El último año las aseguradoras perdieron 25% menos afiliados que en 2010:

Superintendencia de Salud abrió una investigación para conocer por qué no hay movilidad de mujeres y adultos mayores en el sistema privado de salud.

Por Nadia Cabello.

Pese a que el sistema de isapres ha sido puesto en tela de juicio tanto por las autoridades de Salud -que encomendaron a una comisión de expertos plantear una reforma- como por la ciudadanía -que acude cada vez más a tribunales para reclamar por las alzas de precio de sus planes-, el número de afiliados crece, a ritmo lento, pero sostenidamente. Buena parte de esta expansión se debe a que las isapres cada vez retienen a un mayor número de cotizantes.

Según las cifras de movilidad de beneficiarios de la Superintendencia de Salud, si en 2010 migraron 112.529 de los 1,4 millones de afiliados desde las isapres a Fonasa, en el último año lo hicieron 112.212 (casi el mismo número), pero de una cartera bastante más grande, que llega a los 1,7 millones. Esto implica que durante los últimos cuatro años el sistema de seguros de salud privado incrementó su capacidad para retener a sus cotizantes en 25%.

En la misma línea, el número de personas que se cambió de isapre cayó 20% en el mismo período.

Pero estos números, que dan la imagen de un sistema «más estable», para el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, no son síntoma de que este haya mejorado en el último tiempo, sino de que «sigue habiendo trabas para moverse dentro del sistema».

Prueba de ello, argumenta, es que 67% de quienes se van a Fonasa son hombres y 73% corresponden a jóvenes que tienen entre 20 y 44 años.

«Ese es el grupo más privilegiado dentro del sistema, porque como en general son personas sanas, no generan mayor gasto a su isapre y, por ende, sus planes son baratos. Se sienten en la libertad de entrar y salir del sistema porque nadie les va a negar nada», dice la autoridad.

El problema, a juicio de Pavlovic, es que las cotizantes (mujeres) y los adultos mayores «siguen, de alguna u otra forma, estando cautivos de su isapre». «Por eso -asegura-, como Superintendencia de Salud estamos revisando las cifras y fiscalizando cuáles son las tácticas que están usando las isapres para permitir a los hombres jóvenes ‘moverse’ y a los otros grupos no».

Para Victoria Beaumont, directora de la consultora Altura Management, «no hay nada que investigar». A su juicio, las cifras son consecuencia del congelamiento de las tablas de factores de riesgo, que después del fallo del Tribunal Constitucional de 2010 no se pudieron usar como mecanismo para reajustar los precios de los planes de isapre.

«Si antes algunos grupos, como las mujeres y los adultos mayores, estaban cautivos y no se podían cambiar de isapre porque les subía el precio del plan, ahora se quedan donde están porque así se aseguran que se les mantenga el precio que quedó congelado y solo los hombres que no pierden nada al cambiarse, lo hacen».

El problema, plantea Beaumont, es que como ya no se puede «sacar a los más riesgosos del sistema» subiéndoles el precio del plan, y si los cotizantes jóvenes son los que más migran de las isapres, «te vas quedando con una cartera riesgosa, con adultos mayores y con enfermos crónicos. Aquí vamos a ver estrategias fortísimas para atraer a los jóvenes, para así introducir equilibrio económico dentro del sistema».

Concuerda con ella el director ejecutivo de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, quien sostiene que dado el congelamiento de las tablas de factores, «simplemente hay personas que están gozando de un precio que no corresponde. Están recibiendo subsidios».

Lo anterior, sumado al envejecimiento de la población, ha hecho que, por ejemplo, si en 2001 por cada ocho beneficiarios menores de 20 años había uno mayor de 60, hoy esa proporción es cuatro jóvenes por cada adulto mayor, explica Caviedes.

Jueves
Ese día sesionará la comisión asesora para la reforma del sistema.

7,9%
de quienes abandonaron el sistema el último año son cotizantes que tienen más de 60 años.

89.336
cotizantes se cambiaron de isapre durante el último año. El 70% de ellos son hombres.