Minsal implementó en 60 de sus recintos más complejos un sistema que agrupa los diagnósticos de pacientes mediante fichas clínicas. Problemas en aparato digestivo, respiratorio y reproductivo de las mujeres, son las principales causas de hospitalización en la red.

Todas las atenciones de los pacientes hospitalizados en recintos de la red pública tienen un gasto asociado que puede ser muy dispar, dependiendo de la enfermedad, los tratamientos, el tiempo de estadía y el personal dedicado a su caso, entre otros factores. El año pasado, sin embargo, un modelo de gestión que está implementando el Ministerio de Salud consiguió estandarizar los procesos clínicos y cifrar el gasto promedio. ¿El resultado? Cada egreso hospitalario, es decir, hasta que el paciente recibe el alta médica, tuvo un costo promedio de $ 1.403.765 millones.

Ese es uno de los datos que, en detalle, permite obtener la herramienta informática que ya está implementada en 60 de los recintos de mayor complejidad del país y que el año pasado procesó un total de 863.936 hospitalizaciones en el país.

Según explica Emilio Santelices, asesor del Ministerio de Salud, el modelo creado en Yale se denomina Grupos Relacionados por Diagnóstico (GRD) y, básicamente, crea una nomenclatura, común para todos los hospitales, a objeto de equiparar los factores clínicos que influyen en las atenciones, haciendo comparable la actividad de distintos recintos.

“La base es que existen 15.000 diagnósticos y 8.500 procedimientos posibles. Sin embargo, entre ellos hay patrones de consumo similares, por lo que pueden ser condensados en 900 grupos relacionados a un diagnóstico”, dice Santelices,

Para que el sistema funcione, se debe “cargar” la información de cada paciente, desde que ingresa hasta que es dado de alta. El programa reconoce las prestaciones y asocia a la persona a uno de los 900 grupos diagnósticos.

Con el quehacer del hospital y las características de los pacientes integradas, el modelo permite proyectar costos, caracterizar el nivel de las atenciones y el rendimiento. También se puede cifrar la calificación de un recinto, según la gravedad de los casos ingresados y la dificultad de los procedimientos. Así, el costo basal de 1,4 millones se elevará según el índice de complejidad que ostente cada sitio.

Con esos datos procesados, ya se han establecido promedios de estadía para cada enfermedad y la media de gasto de cada diagnóstico. De esta forma, pueden establecerse rankings de los hospitales que sobrepasan las estancias o que gastan más que otros para resolver algunas patologías, pese a ser estructuralmente iguales.

“El modelo GRD lo que hace es estandarizar y hacer comparables los recintos, según cinco niveles de complejidad, relacionada al tipo de procedimientos que se hacen. Así surge un elemento de transparencia que dice, por ejemplo, en este hospital estandarizado para una complejidad determinada, cada egreso sale más caro comparado al promedio nacional y a uno similar”, sostiene Santelices, quien afirma que el sistema permite medir la eficiencia clínica y financiera, es decir, la cantidad de egresos que son capaces de generar en un plazo determinado los hospitales, considerando el mismo gasto, recursos e insumo.

También se establecieron las enfermedades que lideraron la hospitalización el año pasado, encabezadas por trastornos del aparato reproductivo de las mujeres y trastornos en los sistemas respiratorio y digestivo.

“Hemos pasado de financiar los hospitales desde una estructura fija a una estructura cada vez más variable que se paga por acciones, según cuántos pacientes egresaron del hospital, con qué diagnóstico, ajustado a la complejidad, o sea cuánto esfuerzo requiere sacarlo adelante y eso es lo que mide los GRD que ya están instaurados en todo el país”, sostuvo el ministro de Salud, Jaime Mañalich.

ATENCION PRIMARIA

En la atención primaria, un modelo similar está en marcha y aplicado al 60% de los consultorios. El sistema se denomina Grupos Clínicos Ajustados (GCA) y se basa en la incorporación de variables como edad, sexo y diagnóstico de los pacientes, además de los fármacos asociados al tratamiento.

Con la información procesada, se fijó en $ 44.017 el valor del gasto anual promedio de una persona en los consultorios, a partir de seis millones de fichas.

El GCA permite ajustar el gasto de los pacientes de un consultorio, definido por la carga de enfermedad que estos tengan, lo que facilitaría la distribución de recursos.

Para el 2014, se espera integrar como variable de enfermedad la diabetes al cálculo del gasto per cápita.