La tendencia en Chile y el mundo
Por María Cristina Jurado.
Experiencia, energía, liderazgo, pasión, son algunas de las virtudes de estas chilenas que, pasada la mitad de la vida, son nuevamente cotizadas en el mercado. Una realidad en aumento que aquí testimonian profesionales, headhunters y estadísticas.
A los 48, Verónica Herrera Moreno, médico de la Universidad de Chile y docente universitaria, tenía un matrimonio armónico, tres hijos adolescentes y un trabajo estable de diecisiete años en la Asociación Chilena de Seguridad. Había hecho una buena carrera como médico tratante y directora administrativa en Santiago y regiones. Solo cuatro años después, esta ex becada en el Instituto de Salud Ocupacional de Cincinnati, Ohio, enfrentaba un divorcio complicado y estaba cesante. Tenía 52 años, tres universitarios a su cargo y un futuro incierto:
-En octubre de 2012, el nuevo gerente general de la ACHS me llamó. En medio de una renovación, la Asociación se llenó de gente menor de 40 y yo no daba el perfil. Después de veintiún años me pidieron la renuncia.
Herrera recibió su indemnización y, choqueada, recién a los tres días se dio cuenta de que tenía 52 y, probablemente por su edad, poco futuro laboral. «Sentía que quería flotar un poco, pero me daba cuenta de que tenía que volver a trabajar: era una mujer sola con tres estudiantes y un cerro de gastos. Mi divorcio había sido tan duro, que la renuncia no fue nada en comparación. Decidí explorar».
Su año flotando fue fructífero. Siguió con sus clases en la universidad, se convirtió en asesora de la OIT y trabajó como consultora. Entró a ser parte de la Comisión Médica Central de AFP. En octubre de 2013, le ofrecieron contrato como gerente de Salud en el Instituto de Seguridad del Trabajo. A los 53 años, Verónica Herrera mira hacia atrás y casi no lo cree. Se recicló brillantemente en la quinta década.
Y en Buenos Aires, la psicopedagoga Giovanna D’Ambra, 56, también reflotó con bríos su carrera poco antes de cumplir medio siglo. En 2005, esta madre de tres hijos y experta en administración y recursos humanos, logró su sueño: ser contratada como directora de Recursos Humanos para el Cono Sur en Givaudan, una empresa industrial de esencias para fragancias y sabores. «La madurez profesional de tantos años motivó que la selección recayera en mí. Capitalizar experiencia de vida aporta sabiduría en la toma de decisiones y en la conducción de equipos. A mí me rindió frutos».
Los casos de Verónica y Giovanncomienzan a no ser la excepción de la regla en el mercado laboral de Chile y el mundo. Reciclarse en un trabajo motivante, y promisorias condiciones después de los 50, empieza, lento pero seguro, a ser una posibilidad creciente. Un giro fundamental en el mercado de las contrataciones que, hasta hace menos de diez años, privilegiaba a la juventud. Y un giro que no solo beneficia a los hombres: las mujeres también han visto ampliadas sus posibilidades en el nuevo milenio.
Lo dicen las estadísticas. Las cifras de la Encuesta Voz de Mujer de Comunidad Mujer, que analizó el mercado laboral femenino entre 2009 y 2012, registró un notorio aumento en la tasa de ocupación de las chilenas entre 40 y 49 y, en menor medida, entre las de 50 y más años. En contraste, el segmento entre 18 y 29 bajó su participación.
Una realidad que corroboran los números de la Consultora Von der Heide, a cargo de colocar a ejecutivos y profesionales en empresas de Chile, Argentina, México y Brasil. Su directora de Operaciones, Catalina Moreno, revela que, entre 2008 y 2013, la colocación de hombres y mujeres mayores de 48 años, creció de 6% a 14%, un aumento no visto en décadas:
-La tendencia es a la apertura, lo vemos en forma creciente. Cada día más empresas aprecian los atributos que da la edad bien llevada: experiencia, liderazgo, capacidad de organización, responsabilidad, manejo del oficio, respuesta serena frente a las crisis. Son cualidades irreemplazables que empoderan al trabajador senior. Constatamos que los años de circo bien llevados dan flexibilidad.
Eso sí, a los seniors de hoy el mercado les exige condiciones. Si la experiencia técnica y profesional se ha convertido en uno de los bienes más preciados hoy -una de las razones fundamentales por las que estos candidatos tienen éxito- ella debe ir aparejada con actitud y personalidad. El entusiasmo, amor por el oficio, la pasión y las ganas, dicen los headhunters a nivel nacional y regional, son tanto o más valiosos, porque son los motores del otro bien esencial para conseguir un contrato a esta edad: la energía física y mental. También, la adaptación frente a reglas innovadoras. «La experiencia no es el único valor que hace atractivo a un senior. Es fundamental que tenga learning agility, talento para evolucionar con el cambio», dice, desde Buenos Aires, la experta en recursos humanos Giovanna D’Ambra. Y, dice, el foco es esencial. Si un profesional de cincuenta y tantos está contando los días que lo acercan a la jubilación, mejor que ni lo intente: el auténtico interés o desinterés laboral se trasluce. Otro punto a cuidar por estos candidatos es la flexibilidad para seguir órdenes, un tema que a veces se dificulta por la experiencia técnica de muchos años que tienen, dicen los entrevistadores.
Desde Von der Heide, Catalina Moreno, quien también es psicóloga laboral, pone énfasis en cualidades propias de las mujeres en el mercado:
-Hay un ejemplo perfecto que representa lo que una trabajadora de esta edad puede darle al mercado. En Chile, respondiendo al boom de multinacionales que se instalaron hace unos quince años, se creó el cargo de Office Manager. Para él se privilegia a mujeres de más de 50 por ciertas cualidades específicas: es un cargo de mucho detalle, desde las persianas hasta las contrataciones. Exige foco, autonomía, seriedad, minucia, liderazgo, organización. Una responsabilidad empoderada, de mucha orientación hacia las personas, que es algo muy femenino.
Las mujeres de esta edad, dicen todos los headhunters encuestados, tienen resuelta su vida familiar, los hijos ya crecieron, presentan mayor disponibilidad física y mental que sus pares que están aún criando. «Pueden viajar a destajo y esto es muy apreciado en las empresas multinacionales», dice Moreno. Y agrega:
-Hay un tema de sabiduría especial que se aprecia en esta generación, que mezcla lo femenino con años de circo. Se exacerba la intuición, hay mesura, se ponen las cosas en su justa medida, porque ya se enfrentaron -y resolvieron- grandes dificultades en la vida. Hay criterio para saber cuándo hay urgencia y cuándo algo puede esperar.
Todo esto tiene su contrapartida, advierte con lucidez Claudia Vivanco, directora de selección de ejecutivos de Target, quien fue contratada a los 49 años. «Si bien los 50 de hoy son los nuevos 30, una mujer puede, a pesar de su energía, ser discriminada por sus compañeros jóvenes».
Hay más. Lucy Krell, 50, socia de CT Partners, ha observado que las profesionales de esa edad pueden poner ciertas exigencias. Dice Krell:
-Es verdad que una mujer de 55 años no quedará embarazada y eso la beneficiará frente a un contrato. Pero ella tenderá siempre al balance entre su vida personal y profesional, a diferencia de sus pares hombres, enfocados en una carrera progresista y el aumento de renta. He entrevistado a candidatas que preguntan por el barrio dónde trabajarán, calculan si les queda cerca de la casa y si hay estacionamiento, se fijan en detalles de calidad de vida. Y es que son mujeres que cumplieron un ciclo y exigen más de la vida.
De vuelta de todas las crisis
La psiquiatra y terapeuta Sofía Salamovich enfatiza la fortaleza que da «venir de vuelta de las crisis de los 40 años». «A los 50 y tantos, ellas ya tienen un recorrido importante, aprendieron de relaciones, resolvieron problemas. Antes es el momento de las crisis, yo lo veo mucho en mi consulta: la crisis de la mitad de la vida. Las personas se cuestionan, pueden hacer una evaluación de cómo han vivido, modificar cosas. Hay un aprendizaje fundamental que puede llevar a redefiniciones. Cuando se tocan los 50, las crisis están resueltas. Hay más paz y empieza la sabiduría para vivir».
Esto, dice la doctora Salamovich, ayuda a esta generación a ser apreciada en el trabajo. La sabiduría, en el sentido moderno del término, otorga humildad y distancia, también capacidad de entendimiento frente a las relaciones con los demás. Hay menos dramatismo y más sentido del humor: ya se viene de vuelta.
-Es también el momento de búsquedas espirituales, físicas y emocionales. Se jerarquiza, la disponibilidad es mayor y la culpa familiar es menor.
Por eso, dice el gerente general de la consultora Spencer Stuart, José Luis Barroilhet, en los directorios de las AFP en empresas se piden mujeres de esta edad. «Ellas agregan valor en la toma de decisiones, sobre todo en retail y consumo masivo. Para las AFP es un tema estratégico, no de paridad. Las mujeres tienen visión privilegiada, ellas deciden el consumo».
Álvaro Ide, gerente general de Antalis GMS, empresa de materiales para la industria gráfica, es un buen ejemplo del interés por la paridad y la contratación sobre 45 años en Chile:
-Hemos visto que es una tendencia mundial. Tratándose de una industria que exige fuerza laboral masculina, nuestra dotación femenina es de 40%. Y, con un equipo gerencial y de jefaturas integrado en un 45% por mujeres, estamos al borde de la paridad. El promedio de nuestras empleadas es de 45 años.
-¿Cómo se llegó a estos números?
-Aprendimos que complementar trabajadores de más de 50 años con jóvenes es lo que nos otorga el equilibrio para lograr nuestros objetivos como empresa. Otro tema clave es que las mayores son mamás con hijos grandes y asimilan de buena forma las crisis. Les dan vuelta a los problemas más complejos, porque ¡ya han pasado por muchas!
Pero Lucy Krell, de CT Partners, vuelve a poner las cosas en perspectiva. Recuerda que este rebrote del interés del mercado laboral en los mayores de 50 es acotado, nunca masivo:
-Influye el pleno empleo en Chile. Esto facilita el interés por este segmento mayor y ha catapultado las cifras. No creo que las mujeres tengan mayor espacio laboral, sino que hay espacio para que compitan al igual que los hombres con su currículum. En algunas multinacionales, las prefieren para cumplir con la diversidad de género, por políticas internas.
La tendencia mundial a retrasar la edad de la jubilación también crea cambios. Dice Claudia Vivanco desde Target:
-Las expectativas de vida han aumentado y este segmento crece, tiene capacidades, está vigente, sigue siendo un activo para la sociedad. Hay que recordar cómo se veía una mujer de 50 hace medio siglo y cómo se ve hoy.
La prueba de cómo se siente y se ve una ejecutiva de 54 años que desafía los prejuicios de la edad en el mercado del trabajo, la da cotidianamente la publicista, charlista y especialista en márketing inglesa, Cindy Gallop, instalada en Nueva York. Cuando cumplió 54, lo gritó a los cuatro vientos y hasta inauguró su propio hashtag en Twitter: #cindy54.
Fue tanta la expectación, que el diario inglés The Guardian le pidió una columna. Ella escribió este febrero:
-Digo mi edad cada vez que puedo. Me considero un orgulloso y visible miembro del segmento más invisible de nuestra sociedad: las mujeres mayores. Me gustaría redefinir cómo la sociedad piensa que alguien de mi edad debe verse, ser, trabajar, vestirse y salir en pareja.
La columna causó sensación en Gran Bretaña y en el mundo. Gallop, desenfadada y dispuesta a batallar por su segmento etario, especialmente en el campo laboral, dice desde Nueva York: «En el trabajo, nada sustituye la experiencia, y las empresas deben contratar a más mujeres mayores. Cuando has dado la vuelta a la cuadra varias veces, tú siempre sabes qué hacer y no pierdes la calma. Y otra cosa: la diversidad conduce a la innovación». ya
Hoy se aprecia un giro fundamental en el mercado de las contrataciones que, hasta hace diez años, privilegiaba a la juventud.
El pleno empleo en chile y el retraso mundial de la edad de la jubilación en el mundo marcan tendencia. Así suben las cifras.