Con una inversión por US$ 180 millones, el recinto dispondrá de 117 camas en una primera fase:
La entidad ya tiene reservados los paños para construir dos torres que permitirían ampliar la capacidad a más de 300 camas.

Por Marco Gutiérrez y César Sottovia
La atención integral de sus pacientes y potenciar las carreras del área salud de la casa de estudios son dos de los objetivos que busca lograr la Clínica Universidad de los Andes.

Este nuevo recinto prevé comenzar la atención a público en marzo de 2014, fecha en que estarían concluidas las obras de este proyecto, que involucra una inversión por US$ 180 millones y que cuenta con 56 mil metros cuadrados construidos, 117 camas, servicio de urgencia, pabellones quirúrgicos, y mil estacionamientos, entre otras instalaciones.

El director general de Clínica Universidad de los Andes, Jorge Laso, indicó que los trabajos llevan un 95% de avance y que para la fecha de apertura, dentro de seis meses, contarán con un equipo cercano a las 600 personas.

Laso recordó que esta iniciativa comenzó a idearse a inicios de los 90, como complemento de las carreras universitarias del ámbito de la salud de la universidad, pero recién a fines de 2009 tomó fuerza, cuando se levantaron algunas restricciones municipales.

La clínica estará orientada a los mercados ABC1 y parte del C2, abordando en este último caso a potenciales usuarios de Peñalolén y La Reina. Consultado por el sello que tendrá este recinto, Laso indicó que abordarán todos los tipos de atenciones, pero que «esperamos ir descubriendo en el tiempo dónde nos podemos especializar». A la vez, recordó que en sus inicios, el edificio se proyectaba como una clínica pediátrica, pero luego «analizamos que era arriesgado destinar una inversión de este tipo a un solo segmento cuando no se tiene experiencia».

Jorge Laso afirmó que ya tienen estructurados acuerdos con isapres para la apertura.

Ampliación

Aunque aún no abre sus puertas, la clínica ya tiene reservados los paños para dos nuevas torres -que se construirían en dos fases-, con que se ampliará a más de 300 camas su capacidad.

Laso señaló que al quinto año de funcionamiento deberían registrar un nivel de ocupación de 65%. «En la industria, cuando se tienen esos niveles, se está obligado a hacer inversiones. Por eso, una segunda etapa debería entrar en ejecución seis años después».

Esa fase costaría un poco menos de un tercio de los US$ 180 millones de la inversión actual.

Respecto de la posibilidad de asociarse con otros actores para expandir la clínica, Laso sostuvo que «este no es un proyecto que estemos dispuestos a abrir a inversionistas que tienen una intención de negocio diferente a la nuestra».

44%

de la inversión total en la clínica se cubrió con créditos bancarios, mientras que el resto, unos US$ 100 millones, está ligado a donaciones.

160 médicos

especialistas tendrá la clínica, a los que se suman 200 enfermeras y técnicos de Enfermería. Contará con ocho pabellones quirúrgicos y 11 boxes de urgencia.

«La universidad no está detrás de este proyecto para sacar una rentabilidad, sino para potenciar las carreras de la salud».