Para que tomes nota y estés atentos ahora que se inicia la temporada de verano.

Aunque el miércoles 19 de noviembre se inauguró la temporada de piscinas 2014-2015, desde octubre el SAMU ya ha tenido que atender una serie de emergencias en la Región Metropolitana.

Y ahora, que el calorcito ya no para, la gallada se va de cabeza al agua para capear el sol en la pelopincho, ríos, lagos o mar.Lo bueno es refrescarse, pero lo malo son los accidentes que arruinan un día de esparcimiento, donde muchas veces los niños son los protagonistas.

Para Fernando García, kinesiólogo, reanimador y coordinador del área intervención del SAMU, “la emergencia más común es la asfixia por inmersión, donde puede variar el resultado de la reanimación, si evoluciona bien el niño o no, de acuerdo al tiempo que estuvo inmerso y de acuerdo también a si se le hizo precozmente la reanimación cardiopulmonar básica”.

A ella se suman otros accidentes como:

-Traumatológicos: Caídas por correr en la orilla de la piscina y realizar actividades riesgosas en el agua.

-Digestivos: Puntadas a la guata, que se pueden transformar en calambres, por comer y meterse al agua al toque.

-Dermatológicos: Quemaduras por el sol o daños en la piel por el cloro de la piscina. Use bloqueador y dúchese después del baño.

PREVENCIÓN EN PEQUES

Un niño puede sufrir una asfixia por usar nal un balde con agua, por saltarse una reja de piscina o por la llegada de una ola en la orilla del mar, ante lo que se recomienda:

-No dejar solos a los niños en una bañera, piscina o lugar de riesgo.

-Habilitar rejas seguras con alturas superiores a 1,5 metros en piscinas caseras.

-Tras comer, se debe esperar un mínimo de dos horas para bañarse.

-Evitar que se hagan actividades riesgosas como “chinitas” o tirarse “piqueros”.

-Enseñe a nadar a sus hijos desde los dos años.

-A los niños que no sepan nadar, póngale flotadores o salvavidas.

-Es recomendable que los adultos se capaciten en técnicas de reanimación.