Dice que con la eliminación del FUT el Gobierno favorece a la banca.

Por Mariana Penaforte.

Escéptico a las palabras del ministro de Hacienda, Alberto Arenas, está Juan Pablo Swett, presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech). Ayer, el jefe de la cartera fiscal salió a terreno otra vez para afirmar que las pymes quedan en una situación «igual o mejor» a partir de la aprobación de la reforma tributaria.

«Esta es una reforma alejada de la realidad de las pymes», refuta Swett.

El dirigente dijo que está de acuerdo con el alza de un 20 a un 25% en el impuesto de primera categoria y con la propuesta de cambio de sujeto retenedor del IVA.

Sin embargo, les preocupa la eliminación del FUT, que, según Swett, se ocupa de manera extensiva entre los emprendedores.

«Hoy día la gran mayoría de la pequeña y mediana empresa usa el FUT para capital de trabajo. Hay empresas que ganan $100 millones al año y los dueños de esa empresa no ven esa plata dentro de sus cuentas corrientes», sostiene.

Explica que este dinero casi siempre se ocupa para pagar las cuentas por compras «que hoy se pagan a 90 o 120 días» y los sueldos de los trabajadores.

Agrega que la eliminación del FUT va a hacer que las pymes queden con un nivel de liquidez bastante crítico. «Ante la falta de capital de trabajo que vamos a tener en abril de cada año, tendremos que ir a los bancos y pedirles la plata que vamos a tener que pagar al Estado por esos mayores impuestos», dice.

En ese sentido, sostiene que espera que Jorge Awad, presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, salga a aclarar cuánto va a significar esto en negocios para los bancos.

«¿Por qué el Gobierno está entregando en bandeja a los bancos un negocio tan importante?», cuestiona.

Swett afirma que la banca podría cobrar tasas más altas a las pymes, por el mayor riesgo que van a tener en su cartera. «Eso vamos a terminar pagando nosotros», señala.

A su juicio, las soluciones presentadas en el proyecto para las pymes no son efectivas en la práctica. Califica la depreciación instantánea como un mecanismo «añejo» y que no será aprovechado por la mayoría de las pymes, afirmando que cerca del 70% de las empresas pequeñas y medianas son de servicios y poco intensivas en maquinaria y activos fijos.

El titular de la Asech sostiene que la reforma aumenta la desigualdad entre las empresas grandes y las pequeñas y que quita la posibilidad de competencia y de crecimiento.

DEPRECIACIÓN

Swett estima que actualmente un 70% de las pymes son empresas de servicio y poco intensivas en activos fijos.