Frente a este nuevo escenario, Pablo García indicó que es natural que las proyecciones económicas se corrijan a la baja.

Por M. Sánchez y C. Alonso.

No fue fácil. La negociación entre el gobierno y la Nueva Mayoría se extendió más de la cuenta, pero finalmente, el nombre de Pablo García se impuso para integrar el consejo del Banco Central en reemplazo de Manuel Marfán, tras el acuerdo alcanzado entre el PS y el PPD. “Siempre he sido, desde el retorno a la democracia, simpatizante del PPD. Cercano a las personas y sus ideas. Por circunstancias nunca he militado, pero siempre he sido cercano al PPD”, sostiene y comenta que luego de su aprobación en el Senado viajó a Estados Unidos, para renunciar a su cargo de director ejecutivo por la Silla del Cono Sur del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Así, el 3 de febrero ya estaba instalado en las dependencias del ente emisor, desde donde afirma que “es natural que se produzca un debate político” durante el proceso de nominación de un nuevo consejero, ya que “cuando estamos en democracia es normal que una discusión política se desarrolle entre el Ejecutivo y el Congreso”.

El cuarto trimestre de 2013 la economía creció 2,7% y las cifras sectoriales del INE anticipan que enero no será mejor. ¿Estamos entrando a un período de incertidumbre?

Lo que estamos viendo hoy en Chile es un ciclo de desaceleración y eso, de cierta forma, responde a cómo ha ido evolucionando la economía internacional. Después de la crisis de 2009, EE.UU., Europa y Japón muestran crecimientos bastante débiles, mientras que China se expandió muy fuerte, con precios de los commodities bastante altos y tasas de interés bajas. Esa fue una combinación bien favorable para Chile. Sin embargo, ese escenario cambió.

¿Cuál es el actual escenario para Chile?

Esa era una situación insostenible en el tiempo y ahora estamos transitando hacia la recuperación de EE.UU. y Europa, con tasas de interés que irán subiendo en forma paulatina. A ello se sumará que China buscará un crecimiento más equilibrado y sostenible. Todo esto impactará en un escenario de precios de commodities más bajos, lo que afectará a Chile.

El BC en su última reunión mantuvo el sesgo expansivo. Eso fue leído por los analistas como señal de que la economía se está desacelerando más de lo previsto, ¿cuál es el análisis del BC del escenario económico para 2014?

El escenario de crecimiento y demanda está mostrando una desaceleración algo más intensa de lo que se preveía. Por ello, la política monetaria tenía que acomodarse a este escenario de menores presiones inflacionarias con un relajamiento de tasa de interés mayor. Eso se comunicó en las reuniones de enero y febrero. Para marzo, el mercado también espera una baja. Ahora, cuánto más pueda bajar la TPM, eso hay que ir evaluándolo.

Ahora, ¿cuánto de lo que esperan los analistas en sus proyecciones obedece al escenario que ellos perciben y cuánto ha influido el Banco Central?

El mercado lee las cifras a razón de cómo esperan que el BC va a reaccionar y el ente rector a la vez, tiene una forma de actuar, que ha desarrollado a través de años. Estamos diciendo lo que queremos hacer y estamos haciendo lo que hemos dicho que vamos a hacer. En ese contexto, el mercado está leyendo de manera correcta las acciones que tomamos para preservar nuestra meta de inflación.

CAMBIOS IMPOSITIVOS

La reforma tributaria, ¿no es un ruido extra para la desaceleración de la economía?

Cuando hay debates de este tipo se debe poner en contexto lo que estamos discutiendo: una política fiscal que enfrenta los desafíos del Chile de hoy y que la enfrenta con las responsabilidades de tener un financiamiento estructural para nuevos gastos. Ahora, hay distintas opiniones de cuánto puede afectar en el corto plazo, pero eso no es lo prioritario. De hecho, en mi opinión, la desaceleración de la economía y lo que está ocurriendo con la inversión se vincula, hasta ahora, con lo que está pasando con la economía a nivel global, al ciclo minero y al ciclo económico.

¿La reforma tributaria afectará el crecimiento en 2014? ¿El BC está considerando posibles efectos en su escenario base?

Para efectos de proyecciones, lo más importante es que haya regla fiscal y en ningún momento ha habido cuestionamiento a la regla fiscal. Eso es fundamental para las proyecciones del BC.

Entonces, ¿este debate que hubo el año pasado no está afectando el comportamiento de la economía?

Estos debates siempre ocurren y el Banco Central no debe enredarse en eso. Mi opinión personal es que en lo grueso, lo que está ocurriendo con el crecimiento y la inversión hasta ahora es fundamentalmente por este escenario de moderación del ciclo económico, de la inversión minera y de las condiciones financieras externas. Esos son los efectos de primer orden que inciden en la desaceleración de la actividad. Ahora, hacia adelante también es clave que se siga manteniendo la regla fiscal y que los gastos permanentes se sostengan con financiamiento permanente.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ha dicho que si Chile crece menos en 2014, las explicaciones habrá que buscarlas a nivel interno, pues el mundo tendrá un mejor desempeño que 2013, ¿lo comparte?

Estados Unidos y Europa tendrán un mejor comportamiento este año que en 2013, pero no es evidente que el impulso del mundo en su conjunto sea mayor al que Chile tuvo entre 2010 y 2013. Mi visión para los próximos años es que el escenario externo no será mejor que los años anteriores para Chile.

Las proyecciones del mercado apuntan a un crecimiento bajo 4%. ¿Existe un escenario de riesgos que lleve a que la economía crezca más cerca de 3%?

Es natural que en un escenario de desaceleración las proyecciones se corrijan a la baja. Ahora, cuánto y cómo, es algo que debemos discutir internamente con nuestros análisis en el camino hacia el Informe de Política Monetaria de marzo.

En ese sentido, ¿cuáles son los principales riesgos para la economía chilena?

En lo esencial, los riesgos vienen por el escenario externo, ya que siempre traen sorpresas y afectan internamente.

Es decir, ¿más allá de las reformas que realice el próximo gobierno, los mayores riesgos están en el escenario externo?

Hay distintas opiniones. La conveniencia de hacer tal o cual reforma en términos de política pública, siempre está en el debate y no es algo que esté sólo ahora. Entonces, para efectos de la estabilidad económica lo importante es que si se producen reformas, que estén financiadas con ingresos permanentes, y eso no ha estado cuestionado.

En ese escenario, ¿el nuevo gobierno debería hacer una revisión de las variables macro con las que se hizo el presupuesto?

Una de las gracias que tiene la regla fiscal es que para efectos del crecimiento del gasto, lo que importa es el crecimiento tendencial. Por lo tanto, eso no debiese cambiar con proyecciones de corto plazo. Claramente, si el crecimiento efectivo es distinto, las necesidades de financiamiento efectivas serán distintas.

El tipo de cambio está en niveles de $ 560 y se estima que puede seguir al alza. ¿Hay preocupación por esta variable?

Los movimientos cambiarios en el corto plazo afectan mecánicamente a la inflación. Ahora, la pregunta que se debe hacer es si esta alza del tipo de cambio está afectando la meta de inflación en el mediano y largo plazo: la respuesta es no. Por eso, el BC ha reaccionado bajando la tasa. Si esos movimientos empiezan a afectar la inflación en una u otra dirección se debe tener una política monetaria distinta, pero eso por ahora no lo hemos visto y el mercado tampoco.

¿Tenemos que acostumbrarnos a un tipo de cambio de $ 560 o más?

Con el dólar nunca se puede dar certeza de cifras específicas. La gracia de la flotación cambiaria es que se mueve respondiendo a lo que ocurre en el mundo. Lo importante es que podamos actuar en un contexto de expectativas inflacionarias controladas.