Cuentas nacionales del Banco Central del primer trimestre:
La baja en la inversión es lo que está detrás de la contracción de la demanda, más por una disminución inusual de los inventarios que por una menor formación de capital fijo, señala el informe.
Por LINA CASTAÑEDA.
Las cuentas nacionales del Banco Central arrojaron un crecimiento de 2,6% en el PIB del primer trimestre con una caída de 0,3% en la demanda interna, originada en una contracción de la inversión y una desaceleración en el consumo de los hogares.
La caída en la demanda doméstica, que no se producía desde el tercer trimestre de 2009, obedece a una desacumulación de inventarios y en menor medida a la caída de la formación bruta de capital fijo (inversión en maquinarias y equipos), señala el reporte del Central.
Las cifras dan cuenta de que la inversión ya no se está contrayendo fuerte, coinciden los economistas de Bci, Rubén Catalán, y de la Universidad Santo Tomás, Alejandro Puente. En el cuarto trimestre de 2013 la formación bruta de capital fijo cayó 12,3% y en el primer trimestre de este año la caída es de 5%.
«Aparentemente lo que hicieron las empresas para invertir en el primer trimestre fue utilizar maquinarias y bienes que estaban en stock y, por ende, vemos una caída en el nivel de existencias que no es común, pero es una señal positiva porque quiere decir que la inversión no está tan frenada como se pensó», dice Catalán.
La variación de existencias -que normalmente se incrementa en 1%-, valorada a precios del año anterior, acumula en doce meses una disminución de 0,3% del PIB, determinada por la desacumulación de inventarios mineros. En el período hubo una menor acumulación de stocks de bienes industriales y de la agrupación agropecuaria-silvícola.
El consumo total en el primer trimestre creció 4,4%, dos décimas menos que en el trimestre anterior, mostrando una desaceleración en el consumo de los hogares que subió 3,7%, en comparación con el 4,9% en el cuarto trimestre de 2013. Lo que aumenta fuerte es el consumo del Gobierno, con un 9,6% que compensó el menor ritmo del consumo privado.
«Esto da cuenta de un gobierno que está con mucho interés en apuntalar a una economía que está desacelerándose», comenta Felipe Alarcón, analista de EuroAmerica. La ejecución presupuestaria suele ser lenta en los primeros tres meses del año y esta vez va más rápido», acota.
Puente destaca la positiva contribución del sector externo, con un aumento de 5,4% en las exportaciones, recuperándose fuerte respecto a 2013 e importaciones que se desaceleran algo menos que en el último trimestre de 2013, pero que disminuyen en 3,6%.
Los datos de Imacec arrojaban para el primer trimestre un crecimiento promedio de la actividad de 2,4% y finalmente la cifra del PIB arrojó dos décimas más. «Sigue observándose una economía creciendo bastante por debajo del PIB potencial. La demanda interna no solo crece por debajo del PIB, sino incluso se contrae y eso explica por qué el Banco Central cuando ve señales de inflación mantiene el sesgo bajista en su política monetaria», enfatiza Puente.
Efecto incertidumbre
Aunque según Catalán el consumo total sigue robusto, le llama la atención una contracción superior al 3% en términos desestacionalizados de los bienes durables, en relación con el cuarto trimestre de 2013. Eso no había ocurrido en el último par de años, asegura. Su percepción es que quizás hay ahí una señal de más cautela frente a la incertidumbre asociada a la reforma tributaria, de si va a tener impacto en el crecimiento, los planes de inversión y el empleo.
Para Alarcón, la baja de los inventarios puede tener una lectura negativa en cuanto a que el sector industrial se esté anticipando a un ciclo en que la demanda interna va a estar más débil para sus productos.
3,7% sube el consumo de los hogares, 1,2 puntos menos que el trimestre anterior.
9,6% creció el consumo de Gobierno sustituyendo menor consumo de hogares.
3,1% del PIB es el déficit en doce meses que arroja la cuenta corriente.