El gremio reajustó su proyección: este año el sector sólo crecería un 1,1%. Esto a raíz de una baja en la inversión y la postergación de grandes proyectos en energía y minería. Pero, en particular, la inversión inmobiliaria comienza a mostrar clara desaceleración.
Por Julián Mazzucco.
Un complejo panorama es que el evidenció el último Informe Macroeconomía y Construcción (MACh) entregado ayer por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
El gremio proyectaba a fines del año pasado un crecimiento en torno al 4% para el 2014, pero esto cambió ayer y la entidad ajustó su proyección de crecimiento sectorial a 1,1%. Y con sesgo a la baja.
Esto como resultado, principalmente, de la menor inversión que se concretaría en los sectores de vivienda e infraestructura producto de un escenario macroeconómico más deteriorado en la actividad, la demanda interna y las perspectivas económicas. “Es particularmente preocupante lo que está ocurriendo en las áreas de minería y energía, que tienen gran incidencia en el desempeño de la construcción. Por una parte, los proyectos de generación eléctrica sufren crecientes dificultades para materializarse y, por otra, esta misma situación -y su negativo impacto en los costos de producción- ha incidido en la postergación de proyectos mineros”, explica Daniel Hurtado, presidente de la Cámara, quien puntualiza que estas dos áreas siguen empujando al sector gracias a las iniciativas en ejecución, pero tienen varias obras nuevas postergadas.
No obstante ello, la baja de la construcción ligada a grandes obras de ingeniería en minería o energía es una tendencia que viene de tiempo atrás.
Esta vez, el MACh proyecta además una caída en la inversión ligada al sector de la vivienda, la primera desde la crisis del 2009. A pesar de que a fines del año pasado la CChC proyectó un crecimiento de 1,4% en la inversión en esta área, ahora el gremio prevé que este año se retraería un 0,4%.
“Esta caída en la inversión en vivienda no se ve hace muchos años, específicamente desde el 2009 que tuvimos recesión. Después de ese año las cifras han sido incluso de dos dígitos de crecimiento”, indica el gerente de Estudios de la asociación, Javier Hurtado.
A su juicio, esta baja en la inversión inmobiliaria estaría ligada a la disminución de la vivienda pública, puesto que una parte importante de los subsidios entregados están enfocados a arriendo y la otra parte está dirigida a viviendas que aún no se construyen (DS 49). Según explica Hurtado, hay una cantidad relevante de esos subsidios en las manos de las personas y que no han podido ser ejecutados porque no hay proyectos debido a los costos. “El valor de los subsidios no da para construir las viviendas y por ello hay tanta gente con subsidios pero sin vivienda”, precisa.
Adicionalmente, el informe destaca que el presupuesto público destinado a vivienda con subsidio es similar al dispuesto el año 2010. De acuerdo con la CChC, al 31 de marzo se otorgaron 10.964 subsidios del Programa Regular, equivalentes al 7% de la meta vigente para el año 2014. De ellos, 5.000 correspondieron al programa de arriendos y casi 4.000 al programa DS 49 sin proyecto, ninguno de los cuales genera en la práctica una mayor actividad de construcción.
En lo que respecta a las viviendas sin subsidio, el aumento de la tasa de desempleo, el menor crecimiento económico y condiciones más restrictivas de acceso al crédito inciden en que se proyecte un incremento anual de 2% en 2014, lo que se compara negativamente con el 4,5% previsto originalmente para este año. La venta de viviendas nuevas anotaría un avance de 1,2% a nivel nacional y de 0,1% en el Gran Santiago, lo que implicaría la comercialización de 68.900 unidades en todo el país y de 37.200 en el Gran Santiago.