Patologías del sistema osteomuscular también son comunes:

El gasto por Subsidio de Incapacidad Laboral se ha duplicado en la última década, aumentando el año pasado en $40 mil millones respecto de 2012, producto del incremento en el número de días de licencias médicas originadas por enfermedades psiquiátricas.

Por María Paz Infante H.

Las enfermedades psiquiátricas han cobrado protagonismo a la hora de presentar una licencia médica. Es el diagnóstico que está presente en las dos razones más frecuentes de las cinco principales isapres del sistema: Consalud, Cruz Blanca, Banmédica, Colmena y Masvida.

Y estas enfermedades no solo son una de las razones más típicas para ausentarse del trabajo, sino que también son las que más contribuyen a aumentar el gasto por Subsidio de Incapacidad Laboral (SIL) producto de que, generalmente, son los permisos legales que concentran más días fuera de la oficina. En el año 2003, el gasto era de $148 mil millones, mientras que en 2013 llegó a $304 mil millones, según la consultora Altura Management.

La Asociación de Isapres estimó que durante todo 2013 las licencias por trastornos mentales lideraron la frecuencia de días solicitados, alcanzando una variación del 17% más respecto del año anterior. El año pasado más de un quinto del 7% de la cotización legal se destinó a financiar ausencias médicas. El director ejecutivo de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, detalla que el gasto aumentó en alrededor de $40 mil millones durante el ejercicio pasado. Caviedes dice que la incorporación de las enfermedades mentales en el AUGE ha provocado, en parte, un incremento de la demanda y un aumento de los diagnósticos de este tipo de patologías.

La consultora Inmune estima que si bien las licencias son pagadas por Isapre o Fonasa, existe una merma económica para el empleador que correspondería entre 30% y 50% del sueldo del trabajador para cubrir los costos diarios que se requieran en la empresa por la ausencia del empleado. También se enfrentan a la problemática de la baja productividad inicial del reemplazante.

Colmena tuvo un costo de $13 mil millones en 2013 producto de licencias derivadas de enfermedades psiquiátricas, $3 mil millones más que en 2012. El segundo diagnóstico más frecuente le costó a esa isapre $8 mil millones. En Banmédica, más de un tercio del costo de los permisos médicos del año pasado fue por las enfermedades de trastornos mentales y del comportamiento.

El liderazgo de la depresión

Según un estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad Católica para Consalud, entre 2012 y 2013 se aprecia un aumento de más de 25 mil licencias médicas. El estudio también detalla que el diagnóstico que lideró la entrega de esos documentos en 2013 fue el «episodio depresivo».

César Carvajal, médico coordinador de salud mental de la Clínica Universidad de los Andes, explica que la mayor exposición de las personas a trastornos mentales está dada por «una gran exigencia que está existiendo, por las presiones, las metas en el trabajo que son muy exigentes y jornadas laborales que resultan bastante largas y que atentan contra la capacidad del trabajador», dice.

Junto con las psiquiátricas, las enfermedades respiratorias lideran los diagnósticos más comunes. Las patologías osteomusculares también poseen un peso importante y algunas tienen un origen laboral.

La fórmula se replica

No solo los datos de las isapres explican el fenómeno de la relevancia que están teniendo las licencias médicas por patologías psiquiátricas. La Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) distingue tres grandes grupos de enfermedades profesionales, entre las que lideran las de salud mental, con un 40%. Le siguen las músculo-esquelético que representan un 30% y donde se encuentran la tendinitis, patologías del codo y otras. Desde la ACHS comentan que las enfermedades profesionales han tenido una tasa de crecimiento anual del 7% en los últimos cinco años, con especial énfasis desde 2012. «Antes, el grueso de las enfermedades profesionales estaba dado por la patología músculo-esquelética y en los últimos años hemos visto un vuelco de esta patología hacia la salud mental», explica la doctora Cristina Bustos, médico jefe de salud curativa de la ACHS. Dentro de las enfermedades mentales, la neurosis ocupacional lidera, con 50%.

Según explica la doctora Bustos, esa es la patología que se conocía como estrés, pero que se ha ampliado el concepto y ha incorporado otros síntomas como decaimiento y falta de productividad laboral.

Bustos argumenta que antes había un factor físico mucho más influyente en las labores y que hoy lidera el psicológico. «No era el estrés el más importante al momento de manejar una máquina, sino la fuerza que había que poner para poder mover una máquina que no era hidráulica», ejemplifica.

Licencias fraudulentas
La consultora de salud Inmune estima que anualmente se gastarían alrededor de US$ 700 millones en licencias médicas. Según las últimas estimaciones que existen del Ministerio de Salud, en el sector público se pierden aproximadamente US$ 210 millones al año y US$ 80 millones en el sector privado. Rodrigo Varela, abogado de Inmune, explica que en el último tiempo ha habido un aumento de las licencias médicas fraudulentas, con acento en aquellas cuyo diagnóstico es una enfermedad psiquiátrica.

El abogado afirma que esto se produce porque son enfermedades difíciles de detectar y porque al no tener que guardar reposo en este tipo de licencias, es muy difícil su control por parte de los fiscalizadores.