Cifras de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito:
Al crecimiento de estos vehículos se suman algunos conductores poco experimentados o que no tienen la licencia adecuada.

Por MAXIMILIANO VEGA M.

Es algo rutinario: basta que surja un «taco» en una calle para ver a algunos motociclistas subir a una vereda, zigzaguear entre los autos y adelantar por el lado derecho. Son maniobras habituales, pero todas son objeto de infracciones.

Según datos de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), en 2011 ocurrieron 4.226 accidentes que involucraban motos, los que aumentaron a 4.755 en 2012, lo que corresponde a un incremento del 12,5%. En 2012 murieron 112 motociclistas. Tres años antes, 70.

Porque más allá de que esas conductas generen molestias, hay que entender que, por más compacta que sea una moto, no tiene privilegios. Y, como explica el capitán Alain Valderrama, jefe de la Unidad de la Prefectura de Tránsito de Santiago, sus conductores tienen los mismos derechos y deberes que aquellos que manejan un vehículo de cuatro ruedas.

«Este tipo de vehículos debe transitar por el centro o adelantar por el costado izquierdo, como si fuera uno de cuatro ruedas», dice el oficial. Agrega que también los demás conductores deben respetar el espacio destinado a las motocicletas.

Explosivo incremento

Desde hace más de cinco años que el uso de motocicletas aumentó en el país. El informe sobre el Parque de Vehículos en Circulación de 2012 hecho por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el más reciente a la fecha, indica que hay 133.640 motos en circulación. Diez años antes eran 24.761.

Actualmente se calcula que hay más de 150 mil, pero en mayo próximo se entregará la cifra correspondiente a 2013.

Aunque aún se está lejos de tener los índices de otros países, como Argentina, en que uno de cada 25 habitantes maneja una moto, el gerente de Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, destaca que varios conductores de esos vehículos en el país no cuentan con la licencia clase C, que es la que los autoriza para conducirlos, y los manejan con las clases A o B, que son para vehículos pesados y automóviles, respectivamente. Y esto, según Escobar, incidiría en la mala conducción, por la falta de experiencia y de conocimientos de las normas específicas que rigen a las motos.

El gerente de Automóvil Club de Chile explica que hasta hace solo dos años la prueba para sacar la licencia C era poco rigurosa.

«En alguna época se habló de que solo uno de cada 14 conductores de motos tenía la licencia C. Creo que esa brecha se ha acortado en la mitad», dice. Según explica, esto ocurría porque algunos creían que al tener la licencia clase B podían conducir también una motocicleta.

Repartos a domicilio

En lo que más creció el uso de las motos en los últimos años es en las entregas de productos a domicilio. Escobar enfatiza que la mayor cantidad de ventas de motos está relacionada con el trabajo de reparto, el delivery . «A la gente le preguntan si tiene licencia de conducir C, y ellos dicen ‘sí, sí tengo’, lo que no es necesariamente chequeado», plantea.

Estos conductores corren más riesgos, pues la caja extra que tienen adherida produce un desequilibrio en la moto, lo que sumado a las maniobras peligrosas aumenta el riesgo de que ocurra un accidente.