Hace seis propuestas en torno a la reforma laboral:

La posibilidad de reemplazar el recargo de horas extras con otro tipo de compensación, como las vacaciones, podría ser uno de los temas a tratar.

Por LINA CASTAÑEDA.

Tras una exhaustiva evaluación del proyecto de ley de reforma laboral, el centro de estudios Horizontal elaboró un documento que se focaliza en lo que consideran sus seis principales deficiencias, y propone soluciones. «Para nosotros, los trabajadores y sus beneficios son lo central en la discusión, y creemos que a mayor capacidad de protagonismo de los sindicatos, se hacen necesarios mayores espacios y materias de negociación», dice Hernán Larraín Matte, director ejecutivo de la institución.

Entre las materias a incluir en la negociación, propone la posibilidad de reemplazar el recargo de horas extras con otro tipo de compensación, como las vacaciones; permitir el uso de jornadas parciales discontinuas; incorporar las indemnizaciones por despido, y dar la posibilidad de pactar condiciones de trabajo a distancia.

En opinión de Francisco Carrillo -investigador de Horizontal, quien elaboró el documento con el apoyo del abogado Fernando Villalobos y de la mesa laboral del mismo centro-, la estructura del proyecto de reforma es «tramposa», en el sentido de promover una sindicalización forzada. Uno de los temas preocupantes, dice, es la eliminación de la extensión de los beneficios de la negociación colectiva.

Considera que hoy día es desproporcionado que sea la empresa la que extienda los beneficios, pero también lo es el que sea el sindicato quien los controle. «Nosotros apuntamos a que la extensión sea de común acuerdo, que ni el sindicato ni el empleador puedan hacerlo de forma automática», dice.

Como alternativa propone que el empleador y el sindicato puedan extender los beneficios al cabo de un período determinado, por ejemplo -dado que el promedio de los contratos colectivos es de entre dos y tres años-, ese período podría ser 12 meses. «Esta medida debiera ir acompañada de un aumento en el valor de la cuota (sindical) por extensión de beneficios a un 110%», señala el documento.

Otro de los problemas que se detecta en el proyecto es que no apunta en serio a la adaptabilidad laboral, según el investigador. Afirma que aunque es innovador, en el sentido de que habiendo un 30% de trabajadores sindicalizados dentro de la empresa permite llegar a acuerdos más flexibles acerca de jornada horaria, y de planes de capacitación o de retiro, exigir un mínimo de sindicalización va contra la razón de ser de la organización sindical. «Detrás de la protección del trabajador también está la construcción de acuerdos con la empresa; no son antagonistas. En las sociedades modernas las partes se adaptan, conversan y negocian. Un sindicato poderoso es sumamente importante, pero en la medida en que se les den los espacios para que puedan negociar lo que quieran, y en eso el proyecto es deficiente», sostiene.

Carrillo dice que la ex ministra del Trabajo Evelyn Matthei está en lo cierto cuando dice que la indemnización por despido está en el ADN de los trabajadores, pero agrega que eso no significa que ellos no estén dispuestos a negociar.

Por otro lado, sostiene que el piso mínimo de negociación es una de las trampas del proyecto, porque contempla una cláusula denominada «ultra actividad de un instrumento colectivo». Ella establece que si un sindicato no presenta un proyecto de contrato colectivo en el plazo establecido, todas las cláusulas contenidas en los contratos colectivos pasan a ser parte de los contratos individuales, lo que incluye el ajuste real de las remuneraciones y beneficios. El efecto de lo anterior, explica, es que los beneficios otorgados en tiempos de bonanza van a ser traspasados a ciclos económicos de crisis o baja actividad, lo que genera un costo a la empresa y desincentiva el otorgamiento de beneficios en períodos de mayor actividad.

La propuesta de solución apunta a eliminar los pisos de negociación y a modificar el sistema de gratificaciones, de modo que la distribución sea de acuerdo con las utilidades, eliminando la opción de un monto fijo que existe hoy, para así asegurar la participación de los trabajadores en los resultados de la empresa y dar la posibilidad al empleador de generar una propuesta de contrato colectivo.

TEMAS PREOCUPANTES
La eliminación de la extensión de los beneficios de la negociación colectiva es uno de los puntos alarmantes, según el investigador de Horizontal Francisco Carrillo.