De cada 100 deudores, 45 corresponden a mujeres y 55 a hombres y de cada 100 unidades monetarias de crédito otorgado 34 unidades están asociadas a mujeres y 66 a hombres, según un estudio de la Sbif.

Por Juan Pablo Palacios.

La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) publicó la 13ª versión del Informe Anual “Género en el Sistema Financiero”.

En el documento se analizan aspectos específicos de la dimensión económica de la equidad de género, como el acceso y uso a los servicios financieros.

El trabajo presenta la evolución temporal (2002-2013) de un set de indicadores que permiten evaluar el uso y acceso a los productos bancarios de ahorro, crédito y administración del efectivo, por parte de hombres y mujeres, en el país. Adicionalmente, en esta versión se incorporan algunos indicadores adicionales asociados a renta de los clientes bancarios segregados por género.

Entre los principales hallazgos se cuentan que existen brechas de género en relación al número de clientes y al monto global de crédito, las cuales afectan al segmento de mujeres. Existen brechas de género en relación al número de clientes y al monto global de crédito, las cuales afectan al segmento de mujeres.

Según el informe a la última fecha disponible (septiembre 2013), se observa que de cada 100 deudores, 45 corresponden a mujeres y 55 a hombres, y de cada 100 unidades monetarias de crédito otorgado 34 unidades están asociadas a mujeres y 66 a hombres.

Aun cuando lo anterior tiende a ser observado durante todo el periodo de evaluación, las brechas se reducen significativa y sostenidamente en el tiempo, añade el informe.

Asimismo éste indica que las mujeres tienen una deuda promedio significativamente menor a la de los hombres durante todo el periodo de evaluación.

Al respecto, el estudio destaca que la deuda promedio de las mujeres está en un rango de entre el 64% y el 71% de la deuda promedio de los hombres.

«Se estima que dos factores que podrían incidir en lo anterior son un comportamiento más conservador por parte de las mujeres y las brechas de ingreso previamente señaladas», señala la Sbif.

Además la deuda bancaria de las mujeres posee un componente de deuda habitacional porcentualmente mayor al de los hombres.

En efecto, de cada 100 unidades monetarias de crédito contratado por mujeres, 58,6 unidades están asociadas a financiamiento hipotecario para la vivienda.

En el caso de los hombres la cifra análoga es de 53,9.

En cuanto al ahorro el estudio añade que no existe evidencia de brechas de género asociadas al acceso y uso de productos bancarios destinados a este fin.

El número global de cuentas contratadas por las personas naturales es superior a la población total del país (8,3% mayor).

El número de cuentas asociadas a mujeres supera al número de cuentas contratadas por hombres (33% mayor). Lo anterior se da tanto a nivel global como a nivel de cada uno de los productos de ahorro relevantes.

El saldo global de ahorro acumulado por las mujeres es inferior al asociado a los hombres. No obstante, en dos de los cuatro productos de ahorro considerados (cuentas de ahorro a plazo y cuentas de ahorro para la vivienda) se da lo contrario.

En tanto loss saldos promedio de ahorro de las mujeres son inferiores los de los hombres. Ello se observa en todo el periodo de evaluación, y parece reflejar tanto diferencias de ingreso existentes entre hombres y mujeres, como la migración en el tiempo, de demanda de agentes con mayor ingreso hacia productos de ahorro extra bancarios más sofisticados (fondos mutuos, ahorro previsional, seguros, acciones, etc.).

Los productos de ahorro mediante cuentas de ahorro a plazo (general y para la vivienda) los saldos promedio de las mujeres son levemente inferiores a los de los hombres no obstante los números de clientes y los saldos globales de las mujeres son significativamente mayores.

Además durante el periodo de evaluación se observan importantes avances en el cierre de las brechas de género asociadas al uso de servicios financieros provistos por la banca.