inflación se desacelere de manera importante, dice Senzacqua.

Todas las medidas de inflación subyacente o de tendencia siguen bastante altas, dice Igal Magendzo, de la consultora Pacífico, Macroeconomía y Finanzas, por lo que piensa que hay que estar mirando si hay un tema estructural que impide que baje la inflación. Por ejemplo, que el PIB potencial sea tan bajo que la oferta crezca poco y la menor demanda no se traduzca en menor inflación, lo que parece difícil. También puede ser que estén presentes fenómenos puntuales, como los temas tributarios y los cambios metodológicos que se vieron reflejados en el aumento de los arriendos.

»La inflación es relativamente generalizada. Hay que ver si son cosas puntuales o es más bien estructural».
IGAL MAGENDZO Analista de Pacífico, Macroeconomía y Finanzas

»Los salarios nominales crecen 7% anual, lo que impide que la inflación se desacelere de manera importante».
SEBASTIÁN SENZACQUA Analista de Bice Inversiones

»El tipo de cambio está afectando los bienes importados como el vestuario, y la sequía, precios de alimentos como la leche».
ALEJANDRO ALARCÓN Académico de la U. de Chile

No se prevén bajas en la tasa de interés
Con un alza de 5,7% anual en la inflación subyacente -que excluye alimentos perecibles y combustibles- y con otros indicadores de tendencia también superando el techo del rango meta del Banco Central, en el mercado desaparecieron las proyecciones de nuevos recortes en la tasa de interés de política monetaria.

Según Magendzo, los índices de difusión muestran que la inflación es relativamente generalizada, lo que hace menos probable una baja de tasa, a menos que haya un cambio de escenario, aunque aún así, la baja no se daría en un futuro cercano. Alarcón no ve más recortes de tasa e incluso no descarta un alza.