El titular de Salud, Jaime Mañalich, aseguró que por el retiro del producto «no existe riesgo para nuevas personas, pero estamos actuando tardíamente».

El jueves pasado, el Ministerio de Salud recibió informes que revelaron efectos adversos en siete pacientes que fueron operados por desprendimientos de retina, a quienes se les aplicó en cirugía perfluorooctano líquido (de 5 ml) y presentaron efectos adversos. Las autoridades sanitarias decretaron “alerta nacional”, junto a la Sociedad Chilena de Oftalmología, exigiendo a través del Instituto de Salud Pública que la sustancia sea retirada del mercado.

Los casos fueron detectados en el Hospital de Rancagua (4), en Punta Arenas (1) y en el Hospital Salvador (2), según el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien aseguró que los recintos asistenciales accedieron al producto por vía de compra directa y no a través de la Central de Abastecimiento, CENABAST.

“Hoy los directivos del Hospital de Rancagua entablarán una denuncia en Fiscalía porque el tema nos preocupa muchísimo”, aclaró Luis Castillo, subsecretario de Redes Asistenciales del Minsal.

Tomando en cuenta ello, para el titular de Salud “este tema apunta a un proyecto de Ley que se discute en el Congreso y que tenemos desesperación porque se apruebe: la reforma al Código Sanitario en sus títulos IV y VI, o sea, la Ley Nacional de Fármacos. Hoy, no tenemos una potestad regulatoria suficiente para vigilar y retirar partidas”, dijo.

Según Mañalich, “no estamos vigilando adecuadamente los alimentos de uso nutricional –de uso médico-, no estamos vigilando los insumos –prótesis de caderas y marca pasos- , ni estamos vigilando este tipo de sustancias, que es comprada por algunos hospitales sin que exista una certificación por la autoridad sanitaria, potestad que tendríamos si se aprueba la normativa”, agregó.

El secretario de Estado, indicó también que por el retiro del producto “no existe riesgo para nuevas personas, pero estamos actuando tardíamente”.