Martínez dice que acuerdo CPC-CUT fue sobrepasado por el programa de gobierno y aboga por una reforma laboral que amplíe los puntos expuestos por Trabajo.

Por Juan Pablo Palacios.

Hace casi dos años Bárbara Figueroa obtuvo el 44% de los sufragios, mientras que Arturo Martínez logró un 42%. El resultado permitió a la dirigenta del Colegio de Profesores llegar a la presidencia de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y dejar fuera de la primera línea al militante del Partido Socialista, tras encabezar por doce años la principal organización sindical del país.

Hoy Martínez critica el liderazgo actual y mira con cautela la relación que se ha forjado con La Moneda. También busca posicionarse en un rol más activo en el marco del debate de la reforma laboral.

– ¿Cómo evalúa el rol de la CUT en lo que va del período de gobierno?

– Hemos logrado al menos poner los temas de los trabajadores en la opinión pública. Ahora, en términos concretos, aún no se ha logrado nada. Tenemos una pequeña confusión en la base sindical: ésta quiere que la opinión de la CUT sea muy nítida en términos de la autonomía y de repente la percepción de lo que pasó con el salario mínimo y la reforma tributaria, ha confundido y generado duda, que espero que en la discusión de la reforma laboral se disipe.

– ¿Ha sido consensuada la estrategia al interior de la multisindical para plantear demandas? 

– Ha habido debate al interior de la CUT, por supuesto no todos pensamos igual, pero el problema es cómo nos vemos hacia afuera. Adentro todos los sectores hacemos un esfuerzo por mantener a la CUT unida, con una sola opinión, pero desde el exterior no existe esa misma visión. Siento que tenemos esta oportunidad de mirar para adelante, esto significa tener una CUT cohesionada, donde todos participemos, no haya dudas y una Central peleando siempre por la demandas que históricamente hemos planteado.

– ¿Ha visto pro gobierno a la presidenta de la CUT Bárbara Figueroa?

– Siento que ella ha planteado los temas de la CUT, pero a veces cuida mucho la relación y, cuando uno representa a los trabajadores, tiene que jugársela por lo de uno y dejar las cosas más claras. No la califico, pero siento que hay muchos que piensan que ella se cuida mucho de no agredir, de confrontar al gobierno, sin embargo el sindicalismo es de confrontación.
Yo respeto la postura de Bárbara y de su equipo, ellos piensan que con una relación sin confrontación con el gobierno, pueden sacar las reformas laborales, ojalá que les resulte, porque o si no habrá frustración.
En la CUT hay algunos que pensamos que hay que empujar más, golpear más y movilizar a la gente.
Esas dos posturas son legítimas, pero tienen que entenderse y buscar espacios de acuerdo para que podamos avanzar y hacer la pega.

– ¿Qué saldo saca de los debates de reforma tributaria, Multirut y salario mínimo?

- El tema de la reforma tributaria fue un desastre, porque nosotros como CUT en el discurso del 1 de Mayo y con las intervenciones públicas, apoyamos el proyecto que presentó el gobierno, con la idea clara de que en el Parlamento había mayoría para aprobarlo. Pero en el camino el Ejecutivo terminó negociando con la derecha, generando una cantidad de dudas, entonces el proyecto que la CUT apoyó no es el que salió y, por tanto, no hay ningún triunfo en ese sentido.
En el tema de AFP estatal, hemos dicho siempre: no más administradora pública, ni privada, y el gobierno 
-sabiendo esa opinión- puso un proyecto de AFP estatal, que ahora lo tiene congelado. Nos metió en un problema, porque la CUT no salió con toda la fuerza necesaria a decir no más AFP.
Entonces, todas esas cosas que hace el gobierno, que no coinciden con nosotros, deberíamos combatirlas fuerte, porque tenemos un rol distinto, nosotros somos contraparte, y ahí es donde nuestra gente se confunde.
Igual cosa pasó con el Multirut, donde ahora todo se judicializó. Los parlamentarios dicen que votaron a favor porque la CUT estuvo de acuerdo (…) 
En el salario mínimo, el gobierno se quedó con unas lucas en el bolsillo. El reajuste de $ 40 mil en dieciocho meses no es malo, porque nunca el salario ha subido más de 
$ 10.000, a excepción del año pasado, cuando fueron $ 17 mil. Pero el punto es que este año el gobierno debería haber puesto un salario mínimo superior al de Piñera en 2013. Ahí creo que no le pusimos toda la fuerza, no logramos convencer y nos quedamos con un monto que no es malo, está dentro de los rangos, pero que fue criticado porque todos esperaban que al menos llegáramos este año a $ 230 mil.
Mi evaluación de todo este proceso no es negativa, pero creo que ha dejado dudas.

– ¿Qué rol va a jugar en el debate de reforma laboral?

– En el tema de la reforma laboral, sin ser petulante, creo que soy uno de los pocos que conoce los temas a fondo, porque son muchos los años en esto. A mí los titulares me tienen cansado, quiero ver los contenidos.
El gobierno ha propuesto nueve temas que son los que tiene en su programa, habrá que ver cuál es su alcance y cómo se van a abordar. La agenda de la CUT tiene 25 temas, que hay que incorporarlos al debate y nosotros tenemos que jugarnos a dos líneas. Una, tratando de ver los contenidos; y la otra, incorporando los temas que son parte de la agenda nuestra y no centrarnos sólo en los nueve temas del gobierno.

– ¿Cuáles temas faltan?

- En los nueve titulares no está el despido por necesidades de la empresa, no está el despido masivo, hoy el fuero sindical hay que protegerlo más. Cuando haya una reincidencia en atropellos a los derechos laborales, al sindicato y a derechos fundamentales, no se puede seguir multando a la empresa, hay que buscar penas aflictivas.

– ¿Está vigente como piso de discusión la Declaración de Voluntades CPC-CUT?

- El acuerdo de voluntades ya fue sobrepasado por el programa de gobierno. Entonces, ya no tiene sentido, se dio en un contexto distinto, cuando en 2011 los empresarios quisieron conversar, mientras el país se movilizaba y ahí concordamos unas pocas cosas. El piso son todas las reformas para un cambio de verdad.

Propuesta laboral alternativa
Mañana y el sábado la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) realizará un consejo nacional ampliado, donde se debatirá la estrategia de presentar al gobierno una propuesta alternativa de reforma laboral.
«Vamos a tratar de ponernos de acuerdo, primero en que los compañeros que vienen de regiones y de las confederaciones afiliadas, respalden la propuesta de temas de la CUT y que sea eso lo que la gente impulse desde abajo para tener instancias de conversación. También esperamos que los trabajadores de sectores especiales, como los portuarios, los contratistas, los forestales y los transportistas, puedan poner sus temas especiales en el debate, porque esta es una ley general y hay sectores que tienen que plantear sus temas», indicó el secretario general de la multisindical, Arturo Martínez.
En ese contexto, el dirigente aseveró que «igualmente hay que ver la estrategia que vamos a usar, la idea es que en cada provincia se hagan encuentros para debatir la reforma, conocerla y enseguida llamar a los parlamentarios a un gran acto, donde se les pida un pronunciamiento. Lo ideal es que este consejo ampliado de la CUT se reúna durante todo el tiempo que dure el debate de la reforma laboral y luego acordar que la reforma no se gana sólo conversando, ni reuniéndose, sino que también en la calle y hay que encontrar un espacio para generar convocatoria. Entiendo que todos tenemos que estar en eso y que todos vamos a empujar para el mismo camino, porque creo que tenemos la oportunidad después de tantos años de hacer una reforma de verdad».