La estructura de Gobierno Corporativo de la Asociación Chilena de Seguridad, la modificación de los estatutos, un nuevo sistema de elección de directores, el código de buenas prácticas de gobierno, la definición de las atribuciones de la administración y del Directorio, la regulación ante posibles conflictos de interés, la creación de Comités de Directorio integrados por expertos externos de vasta experiencia técnica y de gran prestigio nacional; son parte de los fundamentos que la auditora Deloitte consideró para calificar en nivel “Óptimo” el Gobierno Corporativo de la ACHS y concluir que “las prácticas de gobierno corporativo exceden el promedio de las prácticas de gobierno encontradas en Chile”.

Según el informe “Diagnóstico de Gobierno Corporativo y Gestión de Riesgo”, este resultado es un reconocimiento que confirma el fortalecimiento institucional que la Asociación Chilena de Seguridad ha alcanzado a partir del proceso de modernización iniciado en el año 2011 y cuya gestión ha estado centrada en un estricto marco de transparencia, eficiencia y búsqueda de mayor com­petitividad.

“Durante nuestro trabajo visualizamos una estructura de Gobierno Corporativo robusta, que cuenta con buenas prácticas en el Directorio y sus Comités, la existencia de Comités del Directorio en materias claves, con responsabilidades claramente definidas en sus estatutos, integrados por asesores externos especialistas en las materias que presiden la mayoría de estos comités”, concluye Deloitte.

La estructura de Gobierno Corporativo de la Asocia­ción Chilena de Seguridad responde a la trascendencia que conlleva su actividad y la estricta ne­cesidad de entregarle un marco ex­tremadamente ético y profesional a la organización con el objeto de preservar la rectitud de los procedimientos normados y definidos en beneficio de los trabajadores y empresas afiliadas.

Otro elemento destacado en el documento es el esfuerzo que ha dedicado la ACHS para fortalecer su cultura corporativa, definiendo, formalizando y comunicando los roles y responsabilidades de sus colaboradores, poniendo a su disposición un código de buenas prácticas de gobierno corporativo, principios y guías de conducta, programas de inducción, capacitación y retención de talentos. Asimismo, la participación activa de gerencias en el proceso de planificación estratégica y la publicación de información relevante a disposición de sus públicos de interés en la página web corporativa.