En los próximos días la multisindical convocará a un nuevo consejo nacional donde definirán la estrategia a seguir. No se descarta un paro nacional y movilizaciones durante diciembre si el proyecto no llega antes de fin de mes al Congreso.

Por Pía Toro.

El impasse entre la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el Ministerio del Trabajo aparentemente se ha prolongado más de lo deseado.

Tras las declaraciones de la ministra Javiera Blanco en un seminario de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), donde dejó abierta la posibilidad de que el empleador negocie individualmente con los trabajadores no sindicalizados, sin especificar en qué materias, el malestar por la poca claridad en el contenido último de la reforma laboral fue generalizado en la multisindical.

En el último encuentro entre la CUT y los asesores técnicos de Trabajo, realizado hace dos semanas en la sede de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), los dirigentes de la Central plantearon que no esperarán más allá de noviembre para la presentación de la reforma laboral en el Congreso, dando un ultimátum al gobierno.

De acuerdo a lo señalado por fuentes al interior de la multisindical, en las últimas reuniones entre las partes, desde Trabajo se reiteró que el envió del proyecto al Congreso sería durante la última semana de noviembre.

Sin embargo, el silencio de las autoridades y la falta de cumplimiento hasta ahora del gobierno, que en un principio se había comprometido a enviar la reforma en octubre – así quedó sellado en el acuerdo por salario mínimo – tiene en estado de alerta a la CUT.

Según plantean en la multisindical, el mutismo de las autoridades tras el impasse de la UAI ha generado “suspicacias”, por lo que han pedido al gobierno aclarar algunos puntos que se han dado “por ciertos” en las citas privadas que han sostenido las partes y que hoy desatan dudas.

En este contexto, en el consejo nacional de octubre, la multisindical acordó desarrollar un nuevo encuentro, que se llevará a cabo la próxima semana, para definir la estrategia en torno a la reforma laboral.

Según indican, no se ha descartado ninguna alternativa de presión, por lo que se está pensando en un paro nacional y en más de una movilización para diciembre, de no cumplirse la palabra del Ejecutivo. Así lo afirman fuentes de la multisindical, quienes dicen que “no se ha descartado ninguna medida de presión”.

Además ,señalan que existe molestia por el retraso que ha tenido la reforma respecto al compromiso original, y señalan que “lo que se está percibiendo al interior de la CUT es que el gobierno está más preocupado de cumplirle a los empresarios que a los trabajadores”.

Preocupaciones

Las inquietudes ya están instaladas en la CUT. Según fuentes del proceso, en la última cita CUT – Trabajo, los asesores de la cartera habrían asegurado que ya se habían fijado algunas definiciones, entre ellas, que como parte de la titularidad sindical se prohibiría al empleador extender los beneficios ganados por el sindicato a trabajadores no pertenecientes a la entidad.

Sin embargo, los dirigentes de la CUT aún mantienen dudas al respecto.

Pero hay otros puntos que rechazan rotundamente, lo que los llevaría a bajar su respaldo a la reforma.

En su última intervención pública en la UAI, la ministra Blanco descartó modificaciones al artículo 384 relacionada con las empresas estratégicas. Esto ha generado rechazo en la CUT, pues indican que no permitiría el derecho huelga efectivo y se estaría discriminando a unos trabajadores sobre otros.

«Si ello no está incorporado en el proyecto (modificar la norma sobre empresas estratégicas), no respaldaremos la reforma», adelanta una fuente de la CUT.

Asimismo, hay otro punto que la autoridad ya definió no incorporar en la reforma y que es una demanda de la multisindical, como es la negociación por rama. Esto también llevaría a los dirigentes sindicales a rechazar la iniciativa que envíe el gobierno al Congreso.

Base del proyecto

Durante la redacción del proyecto el Ministerio del Trabajo está buscando la vía más expedita para que la reforma ingrese al Congreso con el mayor acuerdo posible.

Si bien los representantes de trabajadores y empresarios dicen que es imposible llegar a acuerdos en esta materia, desde el gobierno señalan que hay un protocolo firmado en 2012 y ese será la base para tratar de alinearlos.

Es así como desde Trabajo ya definieron establecer un porcentaje de representatividad a los sindicatos para obtener derechos colectivos. Según el acuerdo de voluntades entre la CUT y la CPC, se establece un 65% de afiliados de la empresa para poder ampliar las materias de negociación colectiva.

También respecto a pisos mínimos en la negociación colectiva se seguiría el criterio del acuerdo. “Se ha expresado la voluntad de establecer que la respuesta de la empresa a la propuesta de contrato colectivo presentado por los trabajadores, atendidas las circunstancias en que se encuentra la empresa, debiera mantener las condiciones de la anterior negociación colectiva”, dice el documento 2012.

En cuanto a la eliminación de los grupos negociadores para dar titularidad sindical, también se basarían en la evidencia del documento CPC – CUT.