Autoridades, economistas y ex ministros comentan datos de la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos:

Coinciden en que si bien hubo una mejora en la distribución del ingreso en el período 2010-2013, aún falta por avanzar.

Por M. Penaforte y L. Castañeda.

La desigualdad en Chile ha ido disminuyendo en los últimos cuatro años impulsada por el incremento de los ingresos de las familias chilenas de menores recursos.

Según un estudio de Avanza Chile con los datos de la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos (NESI), publicada por el INE, en 2013 las familias pertenecientes al 10% más pobre de la población aumentaron sus ingresos autónomos en un 20% respecto de los que tenían en 2010. Si uno considera los ingresos monetarios -que consideran los subsidios estatales-, estos crecieron 39% en el período. Así, la distribución de ingresos medida como la razón entre los ingresos del 10% más rico con respecto al 10% más pobre disminuyó en los últimos cuatro años.

La titular de la cartera de Desarrollo Social, María Fernanda Villegas, ex ministros del gobierno anterior y economistas concuerdan que queda mucho trabajo por hacer en la materia, pese a la tendencia positiva. Coinciden también que la creación de empleo tiene un rol central en el avance y destacan las políticas públicas de largo plazo, como es la necesidad de mejorar el capital humano.

Ministra de Desarrollo Social: «Esta tendencia es positiva, pero no significa que el problema de desigualdad no exista»
La ministra de Desarrollo Social, María Fernanda Villegas (en la foto), señala que si bien el instrumento oficial para ver los temas de desigualdad es la encuesta Casen, los resultados de la NESI conocidos este año muestran un avance. «Esta tendencia es positiva, pero no significa que el problema de desigualdad no exista, dado que seguimos estando dentro de los países, junto a México, que registra mayor desigualdad dentro de la OCDE», señala.

La autoridad sostiene que la creación de empleos es una variable importante para disminuir la desigualdad, pero que tiene que estar acompañada de otras condiciones. Para el período 2010-2013, dice que fue «tanto o más importante» para reducir brechas de desigualdad las políticas sociales aplicadas como medidas contracíclicas y de protección social permanentes como es el caso de la Pensión Básica Solidaria. «Impuestos, transferencias monetarias y trabajo son las principales políticas diseñadas para combatir la desigualdad con efectos de corto y mediano plazo. A eso se suma la formación de capital humano como la principal herramienta desde una perspectiva de largo plazo», agrega.

Lavín: no se puede avanzar más si Chile no crece
El decano de la Facultad de Economía y Negocios de la UDD y ex ministro de Desarrollo Social de la administración anterior, Joaquín Lavín, señala que la creación de un millón de empleos en los últimos cuatro años junto a políticas sociales como el Subsidio del Empleo a la Mujer y el Ingreso Ético Familiar fueron los que influyeron en las cifras reveladas en la NESI 2013.

«Chile sigue teniendo un nivel de desigualdad alta, pero el camino para reducirla está claro. Sin embargo, es imposible seguir reduciéndola si Chile no crece y no crea empleo a tasas importantes», enfatiza.

Lavín dice que el desafío es avanzar hacia los sectores medios y disminuir esa brecha no solo en el 20% más pobre, sino que también acotar las diferencias en el 30% y 40% más pobre, por ejemplo.

Kast: empleo es el motor para combatir la desigualdad
El diputado de Evópoli y ex ministro de Planificación del ex Presidente Sebastián Piñera, Felipe Kast, evalúa de forma positiva los datos de la NESI, principalmente para las familias que se encuentran en los deciles más bajos.

Señala que el empleo es el «gran motor para combatir la desigualdad» y que cuando se llega al «pleno empleo» ocurre una presión al alza en los salarios, lo que es positivo en la remuneración de las familias.

Kast enfatiza que el rol de cualquier gobierno es mantener tasas de crecimiento e inversión altas para generar un escenario óptimo para dichas condiciones, y que políticas como la reforma tributaria no han aportado en esa dirección. Ello, pese a que el Gobierno actual sostiene que es una de las herramientas para disminuir las desigualdades.

Sanhueza: Casen no tendría grandes mejoras
La investigadora del instituto de políticas públicas de la UDP, Claudia Sanhueza, no considera que Chile haya avanzado de manera significativa en la materia. «La desigualdad en términos relativos ha disminuido, pero si uno mira las diferencias absolutas, los ingresos de los más pobres aumentaron en $39 mil y los ingresos de los más ricos aumentaron en $98 mil», explica. Agrega que el bienestar asociado con el aumento del decil 10 es mayor que el del primer decil.

Respecto de la nueva encuesta Casen, que se conocerá pronto, señala que los resultados estarían en línea con los del INE. Es decir, no se registrarían «grandes mejoras» en el Gini, pero sí un aumento de la desigualdad de términos absolutos: que la brecha de ingresos entre pobres y ricos aumente.

Agosin: El trabajo y la inversión suben ingresos
En el período 2010- 2013, el empleo estuvo creciendo rápido al igual que la inversión. La economía estaba boyante, dice Manuel Agosin, decano de Economía de la Universidad de Chile. Hubo mucha construcción e inversión inmobiliaria, lo que absorbe mucho trabajo.

«Es indudable que cuando el desempleo está bajo y los salarios subiendo, mejora la distribución del ingreso en este período. Los ingresos de los deciles inferiores en la distribución del ingreso han aumentado más que en los sectores ricos y eso baja la desigualdad», dice. Eso sí, resalta que la desigualdad sigue siendo alta porque la diferencia de ingresos entre pobres y ricos es de 18 veces. «Estas son cifras 2010-2013. Lo que pasa hoy no lo sabemos, porque el desempleo está aumentando y la economía está bastante menos dinámica», agrega.

Durán: Preocupa la calidad de los nuevos empleos
En períodos de crecimiento económico es normal que crezcan los ingresos, fundamentalmente por el «efecto empleo», dice Gonzalo Durán, economista de la Fundación Sol.

Sin embargo, le preocupa la calidad de los nuevos empleos, cuestión que en su opinión pone en duda la sostenibilidad de los mismos en el tiempo.

Si se considera la ventana NESI 2013 – NESI 2010, se crean 527.109 empleos, pero -expone- el 52,2% es asalariado externalizado (subcontrato, suministro y enganche) y un 9,5% trabajador por cuenta propia o independiente (mayoritariamente no calificado y de pocas horas de jornada laboral).

«Las leves disminuciones en desigualdad no son sostenibles bajo la actual matriz productiva que no permite generar empleos de calidad», subraya.

Baranda: Chile ha ido en el camino correcto
El ex ministro de Desarrollo Social del gobierno anterior, Bruno Baranda, coincide en que los principales factores que contribuyeron en la reducción de la desigualdad y que ayudaron principalmente a los hogares con menores ingresos fueron el fuerte dinamismo del empleo y un aumento real en las remuneraciones.

Señala que eso demuestra que Chile ha ido en el camino correcto, a diferencia de muchos otros países, incluso desarrollados, donde se ha incrementado el contraste entre los deciles.

Baranda reconoce que la diferencia entre los ingresos de los más ricos y los más pobres sigue siendo alta y que queda «mucho trabajo por hacer».

«Sin embargo, el hecho de que quede mucho por hacer no significa restarle mérito al avance y progreso que ha habido en el último tiempo», agrega.