Facturas corresponden a atenciones brindadas por nueve centros privados, entre enero y abril de 2014.

Por M. Miranda y O. Fernández.

Poco más de US$ 2 millones ha facturado Fonasa a algunas de las principales clínicas del país, entre enero y abril de este año. Los dineros corresponden al pago por concepto de “días camas”, servicio que entregan los privados al sistema público cada vez que la demanda por hospitalización supera los cupos disponibles en la red.

Según información entregada a La Tercera a través de Transparencia, los dineros se han destinado a nueve clínicas del país, de 32 prestadores en convenio, totalizando pagos por $ 1.160 millones, lo que constituye un 28% de lo facturado el año pasado.

De ellas, tres son las que concentran los pagos: Clínica Isamédica, de Rancagua, y las clínicas Indisa y Tabancura, de la Región Metropolitana, que juntas suman más de $ 700 millones.

La información remitida incluye sólo centros donde ya se hizo efectivo el pago. Eso, pues otros prestadores -como Clínica Las Condes, centro que ha cedido cerca de 1.500 camas- aún están en proceso de ingresar la información.

De acuerdo a la información, en tanto, las camas más utilizadas corresponden a las que se ubican en las unidades de cuidados críticos (UCI, UTI), seguidas por las coronarias, básicas y, finalmente, agudas.

CRITICAS AL MODELO

La compra de camas a privados y los montos que destina el Estado a ello fueron uno de los primeros cuestionamientos de la actual administración, luego de que se conociera que en 2012 se llegó a pagar más de 19 mil millones de pesos a las clínicas, para suplir el déficit de camas que mantiene la red pública. Se trata de una facturación que, según la información de Fonasa, bajó a $ 4.000 millones el año pasado.

Gisela Alarcón, jefa de la División de Gestión de Redes del Minsal, dijo que “el déficit que tenemos no va a resolverse, al menos hasta que termine la construcción de los 60 hospitales programados. Mientras, hemos hecho mejoras en la gestión de camas, pero hasta que no aumenten, las compras a privados deben seguir, porque nuestra obligación es dar atención al paciente”, explicó Alarcón, quien agregó que hay 25.700 camas en el país, a las que se han sumado ahora otras 90 del tipo críticas. Además, por la campaña de invierno, se han habilitado 340 cupos de hospitalización para paliar la demanda, que crece a medida que aumenta la circulación de los virus respiratorios. “Se busca comprar menos a privados, pero eso es lento. Es imposible evitarlo de un día para otro”, dijo Alarcón, quien destacó que con las medidas implementadas ya se ha logrado bajar los traspasos. “Entre enero y junio habíamos derivado a 1.247 pacientes a la red privada y este año, en el mismo período, hemos traspasado a 1.140, es decir, 107 pacientes menos”, explicó.

Pese a esto, la ministra de Salud, Helia Molina, aseguró que no se puede terminar con el mecanismo. “Aunque tengamos toda la infraestructura y normalmente estemos bien con las camas, puede haber cualquier emergencia, epidemias, lo que lleva a que tengamos que comprar, y eso siempre lo vamos a hacer”, dijo.

Manuel Inostroza, académico del Instituto de Salud Pública de la Unab, señaló que la opción es mejorar lo que hay para evitar “gastar de más”. “Hoy se paga por prestación dada, y lo que le interesa al prestador es facturar por la frecuencia. Por ejemplo, si se compra un día cama y la clínica hace 20 hemogramas, va a cobrar más caro por esos exámenes, pero si Fonasa compra por GRD (ver recuadro), se factura por la prestación en que el paciente se interna y egresa con su patología resuelta”, añadió.

Marcos Vergara, de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, agregó que si bien se puede mejorar el gasto, las compras se dan en un “contexto de urgencia” y que “los precios ofertados por las clínicas están acordes a los que se transan en el sector privado. No se puede comparar con lo que se paga por día cama en el sector público, porque la inversión capital (infraestructura) no se toma en cuenta. La clínica sí lo hace”, afirma.

Al respecto, la diputada de la Comisión de Salud Marisol Turres (UDI) dijo que, pese a que las compras a clínicas se habían criticado, hoy se mantienen. “Pero si ese gasto es necesario y significa dar una atención oportuna a la gente, está bien gastado”.

Por su parte, el diputado Juan Luis Castro (PS) indicó que “estamos sufriendo las réplicas de una política que no se hizo cargo de terminar la construcción de hospitales. El gasto ha sido desmesurado y este es un año clave para cambiar eso”.