Estudio indica que el 61% de los eventos reportados por pedaleros santiaguinos se produce en la calle y sólo un 39%, en ciclovías.

Por E. Briceño.

Muchos prefieren las ciclovías, que en varias comunas han sido construidas especialmente para que los santiaguinos pedaleen. Otros, en cambio, optan por andar por las calles, junto a los automóviles, camiones y buses del Transantiago. Una decisión que a veces puede ser algo osada, de acuerdo con los datos de un estudio realizado por las organizaciones ciudadanas Bicicultura y ADC Bicicleta, gracias a un fondo concursable entregado por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac).

Según éste, un 61% de los accidentes -de diferente consideración- reportados por los ciclistas durante 2013 se produjo mientras circulaban por las calzadas, mientras que el 39% restante ocurrió mientras lo hacen por las ciclorrutas.

Según la directora de Bicicultura, Amarilis Horta, esto sucede sobre todo porque la Ley de Tránsito define a la bicicleta como vehículo e indica que los ciclistas deben andar por las calles, pero no les brinda amparo: “Hemos estudiado la legislación internacional y aquí es donde existe el peor escenario posible, porque se nos otorga el derecho teórico de bajarnos a la calzada, pero no se nos da protección ni normas claras”, señala Horta.

Es por eso que profesionales y expertos de Bicicultura trabajan en un estudio licitado por la Secretaría de Transportes (Sectra) para identificar los vacíos y contradicciones de la actual Ley de Tránsito.

Según Horta, ésta considera sólo dos dimensiones del tránsito: los peatones y los vehículos motorizados. “A nuestro juicio, hay que rehacer completamente esta normativa para integrar en forma segura y normada el vehículo bicicleta al tránsito”, dice.

Eje Alameda-Providencia

Otro dato que arrojó el estudio es que el 16,2% de los accidentes de ciclistas se produjo en el eje Alameda-Providencia, tanto en sus calles como en sus ciclovías (ver infografía).

Para el director de Bicivilízate, Claudio Olivares, esta cifra no es una sorpresa. “Es obvio que sea así, porque las ciclovías en esa zona son muy malas”, explica.

Agrega que el problema también está en el mal diseño de los cruces, lo que explica que un 44% de los accidentes sea en intersecciones. “Con algo de conoci- miento sobre ingeniería de tránsito sabes que donde hay más conflicto es en esos puntos. ¿Qué se puede hacer? Una normativa que considere a todos los actores: ciclistas, automovilistas y peatones”, explica.

Para la directora de Bicicultura, Alameda-Providencia es un eje en que se suman viajes y destinos, una vía estructurante de Santiago a la que la mayoría necesita acceder. “Si es tan demandada por todos es lógico que resulte peligrosa, pero no es aceptable que se discrimine a los ciclistas. Eso es lo que hoy sucede, porque en la Alameda hay una ciclovía pésima, llena de cortes, subidas y bajadas y bordes peligrosos”.

Sugiere que de una vez por todas se opte por construir las ciclovías en las calzadas, demarcadas y señalizadas. “Y creo que sería una señal potente partir construyendo este tipo de infraestructura en Alameda-Providencia”.

El estudio se basó en una encuesta vía web hecha a 1.870 personas, el 98% de las cuales dijo ser ciclista. Ellos informaron un total de 1.178 accidentes; 419 de ellos fueron georreferenciados, es decir, se notificó el punto exacto donde ocurrieron.