Esto implicaría aproximadamente 150 mil desempleados más que el registro actual. Frente a ello, otros economistas estiman que una amenaza de ese tipo generaría una fuerte reacción de las autoridades, a través de empleos de emergencia, para evitar llegar a tal nivel.

Por Víctor Petersen.

A pesar de que durante el recorrido del presente año, la economía chilena ha sorprendido constantemente a la baja en su dinamismo, el mercado laboral ha logrado resistir el embate que han significado las menores cifras de consumo y las fuertes contracciones registradas por la inversión.

Y es que si bien en los últimos dos trimestre móviles la tasa de desempleo ha experimentado un leve incremento de 0,4 puntos porcentuales, hacia el actual 6,5%, ésta sigue siendo considerada por los expertos como un nivel históricamente bajo y lejos todavía de ser algo negativo.

Sin embargo, la profundización de la desaceleración económica, marcada por el Imacec de sólo 0,8% registrado en junio pasado, que arrastró considerablemente las expectativas del mercado hacia un rango de crecimiento para este año de apenas entre 2% y 2,5%, encendió las alarmas de buena parte de los agentes privados, quienes consideran que esto también implicará un deterioro mayor del mercado laboral al que se venía estimando, previendo ahora que su peak podría superar incluso el 8% el próximo año.

En este sentido, el propio presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, reconoció el martes que “es natural esperar, en un escenario de menor crecimiento, que el desempleo suba y que la tasa de creación de empleo baje”, dando cuenta de un panorama más adverso del que se proyectaba hace algunos meses.

Al respecto, los economistas advierten que si bien la tasa de desocupación se ha mantenido en bajos niveles, esto se explica exclusivamente por una caída de la fuerza de trabajo, ya que efectivamente la contracción en la creación de empleo sí se ha dado, pero el factor anterior ha evitado que el desempleo suba.

No obstante, César Guzmán, economista de Security, sostiene que “la fuerza de trabajo no debería tender a caer mucho más, sino que más bien estabilizarse en torno a un ritmo de 1%, 1,5%, mientras que el empleo sí se puede seguir moderando en términos anuales”.

De hecho, asegura que el próximo año no hay mucho espacio para la creación de nuevos empleos, “o sea, una tasa en torno a 0% anual, con lo que la tasa de desempleo sube sí o sí, pudiendo hacerlo en entre 1 o 1,5 puntos porcentuales más”, señala.

De esta forma, proyecta un promedio de 8% de desempleo para 2015, con lo que “claramente el peak será superior a esa cifra en algún momento”, anticipa.

¿Qué implicaría esto en materia de desempleo?

Según Guzmán, llegar a una tasa de 8% serían aproximadamente 150 mil desempleados más respecto a la actualidad (541 mil), pudiendo llegar casi a los 700 mil desocupados.

Erik Haindl, economista de la U. Gabriela Mistral, también sostiene que “llegar al 8% o más en desempleo es muy probable, porque tal como lo dijo el presidente del BC, la recuperación será más como una U que como una V, lo que implicaría un crecimiento del PIB más cercano al 1% que al 3% para 2015, y con ello la desocupación subiría fácil 2 puntos, y perfectamente podríamos terminar el año en 8%”.

Diagnóstico similar al de Francisco Klapp, investigador de Libertad y Desarrollo, quien apunta que “para nada es descartable superar ese peak, y no sólo por las últimas cifras que hemos estado viendo, sino que al ver la composición de los empleos que se están creando, se ve que no son de calidad. Además, cuando las personas se desmotivan, no las contamos en la fuerza de trabajo porque no están buscando, entonces incluso puede ser incluso una tasa un poco engañosa”.

Mientras, Fernando Soto, economista de BBVA Research apuesta que “el desempleo de todas formas se va a empinar hacia el 7%, y puede ser que algunos meses alcance el 8%, sobre todo en los períodos estacionales de menor contratación, pero serían períodos puntuales”.

Cabe destacar que además la masa salarial, que consiste en la suma de todas las remuneraciones percibidas por el conjunto de trabajadores asalariados del país, ya lleva 2 meses con variaciones por debajo del 4%, y se proyecta que mantenga el bajo dinamismo (ver gráfico).

El rol de la autoridad

Sin embargo, para otros agentes, si bien la profundización del enfriamiento de la actividad presionaría a la tasa de desempleo hacia un nivel mayor, el gobierno podría actuar antes de que ésta llegue al peak del 8%, evitando una mayor cantidad de desocupados a través de sus mecanismos de emergencia.

Felipe Bravo, economista de Santander, manifiesta que “no creo que la tasa de desempleo llegue a una tasa de 8% porque la autoridad reaccionaría mucho antes. O sea, si las condiciones económicas continúan malas, se podría llegar perfectamente al 8%, pero en lo personal creo que la autoridad pública reaccionaría mucho antes y no lo permitiría, a través por ejemplo, de los empleos de emergencia, que se activarían al superar el 7,5%”.

Comparte esa impresión Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, quien prevé que “si bien creo que de aquí a fin de año podría llegar a 7,1%, no creo que llegue a 8%, en tanto la autoridad reaccione a través de un programa agresivo de inversiones públicas, dado que la demanda por inversión a caído en forma dramática”.

En tanto, Patricio Rojas, economista de Rojas & Asociados, enfatiza que “se ha observado un deterioro en el mercado laboral, y los salarios han comenzado a ceder en algunos sectores, por lo que 2015 partirá con una tasa relativamente alta, alcanzando durante el año fácilmente el 7%, y la probabilidad que siga subiendo dependerá de algún tipo de dinamismo que agarre la economía, y de las medidas de emergencia que aplique el gobierno. En esa línea, es importante que el gobierno ejecute su inversión pública y programa de concesiones”.