«Hacienda intenta hacer su trabajo, pero hay muchos creativos en distintas partes, y hay que darles menos espacio»

Confiesa que ha sido tentado por algunos empresarios a seguir en el cargo -que debe abandonar en marzo próximo-, pero lo descarta de plano. No obstante, considera necesario que la multigremial analice el tema de la reelección a futuro.

Por SILVANA CELEDÓN PORZIO.

Andrés Santa Cruz está en la recta final de su período como presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).

Ocho años transcurrieron entre que dejó de liderar la Sociedad Nacional de la Agricultura (SNA), en 2005, y que regresó a la arena gremial en 2013, esta vez como timonel del empresariado chileno.

El próximo 1 de abril, Santa Cruz espera retomar a cabalidad sus actividades privadas, las que ha visto interrumpidas en los últimos dos años, por las responsabilidades de su cargo.

Prácticamente sagrados eran sus viajes semanales a su campo, Peñaflor Viejo, en la VII Región, donde es vecino del ex canciller Alfredo Moreno, uno de los nombres que suenan para reemplazarlo en la CPC. Pero hoy las giras presidenciales y los encuentros empresariales lo hacen ir mucho más esporádicamente.

Santa Cruz reconoce que ha sido tentado a seguir en el cargo, pero descarta esta opción de plano. No obstante, reconoce que una idea que la CPC debería analizar a futuro es la reelección de su presidente. Hoy, quienes encabezan el gremio duran solo dos años, sin posibilidad de liderar un período adicional.

Respecto de la coyuntura y las últimas correcciones a la baja realizadas esta semana por el Banco Central -tanto para este año como para 2015-, Santa Cruz reconoce que las nuevas proyecciones reafirmaron las convicciones que hace más de un mes hizo la cúpula empresarial. En concreto, la CPC espera que la economía chilena crezca entre 2% y 2,5% en 2015, mientras que la autoridad monetaria, si bien redujo sus cálculo, aún prevé un rango de entre 2,5% y 3,5%.

¿Cuál es el factor preponderante que está incidiendo en el bajo crecimiento de este año y el próximo? «El interno», sostiene Santa Cruz, sin titubear. Y lamenta que esta semana el Ministerio de Hacienda haya postergado para el segundo semestre de 2015 el punto de inflexión, pero considera que este ajuste fue realista. «El punto de inflexión no se va a producir hasta que no se restablezcan las confianzas y disminuya la incertidumbre», señala.

El líder de la CPC lanza nuevamente sus críticas a la forma como se ha avanzado en los últimos meses en una serie de cambios y donde la reforma tributaria fue solo el inicio de una oleada de proyectos. «Es imposible que una sociedad no se tensione cuando en forma simultánea se proponen tantas reformas. A eso hay que sumarle el carácter refundacional que algunos buscan darles a los cambios y el hecho de que en muchas de esas reformas los instrumentos que se han planteado no han sido los adecuados y tienen fallas en su diseño y operatividad. Los discursos refundacionales son un peligroso infantilismo», afirma.

-Después del acuerdo tributario y del ChileDay se generó un cambio de expectativas, y muchos hablaron de la posibilidad de un punto de inflexión en el cuatro trimestre de este año, lo que finalmente no ocurrió. ¿Qué pasó entre octubre y diciembre de este año, que impidió un repunte de la economía?

«Acá ha habido actores que se han preocupado de denostar el papel del sector privado, y un gran ejemplo es lo que ha ocurrido en la reforma educacional, donde lo que se ha instalado es una demonización del lucro, asociándolo a ganancias indebidas por parte de los privados. Entonces, lo que algunos quieren es derechamente quitarle protagonismo al sector privado en la economía. Lo que hemos visto en educación también se ha dado en salud. Esas señales generan más incertidumbre».

-Usted es dirigente empresarial desde inicios de la década pasada. ¿Había visto antes un nivel de incertidumbre similar?

«El ambiente de incertidumbre que tenemos hoy es el mayor que me ha tocado enfrentar como dirigente empresarial».

-¿Por qué?

«Porque veo que la cantidad y la profundidad de las reformas propuestas, unidas al debilitamiento de las confianzas, están efectivamente dañando el clima de certezas y tranquilidad que requieren las inversiones para materializarse. Basta revisar los números: el Banco Central prevé una caída de la inversión de 6,2% para este año, lo que podría ser aún peor, debido a que las importaciones de bienes de capital siguen mostrando una contracción fuerte y persistente».

-¿Cree que estaríamos creciendo más de 1,7% con otro gobierno?

«Nunca se sabe. Este no es solo un tema de quién esté gobernando, sino también de cómo gobierna. En Chile hay que abordar una serie de temas y hacer reformas, por ejemplo en educación y en financiamiento de la política, pero eso no significa partir de cero. En educación, el desafío es la calidad, y es la gran ausente de las propuestas».

«Lo que está ocurriendo es que los instrumentos que se están proponiendo para realizar los cambios no son los adecuados. Al contrario, hemos visto solo señales contradictorias de algunos actores políticos que integran la coalición gobernante, que sugieren malas y confusas propuestas».

-La Presidenta es la llamada a aunar las distintas visiones en una línea…

«En la Presidenta de la República hemos visto un solo discurso, preocupada de que al país le vaya bien y con claridad respecto de los desafíos que tenemos que enfrentar en materia educacional y desigualdad. Pero, por otra parte, hay algunos actores de la Nueva Mayoría que demonizan el lucro, y a eso hay que sumar los malos instrumentos planteados en algunas reformas y errores operativos. Es una mezcla de cosas».

-Usted separa a la Presidenta Bachelet en su análisis, pero los ministros no se mandan solos. ¿Por qué hace esa diferenciación?

«Son algunos integrantes de la Nueva Mayoría los que se esmeran en malas propuestas y en planteamientos refundacionales».

-De todas las reformas en discusión, ¿cuál es la que más le preocupa al empresariado hoy?

«La reforma constitucional, porque la Constitución es el marco que nos rige en la sociedad y que toca todos los ámbitos, incluso el personal. Me llama profundamente la atención que aún no se hayan detectado los problemas concretos que tiene la Constitución y las opciones de cambios. Eso, que es básico, no ha estado sobre la mesa, generando la mayor de las incertidumbres».

-Usted ha tenido varias reuniones con la Presidenta Bachelet y con el ministro de Hacienda. ¿Qué le responden ellos frente a su diagnóstico?

«Cuando yo hago mis planteamientos, ellos los oyen».

-¿Es un diálogo o un monólogo?

«Lo que pasa es que hay un problema serio de interlocución entre el mundo privado y el mundo público. Falta mucho diálogo. Y no hablo de un problema de interlocución con la CPC. Yo, sin duda, tengo una interlocución privilegiada, pero lo importante es tener interlocución con todos los actores del mundo privado. Hay que oír distintas opiniones y realidades, y a mi juicio la interlocución hoy es muy débil y escasa».

-¿De quién es la principal responsabilidad?

«Como en todo orden de cosas, las responsabilidades son compartidas; todos tenemos que hacer más, pero hay una mayor responsabilidad del sector público. Nosotros estamos 100% disponibles. La CPC tiene más interlocución que el resto de los actores, pero acá hay que tener interlocución con todo el mundo privado. Las cosas no pueden pasar sólo por el presidente de la CPC; tienen que existir redes… Lo ideal es reunirse con los representantes gremiales y oír a los distintos empresarios en general».

-¿En los otros gobiernos de la Concertación había más interlocución?

«La CPC siempre ha mantenido los puentes abiertos y la disposición para una buena interlocución con todos los gobiernos».

-¿Dentro del sector público hay un responsable de la poca interlocución que se ha dado en este Gobierno?

«Es responsabilidad de todos».

-¿Qué evaluación hace del equipo económico, a la luz de lo ocurrido entre marzo y diciembre de este año?

«Creo que el equipo económico cuenta con buenas personas y profesionales, pero los resultados no han sido para nada los esperados».

-¿Se saca nota roja o azul?

«Los resultados obtenidos por el país en materia económica apenas dan para un cuatro».

-Pero el cuatro es un azul…

«Pero Chile no se merece los resultados que está obteniendo en materia económica».

-¿Por qué?

«Los chilenos tenemos la capacidad y las competencias para crecer mucho más. Y necesitamos buenas políticas públicas que nos permitan hacerlo, pero las planteadas no van en esa dirección. No nos equivoquemos: el crecimiento es fundamental para mejorar la calidad de vida de los chilenos».

-¿Cómo ha visto el rol del ministro de Hacienda para generar confianzas con el sector privado?

«Lo que aquí está faltando es más coordinación en el Ejecutivo antes del envío de proyectos de ley».

-¿Cree que Hacienda no ha sido un dique de contención frente a propuestas económicas más radicales?

«Hacienda intenta hacer su trabajo, pero hay muchos creativos en distintas partes, y hay que darles menos espacio a los creativos».

-¿Qué evaluación hace de la oposición política actual?

«Lo peor que le puede pasar a un Gobierno es que no exista oposición».

Reelección en la CPC: «Algunos empresarios conversaron conmigo»

-El empresariado enfrenta hoy una serie de reformas, y la CPC debe contar con los estudios para definir su posición. Sin embargo, hay una precariedad económica, ya que hoy la CPC no tiene recursos para estudios independientes y hay ramas que muchas veces tienen diferencias con otras. ¿Cómo se resuelve esto?

«He visto una disposición de las ramas para hacer estudios pertinentes, y considero que la CPC está preparada para enfrentar la avalancha de reformas. Ahora, yo creo que acá el tema de fondo es cuál es el rol de la CPC».

-¿Y cuál es ese rol?

«La CPC debe coordinar a todas las ramas, y en las materias transversales tener una voz en conjunto».

-¿Pero hay áreas donde el trabajo de la CPC debiese estructurarse de una forma distinta?

«Es importante que pensemos el rol de los gremios empresariales en una sociedad que está en permanente cambio. Tenemos que preocuparnos de eso, pero también hacernos cargo de las regiones y de las nuevas industrias que se han creado en los últimos años. Ése es un debate que estamos realizando en estos momentos para lograr tener una CPC más inclusiva».

-¿Cómo puede incorporar la CPC las nuevas industrias que se están creando? ¿Podría ampliarse la CPC?

«Todos estos temas los estamos analizando. Una opción es que las nuevas industrias se sumen a las filas de los gremios ya existentes. También debemos buscar mecanismos que permitan una interlocución más directa con los empresarios. Pero el punto central de analizar es que la sociedad está en permanente cambio, y como gremio empresarial tenemos que ser lo más representativos posible en esta nueva realidad».

-¿Qué evaluación hace del rol cumplido por la CPC en el área del emprendimiento? Mucha gente percibe a la CPC como una entidad que solo defiende los intereses de las grandes empresas…

«No es que la CPC defienda solo a las grandes empresas. La CPC defiende el emprendimiento y las empresas, independientemente de su tamaño».

-¿Le han propuesto seguir a la cabeza de la CPC?

«Algunos empresarios conversaron conmigo al respecto».

-¿Ramas o empresarios?

«Empresarios, en forma privada».

-¿Está disponible?

«Yo vine por dos años. Los estatutos establecen dos años, y no está contemplada una reforma de estatutos».

-Asumiendo que dos años es poco, ¿estaría a favor de reformar los estatutos para permitir la reelección?

«Es un tema a debatir. Creo que se debe estudiar, pero asumiendo que los cambios sean después de mi partida».

-¿Cuáles deberían ser las dos principales características de su sucesor?

«Debe contar con un liderazgo que le permite aunar voluntades internamente y con las autoridades para poder influenciar en que se lleven adelante las mejores políticas públicas para Chile».

-¿Elección o consenso?

«Lo ideal, y se lo he manifestado a todo el mundo, es buscar una persona que genere un gran consenso».

-¿Alberto Salas o Alfredo Moreno?

«Ambos tienen condiciones personales y profesionales para presidir la CPC».

-¿Debieran modificarse los estatutos, de modo que la presidencia pueda ser un cargo remunerado y así ampliar las opciones de liderar la CPC?

«Todo es conversable, pero a mí no me parece conveniente. Para eso tenemos un buen gerente, que es Fernando Alvear. Quizás lo que sí podría evaluarse es tener un gerente con más notoriedad pública».

-¿Apoya la lógica de los «turnos» entre las ramas para presidir la CPC?

«Definitivamente no. Acá el tema no es a quién le toca. Debemos preocuparnos de que los empresarios de Chile elijan a la mejor persona para encabezar la CPC. Si alguien piensa que es por turno, está profundamente equivocado».

«Me llama profundamente la atención que aún no se hayan detectado los problemas concretos que tiene la Constitución y las opciones de cambios».

PRESENCIA EMPRESARIAL EN ENADE

«No hay que perder de vista que Enade es un evento de Icare, por lo tanto Icare determina cómo organiza su evento y quiénes son los actores».

«Yo prefiero, eso sí, que cuando en un evento de esa importancia expone alguien del sector público, siempre haya un contrapunto del mundo privado para enfrentar visiones».

«En las condiciones que hoy está la reforma laboral, nosotros no vamos a concurrir a ningún acuerdo»
-En la discusión de la reforma laboral, ¿se ha sentido realmente escuchada la CPC?

«Hemos sido escuchados, pero no hemos visto que nuestras propuestas sean acogidas».

-¿Han tenido acceso a algún borrador?

«Jamás hemos tenido acceso a ningún borrador ni esbozo del proyecto de ley. El Gobierno nos ha manifestado los temas y nosotros damos a conocer nuestra opinión. El gran problema es que no vemos que esta reforma esté preocupada de generar más y mejores empleos. Los nueve puntos van en contra de esa dirección».

-De los nueve puntos ¿cuáles son los que más le preocupan?

«Cuatro. En el caso de la titularidad sindical y la extensión de los beneficios, lo único que se busca es darle más poder a los sindicatos, lo que terminaría produciendo dos efectos nocivos. Uno: el absurdo que dos trabajadores terminarían ganando distinto, porque el sindicalizado tendría los beneficios del convenio colectivo, ganando más, y el otro, por no haber entrado al sindicato, ganaría menos, porque no se le pueden extender a él los beneficios del convenio. Dos: para evitarlo, este segundo trabajador tendría que ingresar obligatoriamente al sindicato, lo que atenta contra su libertad personal».

«En la propuesta de establecer pisos de negociación nos preocupa que nadie esté considerando que existen ciclos económicos. Y en el reemplazo en huelga falta un mayor feeling con la realidad. Por ejemplo, si una empresa de servicios de alimentación de una minera se va a huelga ¿qué pasa? ¿paralizo la faena? Hay miles de casos donde el reemplazo en huelga tendrá muchos efectos en cadena».

-El Gobierno ha destacado las instancias de diálogo que ha tenido por la reforma laboral, ¿pero en las condiciones actuales cuál es la postura de la CPC?

«En las condiciones que hoy está la reforma laboral nosotros no vamos a concurrir a ningún acuerdo».

-¿Podría ser menor el crecimiento del país con la reforma laboral?

«Si se implementa tal como está, va a tener un impacto negativo en el empleo y por ende en el crecimiento».

-El empresariado ha definido esta agenda como una reforma sindical ¿qué enfoque debería haber tenido para ser considerada una reforma laboral?

«Lo lógico habría sido buscar mecanismos para lograr una mayor incorporación de las mujeres y los jóvenes entre 18 y 24 años al mundo laboral; cómo capacitamos y damos mejor competencias a los trabajadores; cómo logramos ampliar los temas de negociación colectiva; y cómo lo hacemos para reducir los costos de la indemnización por año de servicio optando por un modelo de seguro. Esos deberían ser los temas presentes en una agenda y no están presentes».

-Usted habla de falencias en el sistema de capacitación, pero hay programas como Más Capaz. ¿Es insuficiente?

«El sistema nacional de capacitación vigente requiere de una profunda transformación, como lo demuestra el trabajo realizado por la Comisión Larrañaga durante el gobierno anterior. Una buena política de capacitación debiera entregarles a los trabajadores, en el corto plazo, mejores competencias, favoreciendo así sus oportunidades laborales y la productividad. El Más Capaz es un programa específico con un plazo de operación acotado».