Organismo validó «importación» de especialistas donde el déficit es crítico y gremio lo calificó de «inconcebible»:
Dictamen admite la incorporación siempre que esté en juego la continuidad del servicio que prestan los hospitales, y con el compromiso de que rindan la prueba habilitante a la brevedad.
Por René Olivares, Mauricio Rojas y Davied Jaime.
Ante la evidencia de la falta de especialistas médicos (1.598 a nivel país, según el Banco Mundial), que se agudiza en ciudades lejanas a los grandes centros urbanos, el Ministerio de Salud optó hace un par de años por promover la idea de «importar» facultativos desde otros países, lo que fue respaldado por Contraloría en un dictamen fechado el pasado 19 de diciembre, donde se establecen las condiciones para que ello ocurra.
La lógica del intento de Salud de atraer a médicos de otros países es buscar profesionales dispuestos a venir a trabajar en Chile a ciudades como Puerto Aysén, Angol o Tocopilla, ya que los concursos públicos para llenar los cargos disponibles en esas ciudades siempre terminaban desiertos.
Sin embargo, la llegada de los especialistas foráneos generó críticas de parte de sus colegas chilenos, quienes cuestionaron la decisión de Salud, ya que algunos de estos profesionales no cumplían los requisitos que se les exige a ellos para ejercer la profesión en el país. En particular, la necesidad de aprobar el examen médico nacional (llamado Eunacom), que es habilitante para la práctica médica en el sector público de salud.
A tal punto llegó la controversia por la supuesta «ventaja» ofrecida a los extranjeros, que el Colegio Médico de Tarapacá pidió un pronunciamiento a la Contraloría Regional, la que estableció que los hospitales no podían contratar a médicos que no hubiesen rendido el Eunacom.
Sin embargo, tras la solicitud de reconsideración presentada por el Ministerio de Salud, la Contraloría General de la República le dio definitivamente la razón a la autoridad, basándose en el principio de «servicialidad de la administración», en referencia a la necesidad del Ministerio de Salud de garantizar la mantención de la atención en todas las localidades.
Es decir, los hospitales pueden contratar a doctores extranjeros que no hayan rendido el examen médico, aunque la Contraloría establece que ello solo es «admisible en las aludidas situaciones excepcionales», refiriéndose a la dificultad para contar con médicos en ciertas ciudades y pueblos, para así garantizar la continuidad de las atenciones de salud.
Según el subsecretario de Redes Asistenciales de Salud, Luis Castillo, «esta resolución ratifica la posibilidad de que la salud pública pueda contratar médicos a honorarios, o a través de una empresa, aun cuando no hayan rendido el Eunacom, lo que es una muy buena noticia para zonas donde los médicos chilenos no están interesados en trabajar».
Según el ente fiscalizador, esta flexibilidad en la contratación de los facultativos tiene una condición: Salud debe comprometer a los profesionales que contrate a rendir el Eunacom a la brevedad. Por eso, el dictamen resuelve que el Ministerio de Salud «adopte las medidas tendientes a procurar que, en la oportunidad en que ello sea posible, se regularice la situación de dichos médicos».
Completamente contraria es la postura del presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, quien parte exponiendo que la Contraloría considera como una zona aislada de nuestro país a Iquique -ya que el pronunciamiento se origina por una médico española de esa ciudad-. «¿Qué queda entonces para Aysén o Chiloé?», se pregunta, antes de afirmar que lo resuelto por la Contraloría es inconcebible. «Vamos a revisar el documento con nuestros abogados, pero la Contraloría abre la puerta para que se vulnere la ley. (…) Ellos, y el Ministerio de Salud, deberán hacerse cargo si uno de estos médicos es llevado a la justicia por errores».
SEIS REGIONES
Son las que contratan especialistas extranjeros para zonas sin suficiente disponibilidad de profesionales chilenos: Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Maule, La Araucanía y Aysén.
Especialistas extranjeros llegan a Iquique, Tocopilla y Calama
«Si no hay médicos (chilenos) que quieran venirse, nos vale esta alternativa», dijo Erica del Piano, directora del Hospital de Tocopilla.
A su juicio, la resolución de Contraloría, que valida las contrataciones de especialistas extranjeros, favorece a dicha ciudad.
Allí trabaja una anestesista venezolana con título español y un internista español con título de ese país, quienes reemplazaron a dos médicos mexicanos que renunciaron por no contar con convenios binacionales para revalidar sus estudios.
Como estos especialistas llegaron hace muy poco tiempo, dijo Del Piano, rendirán el Examen Único de Conocimientos de Medicina (Eunacom) en diciembre de 2014. Esta semana, añadió, arribarán a esa comuna dos nuevos especialistas españoles: un gineco-obstetra y un pediatra.
El alcalde de Tocopilla, Fernando San Román, también valoró el dictamen: «Si los médicos chilenos no postularon, poca moral tienen para después impugnar que traigan extranjeros».
En Calama, la falta de especialistas llevó hace algunas semanas a paralizar el hospital de esa zona. Incluso un médico de turno presentó un recurso de protección para 16 bebés internados en el Servicio de Pediatría por la falta de especialistas. Por eso, luego de que se declarara desierto el llamado nacional para contratar tres pediatras para el Hospital Carlos Cisternas, se optó por utilizar el sistema que se aplicó en Tocopilla: licitar la contratación de los profesionales, que podrían ser extranjeros.
Mientras, en el Hospital Regional de Iquique ya trabajan dos ginecólogas españolas, provenientes de Salamanca y Galicia, también contratadas vía licitación. En los próximos días, el recinto recibirá tres anestesistas de esa nacionalidad. La directora del Servicio de Salud de Iquique, Adriana Tapia, destacó que el fallo de la Contraloría otorga «mayor tranquilidad para licitar los cupos que son difíciles de llenar con médicos chilenos».
Los médicos españoles que llegaron hasta Tocopilla fueron recibidos por el ministro Mañalich a comienzos de octubre. Poco más de un mes después, Fernando Carvajal (en la foto, junto al ministro) y Blanca Muñoz renunciaron acusando «hostigamiento».