Encuesta del Banco Central a operadores financieros:

También anticipan dos nuevos recortes en la tasa de instancia para el primer semestre de 2015 hasta situarse en 2,5%.

Por LINA CASTAÑEDA.

Una variación negativa de 0,3% en el IPC de diciembre proyecta la encuesta quincenal a operadores financieros levantada por el Banco Central. De concretarse, ello contribuiría a bajar la inflación a 4,7% desde 5,1% que acumula en los primeros once meses del año.

Un 42,2% de los 64 encuestados apunta a una caída de 0,3% en el IPC del mes; un 26,6% apuesta a una baja de 0,4%, y 6,5% prevé una disminución de 0,5%. Prevén que dentro de doce meses la inflación se situará en un 2,2% anual y en un 2,9% a dos años plazo, una décima menos que la meta del Central.

Si bien los operadores no anticipan cambios en la tasa de política monetaria (TPM) en la reunión del consejo del Banco Central de este mes, sí prevén un recorte de 25 puntos base a marzo de 2015 y otros 25 puntos a junio, situando la tasa en 2,5% anual.

Por su parte, el Grupo de Política Monetaria (GPM) percibe que la aceleración de la inflación observada en el último año estaría llegando a su fin y proyecta que regresará al rango meta (entre 2% y 4%) durante el primer semestre del próximo año.

El GPM es integrado por los economistas Raphael Bergoeing, Tomás Izquierdo, Guillermo Le Fort y Gonzalo Sanhueza. Ellos opinan que el estímulo monetario de la TPM vigente parece ser suficiente, a la espera de que se confirme que la inflación convergerá a la meta.

«Consecuentemente, el GPM recomienda mantener la TPM en 3% anual», fue la conclusión respecto de la decisión que debe tomar hoy el consejo del Banco Central.

«Por primera vez en varios meses hay señales de que la desaceleración de la actividad habría tocado fondo y llegado a su fin, mientras que la aceleración de la inflación habría llegado a su techo», dijo Bergoeing.

Escenarios

En un escenario en que la economía estaría creciendo en torno al 3% en 2015, como espera el Banco Central, la recuperación de la economía tendrá forma de «V», y la desaceleración de la inflación, forma de «A», comentó.

Si la inflación cayera rápidamente en relación a su meta y la actividad continuara desacelerándose, se requeriría de un estímulo o baja mayor de la tasa de política monetaria, pero, dijo Le Fort, «es un escenario de riesgo en el cual no basamos hoy nuestra recomendación».

RECUPERACIÓN
Por primera vez en varios meses se ve que la desaceleración de la actividad habría llegado a su fin, dice Raphael Bergoeing.