Estudio del Instituto Karolinska:

Tener un peso normal y comer saludable, además de hacer ejercicio, no fumar y beber alcohol con moderación, son las claves que en conjunto evitan cuatro de cinco ataques al corazón.

Por Sebastián Urbina.

Los estilos de vida saludable han demostrado ser la más potente medicina para que las personas vivan más y mejor. Ahora, un estudio identificó cinco hábitos que permiten disminuir en 80% los infartos cardíacos en hombres.

Se trata de mantener un peso y una dieta saludable, hacer ejercicio a diario, no fumar y beber alcohol con moderación.

La investigación se realizó con 20.721 suecos sanos de entre 45 y 79 años, quienes fueron seguidos 11 años por investigadores del Instituto Karolinska, de Estocolmo.

Los autores comentan que si bien la mortalidad por infartos ha disminuido en los últimos años, la mayor parte de esta reducción se debe a medicamentos y terapias médicas, como las angioplastias y los stents.

En comparación con ellas, la prevención a través de estilos de vida saludable evita los efectos adversos que tienen los medicamentos, y son más costoefectivos para aplicarse a grandes poblaciones.

Los resultados se publican en la revista Journal of the American College of Cardiology.

Drástica reducción

Los investigadores encontraron una clara reducción en el riesgo de infarto para cada estilo de vida individual que practicaba cada participante. Por ejemplo, al tener una dieta sana y consumir alcohol con moderación se reduce en 35% el riesgo de infarto, comparado con los hombres que no practican ninguno de estos hábitos.

«No es sorprendente que estos estilos de vida produzcan una reducción de los ataques al corazón», dice la doctora Agneta Akesson, profesora asociada del Instituto Karolinska y quien lideró el trabajo. «Lo que sorprende es cuán drásticamente disminuye el riesgo debido a estos factores», agrega.

«Los médicos lamentablemente siguen muy apegados a los fármacos, en lugar de preocuparse de los estilos de vida», dice el doctor Patricio Venegas, cardiólogo de Clínica Las Condes.

Al mismo tiempo, reconoce que la gente prefiere tomar medicamentos que cambiar sus hábitos. «No estamos haciendo la pega. Nos han formado para dar pastillas, pero no para educar. Y cuando educamos, uno queda maravillado con los buenos resultados que se tienen», agrega este especialista.

«Esta investigación refuerza lo que venimos diciendo desde hace años», afirma el doctor Jorge Bartolucci, cardiólogo de la Clínica Universidad de los Andes.

Para él, estos estilos de vida son fundamentales para tener buena salud cardiovascular. «Nosotros podemos dar muchos medicamentos, pero si el paciente sigue comiendo mal, fumando y sin hacer ejercicio, no se saca nada», advierte.

Educar desde la infancia es muy importante, porque es cuando un mayor impacto se puede tener, explica el doctor Venegas.

En su opinión, el estilo de vida es la mejor estrategia para prevenir no solo enfermedades cardiovasculares, sino también otras, como la diabetes, la obesidad, el síndrome metabólico, la hipertensión arterial, e incluso algunos cánceres.

El perfil del bajo riesgo
Los hombres con el menor riesgo son los que no fuman, los que caminan o andan en bicicleta 40 minutos al día, los que tienen menos de 95 cm de cintura y los que consumen alcohol en forma moderada y comen frutas, vegetales, legumbres, pescado y productos integrales.