Chile atrae por sus oportunidades de empleo, seguridad y estabilidad:

Las visas de trabajo aumentaron 35% el año pasado y probablemente seguirán al alza. Pero jornadas extensas, falta de inglés e impuntualidad son algunas de las trabas para la inserción.

POR ANTONIA EYZAGUIRRE A.
Chile, en términos laborales, ya no es como antes. Hace algunas décadas los espacios de trabajo eran más o menos homogéneos, mientras hoy se oyen idiomas y acentos diversos allí y en las calles. Se ven razas y culturas distintas en todos lados. Y es que el país atrae cada vez más extranjeros a sus tierras.

Una economía estable y en crecimiento, la capacidad de generar empleo, la seguridad y oportunidades que ofrecen sus ciudades y la madurez del mercado pueden ser algunos de los factores que atraen a las personas de otras naciones.

La solicitud de visas de todos los tipos para radicarse en Chile crece a razón de 25% anual desde hace diez años y los pedidos de residencia se han elevado cerca del 30% en los últimos tres años, según datos de Top Mobility, empresa que nació con el objetivo de ayudar a los ejecutivos extranjeros a insertarse en el mercado local.

El año pasado, además, el número de personas con visas sujetas a contrato de trabajo se incrementó en 35%.

Difícil inserción

«Aún estamos muy lejos de otras culturas en cuanto a la facilidad de adaptación de extranjeros», advierte Juan Pablo Riveros, director comercial de Top Mobility. Esto, asegura, responde a temas burocráticos, de documentación, de servicios adaptados específicamente para los extranjeros y por la actitud general que existe hacia estas personas.

Hay ciertas características que dificultan la inserción de estos profesionales. Los chilenos trabajan 271 horas más al año que el promedio OCDE, pero no rinden más. Estas extensas jornadas laborales pueden ser un obstáculo para muchos ejecutivos que vienen a trabajar al país. Incluso, los empleados pierden alrededor de 10 horas laborales al mes por distracciones como salir a fumar, whatsapp, redes sociales, entre otros.

También está el tema de la puntualidad, bastante escasa entre la mayoría de los chilenos; y de la personalidad, que muchas veces puede parecer muy fría a quienes vienen de otras culturas. Además, «el chileno es de reuniones más cortas y directas al asunto a tratar, en otros países hay mucho más condimento de conversación social o coloquios formales», dice Andrés Gómez, director de desarrollo internacional de Mandomedio.

La falta de inglés de casi el 90% de la población es otra de las trabas, aseguran los expertos. Y también lo es para algunos la ubicación geográfica de Chile, que por estar tan alejado de la mayoría de los países implica mayores tiempos y costos de transporte, lo que muchas veces obliga a traer a la familia completa.

La dificultad de insertar a los niños en el sistema educativo es un tema para quienes vienen a instalarse en el país, ya que la cantidad y tamaño de los colegios en Chile es reducido por lo que hay escasez de vacantes, sostiene Riveros. En su empresa ofrecen el servicio de búsqueda de colegios antes de que las personas lleguen a su nuevo trabajo , para así hacer más fácil el proceso. Además, por ejemplo, el concepto de bonos por incorporación al sistema educativo es ajeno al sistema europeo y también lo son los horarios diferenciados por edades, sostiene Diego Guaita, gerente general de la consultora Towers Watson.

Agrega que, en general, hay demasiados trámites en la inserción de los extranjeros. «La consideración de ‘personalidad jurídica’ efectiva para los que llegan para quedarse abunda en trámites y complicaciones, en ocasiones muy difíciles de entender», señala.

Andrés Gómez asegura que uno de los trámites más complejos es encontrar un lugar donde vivir, porque para arrendar piden documentos de respaldo como las últimas liquidaciones de sueldo y generalmente la persona está recién trabajando, por lo que en ocasiones se tiene que negociar con otros respaldos como ofrecer varios meses de aval.

Si bien estos obstáculos existen y muchas veces ponen en problemas a quienes vienen a residir al país, hay ciertas ventajas. Esto sobre todo en oportunidades laborales y baja corrupción frente a otras naciones de la región.

25% anualmente crece la solicitud de visas de todos los tipos para radicarse en Chile, desde hace ya una década.