Un líder genera mayor compromiso y productividad
El tipo de persona que ejerce un alto mando y su relación con los colaboradores influye en los resultados de las organizaciones.

Por Antonia Eyzaguirre A.
«Solo puedo prometer sangre, sudor y lágrimas para defender la libertad», le dijo Winston Churchill a los británicos en la II Guerra Mundial. No había una respuesta certera y él no esperaba darla. «Los líderes no dan respuestas fáciles, sino que ponen temas difíciles», señala José Fernández, socio de la consultora Stratos.

Lo que se conoce como «autoridad» en una empresa, o mejor dicho, los altos mandos, ejercen muchas veces tipos de autoridad radicalmente distintos: son jefes o son líderes.

Los primeros son aquellos que buscan entregar respuestas, mientras los líderes esperan poder encontrarla en conjunto con los colaboradores.

Quién es líder

Un líder ve a las personas como seres humanos y luego como empleados, aclara Patricio Camus, director training division de Great Place to Work. Añade que buscan el compromiso y los resultados extraordinarios de sus colaboradores y, además, considera que las relaciones basadas en la confianza son claves para el éxito de cualquier proyecto.

Se ejerce liderazgo en 360 grados, por lo que el jefe también se ve influenciado por ellos, aclara Fernández. Es que ser líder no es un cargo, sino que todos pueden serlo «en la medida en que despliega una serie de conductas que generan resultados alineados con los objetivos organizacionales», dice Rodolfo Sommer, socio de SommerGroup.

El líder, además de orientarse a cumplir con las tareas, espera lograr que sus dirigidos se desarrollen tanto personal como profesionalmente, con lo que potencia el trabajo en equipo y la pasión, porque sabe que así trabajarán más motivados, serán más productivos y comprometidos.

Este tipo de autoridad es respetada por los miembros por su calidad humana, integridad valórica y pasión, asegura Nicolás Morales, director comercial de Pegas con Sentido. Quienes son dirigidos por líderes saben cuál es el objetivo final del equipo y trabajarán por ello incluso si deben hacer tareas que no les corresponden.

Este tipo de autoridad debe ser flexible, rápido, innovador y adaptativo para mantener a la empresa a flote en situaciones cambiantes, agrega Javier Zabala, director de Amrop. Hay ciertas personas con conductas empáticas que pueden parecer líderes, pero no siempre lo son. Es lo que se denomina autoridad informal.

Quién es jefe

Un jefe es quien asume un rol directivo por la estructura propia de la organización. Si bien el jefe refleja autoridad, el líder ejerce influencia. Rodolfo Sommer agrega que ejercer liderazgo es una opción y ser jefe, una designación. «Es una función formal, con atributos de autoridad dada por la descripción de cargo. En relación a sus colaboradores, el jefe administra recursos y se centra en supervisar el desempeño, es decir, fijar objetivos o asignar tareas, dar retroalimentación y evaluar».

Morales, de Pegas con Sentido, aclara que este tipo de personas dirige un equipo exclusivamente enfocado en cumplir las metas sin importar cómo se hagan y, por lo mismo, son respetadas solo por su cargo. «Hacen que sus dirigidos trabajen ‘porque sí’, lo que merma la motivación en ellos (…) Quien es dirigido por un jefe no le importa el resultado de su trabajo ni que a la organización le vaya mejor, sino que solo trabaja por cumplir con lo que le piden para cobrar el sueldo», sostiene.

Fernández, de Stratos, dice que si bien el líder hace preguntas sobre temas que no conoce las respuestas y que normalmente genera cambios adaptativos, quienes son jefes dan respuesta a problemas que son técnicos. Este es un problema que se da tanto en las empresas como en la política, y tiene como consecuencia que no se solucionan los problemas, sostiene.