Son 446.718 afiliados los que poseen este contrato, que bonifica el 25% del gasto en nacimientos.

Obtener la mejor cobertura médica y asistencial, al menor precio posible, es el principal criterio de los usuarios al momento de elegir un plan de salud de isapre. Las opciones dependen de las necesidades de los requerimientos de las personas y van desde un plan individual o colectivo a uno familiar o de cobertura reducida en parto.

Es este último tipo de plan el que mayor auge ha tenido en el sistema privado. El contrato, con una modalidad que reduce la bonificación que se entrega a las prestaciones de parto y cesárea, ha crecido un 76% en los últimos seis años, pasando desde 253.374 afiliados en 2006 a un total de 446.718 cotizantes el año pasado, según datos publicados por la Superintendencia de Salud.

De esta forma, la alternativa ha ganado rápidamente terreno dentro de la globalidad de planes vigentes en el mercado de isapres, al subir del 19% del total en 2006 al 29% a fines del año pasado (ver infografía).

Se trata, según representantes de la industria, de un alza que da cuenta de los cambios culturales y demográficos que experimenta el país. Esto, pues integra mayoritariamente a personas jóvenes, profesionales y que postergan tener hijos.

“Tiene que ver con que todas las isapres se han ido incorporando más a las necesidades de las personas. Hace dos décadas, hay mayor oferta de planes familiares, pero ante el requerimiento de las personas que no planean tener familia o que ya no desean más hijos, ha crecido la cantidad de planes de este tipo”, explica Juan Pablo Pascual, gerente de la División Salud de la isapre Colmena.

Según cifras del INE, las chilenas cada vez tienen menos hijos (1,45) y los solteros representan el 47% de la población. Este cambio descrito, figura como uno de los elementos que han gatillado el cambio en la distribución de los tipos de planes de isapres. Eso, pues las aseguradoras admiten que este género es el que ha impulsado el aumento de los planes con cobertura reducida de parto.

“Al principio teníamos unos pocos planes de este tipo pensados para las mujeres, pero tuvimos una acogida inesperada y los propios vendedores nos pedían generar más de estos planes, con nuevas alternativas. Así se han ido ampliando fuertemente”, agrega Pascual.

CARACTERÍSTICAS DEL PLAN

Los planes de cobertura reducida en parto ofrecen el mínimo legal, es decir, sólo un 25% de bonificación ante las prestaciones vinculadas a parto normal y cesáreas.

¿Quiénes los eligen? Principalmente, profesionales jóvenes, mujeres que resuelven aplazar la maternidad o suspenderla y hombres que no tienen cargas. De hecho, desde el año 2004 está vigente esta cobertura, que reemplazó a los planes sin útero, luego que fuese eliminada la posibilidad de que las isapres pudiesen entregar planes iguales a cero. Por esa razón, los planes de hombres tienen cobertura reducida en parto.

Este tipo de contrato implica un incentivo adicional para las mujeres, dado que -reduciendo los ítems de atención de nacimientos- les permite obtener mejores coberturas en otras áreas. Asimismo, rebaja el costo de la prima en valores considerables.

Por ejemplo, una mujer de 32 años, soltera y sin hijos, que gana $ 1,2 millones y que opta por un plan de cobertura completa, con una clínica preferente en Providencia, pagará casi 5 UF -$ 115 mil- mensual y tendrá una bonificación del 90% en parto y cesárea. En cambio, si la misma persona elige igual plan, pero con cobertura reducida en parto, el valor bajará a 3,46 UF, unos $ 66 mil. Este valor puede descender más aún, incluso, si se prescinde de una clínica preferente, llegando a 1,96 UF.

“Una mujer joven, que no desea tener hijos por el momento, puede elegir su plan pensando en los próximos tres o cuatro años y seleccionar uno que sea mucho más conveniente para su realidad, mejorando coberturas hospitalarias o ambulatoria. Pasado ese plazo, si piensa en tener hijos, es importante que se cambie a otro plan que incluya esas prestaciones”, dice Claudio Santander, presidente de Masvida.

Las mujeres que optan por estos planes, eso sí, deben asegurarse de tener un buen control de natalidad. Ello, pues en caso de que se embaracen, se exponen a coberturas muy reducidas, que elevan significativamente el copago por el parto. Si esto ocurre, la afiliada puede elevar una solicitud a la isapre para cambiar su plan, sin embargo, dependerá del avance de la gestación y de la aseguradora si esta modificación de contrato es aceptada.

“Hay que estar prevenido y optar por bajar la cobertura de maternidad sólo si l a persona tiene la total certidumbre de que tiene bien controlado el tema”, advierte la Asociación de Isapres.